Sara Rivas: La Iglesia, respuesta a un mundo quebrantado

“Todos formamos parte de un vecindario o barrio, todos podemos ser misioneros allí donde estamos, haciendo real la Palabra de Dios en nuestras vidas, de una manera práctica”.

06 DE JUNIO DE 2015 · 20:50

Sara y David Delgado, leyendo una publicación navideña en su iglesia australiana.,
Sara y David Delgado, leyendo una publicación navideña en su iglesia australiana.

Hoy entrevisto a otra joven con muchas ganas de trabajar en la extensión del evangelio, no solo en España sino que se atreve a ir hasta lo último de la tierra si es necesario. Se trata de Sara Rivas Jordà, una barcelonesa que, a pesar de haber realizado trabajos en diversas tiendas de conocidas compañías, o ejerciendo como profesora de inglés extraescolar, dice: "Toda mi experiencia ha sido en la Iglesia, de voluntaria liderando equipos en diferentes momentos e involucrada sirviendo en el Servicio de Extensión de habla Hispana de Hillsong Australia".

Sara tiene una licenciatura en Pedagogía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona y un Advanced Diploma in Ministry and Leadership HILC, realizado en el Instituto Internacional de Liderazgo, en Sidney, Australia, con énfasis en el manejo de líderes, oratoria, coaching, consejería, trabajo en equipo, etc.

Como parte de su formación complementaria ha realizado diversos cursos, entre ellos: Trabajo en Equipo y Gestión de Proyectos, Instituto de Formación Continua, Universidad de Barcelona; Second Life: Nuevas maneras de aprender y relacionarse, Instituto de Formación Continua, Universidad de Barcelona; Conferencia Organisational Leadership por Scott Wilson de Institute for Creativity, Leadership and Management (ICLM) y Conferencia Managing Leaders por Rohan Dredge de New Level Leaders. También, aparte del español y el catalán, tiene un buen conocimiento de idiomas como el inglés, alemán y algo de árabe.

Muy pronto ella y su esposo David Delgado estarán colaborando en la plantación de iglesias en dos países de América Latina.

 

Pregunta.- Quién es y a qué se dedica Sara Rivas Jordà?

Respuesta.- Soy barcelonesa y tengo 27 años. Desde hace cuatro años estoy casada con David Delgado, el hombre más maravilloso del mundo; desde entonces hemos estado formándonos en el Instituto Bíblico Internacional de Liderazgo Hillsong (HIL College) en Sidney, Australia, siendo parte y sirviendo en la Iglesia Hillsong. Y ahora prácticamente acabamos de aterrizar en España, como quien dice, y estamos con mucha expectación por esta nueva etapa después de haber estado allí.

 

P.- ¿Cómo colaboras en la difusión del evangelio a través del ministerio que llevas a cabo?

R.- Como iglesia todo lo que hacemos principalmente está enfocado a conectar a las personas con Jesús. Siendo parte de una iglesia local, teniendo un compromiso constante. Es muy simple: en el lugar donde estoy y con lo que tenga en mis manos.

Todo tiene su tiempo, y cada lugar tiene sus necesidades concretas, así que lo que he estado haciendo en los últimos años hasta el día de hoy ha sido colaborar según la necesidades de las personas y las necesidades a cubrir de la iglesia local en donde he estado.

Estando allí hemos tenido la oportunidad y el privilegio de estar colaborando en el servicio de extensión de la iglesia de habla hispana, y una de las tareas que más me ha impactado a la hora de servicio y difusión ha sido de manera muy práctica, traduciendo tanto simultáneamente en conferencias, reuniones de mujeres y cultos, como traducciones de textos y recursos de nuestra iglesia al español. El privilegio de poder conectar a una persona con Dios y su Palabra de una manera fresca, práctica y natural en su propio contexto del día a día y su propia lengua (español) es algo precioso. Aún hoy me emociono al recordar testimonios de vidas cambiadas, especialmente de las reuniones y conferencias de mujeres, ya que teníamos contacto directo con ellas.

 

P.- Sé que junto a tu esposo empezaréis a colaborar con Hillsong en la plantación de iglesias en Buenos Aires (Argentina) y en Sao Paulo (Brasil). ¿Cuáles son los objetivos perseguidos con el establecimiento de nueva obra en estas dos grandes ciudades? ¿Cuál el enfoque que pretendéis darle a la misma, teniendo en cuenta que la obra evangélica es de cierta relevancia en esos países?

Respuesta.- Sí, siempre hemos estado dispuestos a ir a cualquier lugar donde Dios nos llamara. Al haber estado sirviendo bajo el liderazgo directo de Chris y Lucy Méndez por algunos años, los dos de familias argentinas, y saber de sus sueños y conocer su corazón, una vez supimos que iban a ser enviados por nuestra iglesia a plantar algo en Latinoamérica quisimos apoyarlos en este paso y ser parte de lo que va a ser algo increíble para ese continente.

Como iglesia, nos encantaría ayudar a construir una iglesia que pueda ayudar a levantar una nación, tener voz e influencia, y que ayude a levantar a las generaciones. Con legado. Somos conscientes de que presentamos un modelo de hacer iglesia un poco diferente a lo establecido en el último siglo, pero creemos que también es necesario para alcanzar a las personas de este tiempo, y de nuestra generación. Hay mucho terreno aún por cultivar y creemos que Dios quizá pueda usarnos para alcanzar a personas que todavía no han conocido a Jesús, y/o nunca han entrado en una iglesia. Ese es nuestro mayor propósito en estas dos grandes ciudades. Sabemos que ya hay Iglesia allí, pero en comparación sigue habiendo mucha gente que no ha conocido a Jesús todavía. Lo que Dios quiere ver es a su Iglesia trabajando en unidad y queremos ser parte de Su plan para la humanidad; juntos somos mejores y creo que necesitamos crear diferentes estilos de iglesia para alcanzar a personas con diferentes estilos de vida.

 

P.- ¿Os habéis adentrado en la realidad latinoamericana, concretamente en las citadas ciudades, aunque sea mínimamente, teniendo en cuenta que plantar una iglesia en España no debe ser lo mismo que plantarla allí? ¿Sois conscientes que la iglesia debe tener en cuenta la realidad social con toda su problemática de pobreza, corrupción, economía sumergida, etc.?

 

Sara Rivas Jordà.

 R.- Gran parte del equipo son de procedencia latinoamericana y durante este tiempo hemos y estamos trabajando en conocer la realidad de allí en muchos aspectos. Desde la historia de los países, situación política, leyendo prensa y otros factores. También hemos tenido contacto con personas de los respectivos lugares tratando de obtener diferentes puntos de vista de la misma situación.

La Iglesia Hillsong actúa de manera diferente en los diferentes países donde está y trata de ser parte de la solución de Dios a este mundo, tratando de cubrir las necesidades concretas de la ciudad, comunidad o país concreto donde se encuentre.

Si la Iglesia quiere influenciar al mundo y a todas las esferas de la sociedad, incluyendo los lugares y ámbitos donde las cosas no se están haciendo bien, debemos de dejar de quejarnos, salir de nuestras cuatro paredes y llegar a todos estos lugares para llevar luz y que puedan ser transformados en el nombre de Jesús.

 

P.- ¿Piensas que todo misionero debe encarnarse en el lugar donde pretende difundir las Buenas Noticias, tal como lo hizo Jesús?

R.- Por supuesto, y como dijo el apóstol Pablo, 'me hice todo para todos', con el fin de poder llegar, conectar, empatizar y relacionarse con ellos. Es el hecho de estar presente, de preocuparte por las personas, de eso se trata todo: de personas, para eso vino Jesús, para cada uno de nosotros.

Me gusta como la Biblia, en la versión The Message (El Mensaje), habla de la encarnación de Jesús en Juan 14:1 de una manera súper clara: 'La Palabra se hizo de carne y hueso, y se mudó a nuestro vecindario'. Todos formamos parte de un vecindario o barrio, todos podemos ser misioneros allí donde estamos, haciendo real la Palabra de Dios en nuestras vidas, de una manera práctica.

 

P.- ¿Realizas alguna actividad fuera del ámbito evangélico? ¿Tienes amigos que no son creyentes?

R.- Hago una vida de ciudadana normal, y me relaciono con gente de fuera de la iglesia en el ámbito de estudios y laboral, sobre todo. Creo que para un cristiano es esencial tener amigos y conocer a gente que no sea cristiana, salir de nuestra 'burbuja' y ver el mundo real, las personas y saber qué es lo que les hace felices, sus temores, sus sueños y luchas, sus realidades, y tratar de acercar a Jesús a sus vidas. Si las demás personas no nos importan, no podemos pretender que vengan a nuestras iglesias.

 

P.- ¿Crees que la iglesia va a la par de un mundo en constante transformación? ¿Dónde debe ejercer la misma su misión, siguiendo el modelo dejado por Jesús?

R.- Creo que ése es uno de los más grandes desafíos para la Iglesia hoy, el mundo está cambiando a una velocidad vertiginosa.

Cambiar la manera de hacer las cosas no es malo si el mensaje siempre es Jesús, así vamos hacia adelante. El cambio siempre asusta y muchas veces cuesta, pero tenemos que recordar que la Iglesia existe no solo para la comunión y formación de los hermanos, sino para ser la respuesta a un mundo roto y alcanzar a los perdidos.

No se trata de ser 'mundano' o venderse a la sociedad. Vivimos en este mundo en este momento en concreto; por lo tanto, seamos la Iglesia de este tiempo usando lo que hay a nuestro alcance, que no es poco, con el fin de alcanzar a muchos.

 

P.- ¿Está siendo difícil llevar el mensaje del Evangelio a un mundo postmoderno y tendiente a la secularización?

R.- El postmodernismo se caracteriza por el relativismo y porque 'todo vale mientras nos respetemos' .

En cierta manera compartir nuestra fe ahora es mucho más fácil, pero para la gente es sólo otro camino más que lleva a Roma, y ése es el peligro.

El desafío ya no es luchar por la libertad de nuestra fe para reunirnos como iglesia y compartir en nuestra fe. Creo que el desafío de hoy es que los que se llaman cristianos y asisten a una iglesia por causa de la fe, también la vivan en el día a día, la hagan real; no tiene que ser algo raro, religioso y formal, es parte de quien tú eres, por lo tanto debe fluir de una manera natural de lo que dices y lo que no, lo que hablas, cómo hablas, cómo te relacionas, en tus decisiones, en todo.

 

P.- ¿Debemos los evangélicos tener mayor presencia en la esfera de lo público?

R.- Totalmente. Eso sería lo ideal. Tenemos que hacernos oír como iglesia pero también tenemos que aprender a escuchar y respetar a los demás en vez de juzgar y condenar.

Tenemos que hacernos oír, no con palabras, porque las palabras se las lleva el viento; tenemos que hacernos oír a la vez que servimos a nuestra comunidad o ciudad. Las personas no nos van a escuchar hasta que no sepan que realmente nos preocupamos por ellas. Un ejemplo práctico: un hombre viviendo en la calle sin comida no necesita palabras, necesita alimento, y cuando le des de comer entonces te escuchará.

 

P.- ¿Nos importan y estamos utilizando los medios de comunicación para diseminar las Buenas Noticias por todo el mundo?

R.- Creo que a nivel general se hace lo que se puede en cada iglesia, algunas más y algunas menos. La clave es usarlos de la manera correcta, para quién usamos esos medios, para que nosotros nos veamos bien o queremos llegar a una audiencia concreta; si es así, tenemos mucha competencia a nivel de standards y excelencia de lo que hay hoy día en el mundo occidental. Si queremos llegar a personas en nuestros países debemos hacerlo lo más excelente posible, que sea agradable e invite a la gente a querer ver y escuchar.

Creo que todavía se puede mejorar mucho.

 

P.- ¿Aparte de Jesús, tienes un modelo de ayer o de hoy que te estimule a correr la carrera de la fe?

R.- Mis padres, mi familia, mentores y la gente con la que hago vida. Como seres humanos pasamos por las mismas o similares experiencias, y las dificultades pueden ser las mismas, pero con diferente forma o nombre.

Algunos tienen más experiencia y más recorrido en esa carrera, y yo aprendo de ellos, de sus desafíos, de cómo pueden seguir hacia adelante; y otros están en el mismo tramo del camino que yo, diferentes carriles en la pista, pero con las mismas luchas y desafíos. Me inspira cómo, a pesar de lo complicado que a veces puede volverse el recorrido, no se detienen, lo cual me anima personalmente a seguir corriendo; si ellos pueden, yo también.

 

P.- ¿Has oído hablar del Movimiento Lausana que se inició allá por el año 1974?

R.- Sí, en el Instituto de Liderazgo nos hablaron de ese movimiento. Creo que lo que comparten es a lo que debemos aspirar y practicar como Iglesia, entender el momento de la historia donde estamos, en el contexto en el que estamos, sin mirar ni criticar nuestras denominaciones y formas, organizaciones y la gran variedad de ministerios contemporáneos. Como Iglesia debemos unirnos y hacer todo lo que está a nuestro alcance para llevar el mensaje de Jesús a todos, en todos los lugares del mundo. Con música, audiovisual, danza, luces y lo que haga falta, pues no es para nosotros, es para los demás. Básicamente es la Gran Comisión, repensando en nuevas formas para este siglo, siendo fieles al mensaje de Jesús en todo momento.

 

P.- ¿Crees que parte de la misión de la iglesia es compadecerse por los más necesitados? ¿Colaboras con algún proyecto solidario?

R.- Sí, Jesús fue el ejemplo a seguir. Él fue la solución para una humanidad perdida, la iglesia debe de ser la respuesta a un mundo quebrantado.

Colaboramos a corto plazo con proyectos que cubren necesidades concretas de la comunidad determinada donde estamos. A largo plazo colaboramos con Compassion.

Otra vez volvemos a lo de antes, en donde estés ayuda con lo que tienes en tus manos.

 

P.- ¿Consideras que es importante la formación bíblico-teológica tanto a nivel personal como eclesial?

R.- Obvio, no es una cuestión de conocimiento, es una cuestión de transformación mediante la renovación de nuestra mente.

No es una cuestión de teoría, ya que la teología sin acción se queda en nada.

Es básica para el día a día, esencial para conocer a Dios y Sus promesas, planes, para dar respuesta a nuestras cosas cotidianas, para las personas que no conocen a Dios y para la Iglesia, para la sociedad, para edificarnos, para edificar a la comunidad de creyentes, para animar y para presentar defensa a argumentos de otras corrientes filosóficas.

 

P.- ¿Es suficiente la Libertad Religiosa que hasta hoy hemos alcanzado en España?

R.- Personalmente pienso que sí, depende de para qué cosas; la pregunta es si estamos usando correctamente esa libertad, si estamos sacando partido o estamos más cómodos que nunca.

 

Finaliza la entrevista. Gracias, Sara Rivas, por tu amabilidad e interés a la hora de elaborar esta entrevista. Deseamos que Dios los bendiga en esa tarea de llevar el mensaje de Jesús a otras latitudes, donde, con certeza, Él tiene grandes planes de futuro.

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