Viviendo en alerta, pero sin ansiedad

A día de hoy, no podemos ignorar el gran conflicto espiritual en el que estamos envueltos.

26 DE SEPTIEMBRE DE 2015 · 21:50

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Cuando la Escritura nos declara que "por nada estemos afanosos, sino que todas nuestras peticiones (preocupaciones y necesidades reales) sean conocidas delante de Dios" - Filipenses 4: 6-7, nos está sugiriendo que la verdadera liberación de nuestros estados de ansiedad es a través de la oración: contarle a Dios, el Padre, todas nuestras inquietudes y necesidades, y que Él proceda como mejor le parezca.

He descubierto que este es el verdadero antídoto contra el afán y la ansiedad. Hoy, ahora mismo, le estoy contando a mi buen Dios todos mis asuntos y preocupaciones personales. Me siento liberado mental y anímicamente por el Espíritu Santo y hasta espiritualmente renovado y descansado. Esta es una de las virtudes terapéuticas de la oración, ratificada por un estudio realizado y publicado en un informe por un grupo de sicólogos. Sin embargo este es un secreto a voces, porque ya lo sabíamos anteriormente muchos de nosotros por la Luz de la Palabra de Dios.

También, quiero referirme brevemente a vivir en estado de alerta, pero sin ansiedad; esto es en relación a lo expuesto anteriormente. Me lamento que a veces los cristianos seamos tan timoratos y pasivos respecto a las disciplinas cristianas más elementales. A día de hoy, no podemos ignorar el gran conflicto espiritual en el que estamos envueltos. Ser cristianos de verdad, habiendo experimentado el nuevo nacimiento, es una vivencia inigualable. La aventura de la vida cristiana supera con creces a las experiencias de Indiana Jones -nosotros ya hemos encontrado el Arca de Su Presencia-, esto es realmente emocionante, además de maravilloso. Pero a estas alturas, no podemos ignorar las maquinaciones diabólicas en todos los órdenes de la vida. Existe un verdadero conflicto espiritual contra el cristiano, de ahí que Pablo nos instruya en Efesios 6:10 sobre la importancia de vestirnos de toda la armadura de Dios a diario y estar listos para entrar en el combate que, con frecuencia, se nos plantea en contra de fuerzas espirituales contrarias y situaciones hostiles al Reino de Dios y a sus súbditos.

Hace algunas noches, a punto de dormirme, el Espíritu Santo me recordó las benditas palabras de Jesús: "En el mundo tendréis aflicción pero confiad, yo he vencido al mundo". Particularmente no me encuentro mal, ni estoy pasando por ninguna crisis en estos momentos, gracias a Dios, solo me doy cuenta de que estoy (y estamos) en un combate espiritual impresionante. También recordaba una de mis promesas bíblicas favoritas: "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo y esta es la victoria que ha vencido al mundo (y por supuesto al diablo), nuestra fe"; nuestra preciosa fe en Jesús es nuestra arma de victoria (1ª Juan 5:4).

Por lo tanto, a todos mis buenos amigos y hermanos que tienen la amabilidad de leer este blog semanalmente, quiero hacerles un llamamiento a tomar "las armas de Luz" y a desenmascarar las obras de las oscuras tinieblas que se ciernen sobre nuestro país, y aun sobre la Iglesia, queriéndonos confundir y desanimar incesantemente. En Cristo somos y seremos más que vencedores si peleamos la buena batalla de la fe y perseveramos hasta el final de esta larga jornada de nuestra vida, combatiendo por el Evangelio en este paréntesis de la eternidad veremos las victorias del Señor sobre nuestras circunstancias, hasta alcanzar definitivamente la victoria final.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - El Tren de la Vida - Viviendo en alerta, pero sin ansiedad