Gangnam Style: Tres años después

Dios ha dotado nuestra vida de sentido y por lo tanto, queremos que otros compartan nuestra alegría.

01 DE AGOSTO DE 2015 · 17:55

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¡Oppa Gangnam Style!

!Opp, Opp, Opp, Opp, Opp, Oppa Gangman Style!

¿Te suena?

Damas y caballeros, Gangnam Style acaba de cumplir tres años. Cómo pasa volando el tiempo. ¿Te acuerdas de la primera vez que viste el vídeo? Yo sí. Pasé unos cuatro minutos partiéndome de la risa con unos amigos sin entender nada. Poco después la canción empezó a romper record tras record online. En Youtube por ejemplo:

  1. Fue el primer vídeo en alcanzar mil millones de vistas.
  2. Fue el primer vídeo en alcanzar dos mil millones de vistas.
  3. Sigue siendo la canción con más ‘likes’.
  4. Sigue siendo la canción más escuchada.

Además de todos los honores y premios que el músico coreano PSY ha recibido por su canción a nivel internacional, la primera línea de la misma (Oppa Gangnam Style) se convirtió en una de las frases más famosas del año 2012 y el secretario general de las naciones unidas, Ban Ki-Moon, llegó a comentar que la canción contiene “una fuerza para promover la paz mundial”. PSY fue el primer artista asiático en triunfar en los Estados Unidos en particular y el mundo occidental en general.

Cuando vi la canción, confieso que no la tomé muy en serio aunque mi primera impresión fue bastante positiva. El ritmo me agradó, el vídeo fue bien gracioso (sobre todo el tío que aparece en el ascensor haciendo no sé qué) y me entraron unas ganas de bailar como si estuviera montado en un caballo y de comprarme un traje amarillo. ¿Por qué será?

Pero no empecé a apreciar el verdadero mensaje de la canción hasta no escuchar varias entrevistas que el propio PSY iba haciendo con varios periódicos y programas después de su éxito. Me di cuenta de que la canción tenía algo más que ofrecer que una forma novedosa de bailar.

Entonces, ¿de qué va la canción? Permíteme explicar…

Traducida literalmente, la letra de la canción se trata de un joven de Gangnam (la zona más adinerada de Seúl) que anda buscando la novia perfecta. Es un chico que sabe comportarse a lo largo del día pero luego se vuelve loco de noche. Es precisamente esto lo que procura en su futura novia: una chica sabia de día pero una fiera de noche. Además, su futura novia tiene que beber café. ¿Por qué? Porque el café se trata de un lujo que solamente los ricos – o los que disimulan ser ricos- pueden permitirse.

PSY usa el vídeo para burlarse del materialismo de los residentes de Gangnam donde la vida se ha convertido en un show de apariencias. Se mete con los jóvenes que, sin tener mucho, se visten con trajes elegantes y gafas de sol exageradamente grandes, tomándose a sí mismos demasiado en serio. Personificando a tales muchachos en el vídeo, PSY no sonríe ni una sola vez.

Desde el principio hasta el fin, PSY vive en un mundo ficticio. Sueña con playas, clases de yoga, coches de última moda, barcos, piscinas privadas, partidos de tenis y, ¡cómo no!, caballos y establos por todos lados. Todo esto se refiere explícitamente a la clase alta. No obstante, la realidad del asunto es que se encuentra en sitios bien humildes: un parque infantil, al lado de una carretera con dos ancianos jugando a un juego de mesa y en un autobús con gente mayor. Asimismo, se topa con la mujer de sus sueños en el metro.

En una entrevista con PSY, el cantante aclaró que la canción se centra en “la vaciedad de la sociedad”. En vez de vivir según el materialismo, es necesario buscar una forma auténtica de vivir. ¿Cómo sería tal estilo de vida? No sé si PSY llega a contestarnos la pregunta; pero las pistas que he podido resaltar del vídeo son las siguientes: una vida en comunidad donde la alegría y la celebración de la vida desempeñan un papel bien importante. De allí el baile en masa.

Es aquí donde el cristiano tiene algo que aportar a la canción y a PSY.

Estamos de acuerdo en que la vida no se trata de los bienes que posee un hombre y que el materialismo es un callejón sin salida. Sabemos esto, sin embargo, porque hemos sido salvados mediante la obra del Cristo crucificado y resucitado. El gozo que su Espíritu imparte a nuestro corazón nos lleva a cantar y bailar sin cesar todos los días de nuestra vida. Es por esta misma razón que amamos a nuestro prójimo con el amor del Señor. Dios ha dotado nuestra vida de sentido y por lo tanto, queremos que otros compartan nuestra alegría (PSY incluido).

Ésta sí es una buena razón para celebrar la vida y para levantarnos y regocijarnos en la bondad del Salvador.

Así que, ¿por qué no nos unimos hoy para levantar nuestra voz y cantar en alabanza al Gran Yo Soy, a nuestro Libertador? ¿Quién se apunta?

Y aun si bailas como un caballo enfermizo, no te preocupes, ¡sigue exaltándole al Señor Gospel Style, opp, opp, opp, opp, opp, oppa Gospel Style!

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Brisa fresca - Gangnam Style: Tres años después