Conferencia sobre José Grau

Sus escritos y los que editó contribuyeron grandemente para que me forjara en la doble tarea de comprender contextualmente la Biblia y el mundo contemporáneo que me tocaba vivir.

30 DE JUNIO DE 2015 · 09:50

José Grau y su esposa María Beltrán.,jose grau
José Grau y su esposa María Beltrán.

 A la distancia saludo la iniciativa de recordar la vida y obra de José Grau. La XXIX Conferencia Cipriano de Valera (29 de junio-2 de julio) tiene como tema a Grau y el caudal de su contribución al protestantismo iberoamericano.

A don José no le conocí personalmente, pero su nombre y los beneficios de su ministerio me han acompañado desde las primeras semanas posteriores a mi conversión, en mis agitados años de la adolescencia. Sus escritos y los que editó contribuyeron grandemente para que me forjara en la doble tarea de comprender contextualmente la Biblia y el mundo contemporáneo que me tocaba vivir.

Estoy seguro que casos parecidos al mío existen por todas partes del mundo hispanoamericano. A México llegaban los libros de Ediciones Evangélicas Europeas, los que descubrimos en una librería de la ciudad de México que ya no existe, “La Antorcha”. En el grupo estudiantil evangélico del que era parte, devorábamos los volúmenes editados en España por don José Grau. Esas obras nos ayudaron a conformar, sobre la marcha, tanto un entendimiento de nuestra nueva fe como nos dotaron de herramientas apologéticas para presentar el Evangelio en muy diversos foros de la siempre dinámica Universidad Nacional Autónoma de México. Conservo con profundo agradecimiento esos libros, cuyo turno para leerlos esperábamos ansiosos quienes conformábamos la célula evangélica universitaria. Tales obras fueron leídas con avidez, releídas cuidadosamente, y centro de prolongadas conversaciones de un grupo que vivía con intensidad su descubierta fe cristiana.

Un libro nodal para el protestantismo latinoamericano que estaba construyendo una teología bíblica y contextualizada, fue publicado por la editorial heroicamente impulsada por José Grau y su esposa, doña María Beltrán. Ese libro recogió las ponencias presentadas en la Consulta fundadora de la Fraternidad Teológica Latinoamericana (12 al 18 de diciembre de1970, en Cochabamba, Bolivia), su título: El debate contemporáneo sobre la Biblia. Los resultados del coloquio fueron editados en 1972, la tarea la llevó a cabo el coordinador del evento, Pedro Savage, quien tuvo el apoyo de José Grau para hacer públicas las deliberaciones que tuvieron lugar en las instalaciones de un sencillo seminario teológico.

Cuando en la reciente celebración por los 45 años de la Fraternidad Teológica Latinoamerica, celebrada en São Paulo, Brasil (4-6 de junio), me correspondió participar junto con Marlon Fluck en una de las sesiones plenarias, mostré al público asistente mi ejemplar de El debate contemporáneo sobre la Biblia. Mencioné que tal obra era una evidencia documental arqueológica de la construcción del pensamiento evangélico latinoamericano. También referí que las generaciones que conforman la FTL tendrán que regresar continuamente al texto de origen del movimiento. Aunque José Grau no participó en el acto de alumbramiento de la FTL, el haber sido editor del volumen fundacional lo hace cofundador de la familia efeteliana.

Me imagino que entonces (1972, año de publicación del Debate) fue una aventura, y/o amplitud de miras, invertir tiempo y recursos por parte de don José para dar a conocer los pasos iniciales de la FTL, movimiento que, con los años, renovaría la teología protestante/evangélica latinoamericana y tendría repercusiones en otros continentes. Fue Ediciones Evangélicas Europeas, no alguna editorial protestante de América Latina, la que se atrevió a lanzar un libro “subversivo”, leído con sospecha por el evangelicalismo más conservador y con escepticismo por el protestantismo ecuménico, entonces seducido por el pensamiento revolucionario. Unos consideraron la obra como muestra de un izquierdismo peligroso, otros la criticaron por cuestionar las premisas marxistas adoptadas por teólogos que le daban primacía al cambio social por vías insurrecciónales.

De las tareas editoriales y autorales de José Grau destaco un libro que debería reeditarse y difundirse ampliamente en el vasto mundo de habla castellana. Tengo en mente el volumen El fundamento apostólico (la primera edición es de 1966, y la segunda –la que poseo- de 1973), pequeño gran libro en el que don José nos dio a conocer a muchos las riquezas del pensamiento teológico de Bruce, Cullman, Ramm, Ridderbos y Stonehouse, entre otros. Está en lo cierto José de Segovia cuando escribe que El fundamento apostólico “es un estudio excepcional sobre la autoridad de la Biblia”.

Un esfuerzo monumental de investigación y escritura, y adicionalmente editorial, de José Grau lo representa su trabajo en dos volúmenes Catolicismo romano, orígenes y desarrollo (Ediciones Evangélicas Europeas, 1987-1990, 2ª. Edición, 1418 pp.). Es de resaltar que la primera edición debió ver la luz de forma casi clandestina, y, para protección del autor, con el seudónimo de Javier Gonzaga. La razón: la unión del franquismo con la Iglesia católica romana hacía en extremo difícil el trabajo de los protestantes en España. La osadía de publicar libros sin el imprimatur de las autoridades católicas le valieron a don José decomisos de lo publicado, vigilancias policíacas y sufrir encarcelamientos.

Hoy, con todas las facilidades que provee la tecnología, es perfectamente posible recoger el fondo editorial de Ediciones Evangélicas Europeas y compilarlo en uno o dos discos compactos. Se podrían hacer ediciones facsimilares, que conservaran para las nuevas generaciones una herencia riquísima, acumulada en condiciones de persecución. Alguien, en España, de las varias instituciones evangélicas a las que contribuyó a formar don José, podría impulsar este proyecto. Porque su obra editorial es ejemplar, un estímulo para quienes nos quejamos de falta de mejores condiciones para forjar libros y distribuirlos en Hispanoamérica.

En el 2007 escuché una entrevista realizada por eMisión a José Grau. Entonces supe que solamente dos personas, él y su esposa, eran todo el personal de Ediciones Evangélicas Europeas. Su testimonio es un acicate y un aliciente que nos inyectan esperanza para continuar en el arduo trabajo de escribir y organizarnos para editar libros que no muchos leen, pero que a largo plazo pueden germinar en vidas y lugares insospechados.

Tal vez la Conferencia que en estos días se realiza en Castelldefels (Barcelona) se convierta en libro para dejar impreso el reconocimiento a José Grau y María Beltrán, su esposa. Sus capítulos estarían conformados por las exposiciones de quienes participan en la Conferencia, y así nos beneficiaríamos de su contenido quienes no hemos podido asistir a la celebración de la vida y obra de Grau.

Al probable volumen podrían sumársele contribuciones redactadas por quienes examinen las distintas facetas de la pareja. Porque además de su denodada labor en Ediciones Evangélicas Europeas, don José fue docente en varias instituciones teológicas. De los muchos que le escucharon predicar, habrá seguramente quien pudiese plasmar por escrito esa dimensión de un personaje que centró sus creencias y conducta en la autoridad de la Palabra. Lo mismo es válido para su vocación pastoral, que, imagino a la distancia, fue amorosa y fructífera en la vida de quienes sirvió en las comunidades de fe con las cuales estuvo comprometido. En fin, su multidimensional servicio a la Iglesia evangélica hispanohablante pudiese recogerse en ese hipotético volumen de homenaje a don José y su compañera en la brega del Reino, María Beltrán.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Kairós y Cronos - Conferencia sobre José Grau