Nuestras citas con Dios (IV)

El tiempo a solas con Dios llevó a Jesús de vuelta al propósito para el cual vino al mundo: a buscar y a salvar lo que se había perdido.

05 DE JULIO DE 2015 · 07:25

,

9. La prioridad de Jesús en la oración

En Marcos 1:35-39, vemos la prioridad que Jesús daba a la oración. Después de un tiempo agotador de sanar enfermos y personas poseídas por demonios hasta tarde por la noche, Jesús se despertó temprano por la mañana, fue a un lugar solitario y oró. Creo que Jesús usaba este tiempo para recuperar su centro espiritual. Pedro interrumpió el tiempo devocional de Jesús para expresar las otras demandas de la multitud necesitada. En vez de responder a la necesidad inmediata de ellos, el Señor reafirmó su compromiso de alcanzar a más gente aun en otras ciudades.

Un examen detenido del texto demuestra cómo funcionaba la propia vida devocional de nuestro Señor.

10. En busca de aislamiento y comunión

«Levantándose muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, salió, y se fue a un lugar solitario, y allí oraba» (Marcos 1:35).

¿Has pensado alguna vez en la razón por la que Jesús necesitaba siquiera un tiempo devocional? Todos somos conscientes de nuestras propias debilidades y pecados. El creyente comprometido a menudo siente la necesidad de limpieza y renovación. Pero la Biblia muestra la vida sin pecado de nuestro Señor:

«Al que no conoció pecado» (2 Corintios 5:21). Entonces, ¿por qué iba Jesús a un lugar solitario mientras sus discípulos se quedaban durmiendo?

Durante su ministerio en la tierra, el Señor Jesús optó por limitar el ejercicio de sus atributos divinos. Era plenamente Dios, pero optó por depender del Padre y del Espíritu que moraba en Él y que obraba a través de Él. Hizo esto para mostrarnos cómo hemos de depender de Dios. Esa dependencia se puede ver en la manera en la que Jesús procuraba pasar tiempo a solas con su Padre. El término que se traduce «lugar solitario» significa «una región desierta, un páramo, una región deshabitada». Después de tan dinámicas interacciones emotivas, como sanar a muchos lisiados y enfermos la noche anterior, Cristo necesitaba soledad para que su comunión con el Padre fuera lo más eficaz posible.

Andar por fe requiere acudir una y otra vez a Dios para buscar su singular guía. El tiempo que Jesús pasaba a solas con Dios dio como resultado una nueva visión que iba más allá de las necesidades locales a un ministerio de mayor alcance.

11. Cómo escuchar la guía de Dios en medio de la distracción

«Y Simón y sus compañeros salieron a buscarle; le encontraron y le dijeron: Todos te buscan. Y Él les dijo: Vamos a otro lugar, a los pueblos vecinos, para que predique también allí, porque para eso he salido» (Marcos 1:36-38).

La palabra encontraron en el versículo 37 se traduce mejor como «cazaron». ¿Se puede imaginar una escena más molesta? Pedro pensaba que él era quien mejor sabía cómo debía Cristo pasar el día. E incluso estaba dispuesto a interrumpir el tiempo de oración del Señor para ofrecerle consejo. La necesidad que Simón Pedro estaba expresando era claramente urgente: «Todo el mundo te busca.»

Nadie que esté activo en la iglesia (ya sea a tiempo completo o como voluntario) se ha escapado de la presión de ciertos «grupos con intereses» en el ministerio. Sus necesidades son a menudo válidas y a veces tienen representantes que suplican atención inmediata. No obstante, mira lo que hizo Jesús. No le preocupaba que lo percibieran como alguien que no era sensible a las necesidades inmediatas. Como tenía únicamente una cantidad limitada de energía, había recibido guía de su Padre de ir a otra parte. Uno pensaría que el tiempo devocional de Jesús iba a hacerle más sensible a la gente que estaba allí mismo con Él. Pero satisfacer solamente las necesidades que están directamente frente a nosotros es ignorar la preocupación de Dios, cada vez mayor, por los perdidos. El tiempo a solas con Dios llevó a Jesús de vuelta al propósito para el cual vino al mundo: «a buscar y a salvar lo que se había perdido» (Lucas 19:10).

12. La aplicación práctica

«Y fue por toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando demonios» (Marcos 1:39).

Es muy fácil pasar por alto el significado del último versículo de esta sección. No es solo un repaso de lo que fue dicho en el versículo anterior. ¡Para nada! El versículo 39 es la conclusión del pasaje completo. Jesús en realidad hizo lo que dijo que iba a hacer. Fue a las sinagogas y predicó.

La palabra predicando iba a usarse una y otra vez en las páginas del Nuevo Testamento a medida que los apóstoles duplicaran el patrón del Señor para divulgar las buenas nuevas en círculos cada vez mayores. La zona objetivo de Jesús para el ministerio se expandió para incluir a «toda Galilea». Después, cuando sus discípulos siguieran sus pasos, se extendería «hasta lo último de la tierra» (Hechos 1:8).

Es importante aplicar lo que sale de nuestro tiempo de oración. La comunión significativa con Cristo surge cuando seguimos su ejemplo (1 Pedro 2:21) y aplicamos su Palabra en el poder del Espíritu.?Jesús dijo: «El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él» (Juan 14:21). Si vemos nuestro tiempo devocional únicamente como un oasis espiritual una vez al día, podemos caer en la trampa de dividir nuestra vida espiritual en compartimentos. Desde el jardín del Edén hasta ahora, Dios ha deseado andar con su pueblo en la trayectoria de la vida (Génesis 3:8). De manera que es esencial que llevemos con nosotros todo el día lo que aprendemos en nuestro tiempo devocional.

(Continuaremos en próximos artículos.)

 

 

 (Artículos extraídos y adaptados del librito Nuestras Citas con Dios, de Dennis Fisher, publicado por Ministerios Nuestro Pan Diario en su serie Tiempo de Buscar. Puedes encontrar este y otros libritos sobre diferentes temas en: http://nuestropandiario.org/2009/09/serie-tiempo-de-buscar/

El link para la descarga de este librito en concreto es: http://cdn.rbclatino.org/files/2011/01/FG102_CitasconDios.pdf?7b6ac9

Si deseas más información, puedes escribirnos a [email protected].

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Intimidad con Dios - Nuestras citas con Dios (IV)