¿Cómo defendernos cuando nos persiguen?

A veces nuestra fe es puesta a prueba por razones fundadas en falsos planteos. Mientras el Evangelio enseña la persecución como bienaventuranza, los falsos maestros enseñan a matar en defensa propia.

21 DE MARZO DE 2015 · 22:18

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Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.”1

Dijimos al comienzo de nuestro análisis de las bienaventuranzas2 que algunos consideran que son ocho en total, a diferencia de los que sostienen que son nueve. Para estos últimos los versículos 10 y 11 cuentan por dos bienaventuranzas pues comienzan con la palabra ‘Bienaventurados’. Como la supuesta novena bienaventuranza no tiene su recompensa en el mismo versículo –como las ocho anteriores- le asignan la del versículo 12:

Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.”3

Resumiendo: si los últimos tuviesen razón ‘el reino de los cielos’ es de los perseguidos ‘por causa de la justicia’ (verso 10); mientras que los vituperados y perseguidos por causa de Jesucristo (verso 11) recibirían un galardón grande en los cielos (verso 12).

Este planteo interpretativo se basa en una arbitraria división que – en la modesta opinión de este autor– genera más preguntas que respuestas.

Por una razón de orden práctico, dejemos por un momento esa discusión menor para considerar la palabra de Jesús en ese versículo. Es una palabra de ánimo, de consuelo y esperanza para todos los que son perseguidos como ‘los profetas que fueron antes’ que los discípulos.

Vayamos, entonces, al meollo del asunto: si Jesús dice que la persona es bienaventurada por padecer persecución ¿puede ser considerada bienaventurada cuando actúa en defensa propia? Esto es lo que debemos responder con la Palabra en mano.

Para abordar la respuesta sería oportuno analizar algunas cuestiones que hacen a la información pública y privada. Convengamos, en primer lugar, que pocos gobernantes defienden la libertad de prensa. Y, en segundo lugar, que existen empresarios movidos por el afán de lucro y sacan provecho de la libertad de prensa para concentrar poder y dinero. Por defectos de unos o por excesos de otros la gente (nosotros) estamos enrasados por una batalla informática que aturde y enajena.

 

HECHOS QUE PASMAN

Que los medios vendan más publicando noticias que alientan el morbo que buenas noticias, pocos lo dudan. No es noticia que sigan justificándose diciendo que eso es lo que la gente pide.

Donde hay dudas es en la discusión sobre cuáles cosas convienen y cuáles no. Oímos decir que como hay para todos los gustos cada uno es libre de elegir lo que le venga en gana.

Lo cierto es que los titulares de los medios no dejan de mencionar los ataques de grupos de fanatizados entrenados para matar a quienes le viene en gana. Videos de personajes en negro degollando a víctimas en naranja; asaltos tipo comando dejando tendal de muertos; aviones de pasajeros que desaparecen cuyos rastros se encuentran cuando dejaron de ser noticia; incendio de edificios de culto con fieles dentro; ejecución impiadosa de familias enteras por motivos religiosos; abducción de niñas para canjearlas por dinero o armas y someterlas a todo tipo de vejación hasta matarlas, después.

Por el lado ‘menos vendedor’ pero igual de sorprendente está la discriminación, acoso, persecución y expulsión de ciudadanos que no comparten la confesión de sus gobernantes.

Frente a estos hechos los que confesamos el Nombre de Jesucristo como el Hijo de Dios que ha venido al mundo a redimir a los pecadores y nos constituyó en testigos, corremos el riesgo de no saber qué hacer, cómo responder en tales circunstancias.

Vayamos un poco más a fondo en este asunto. Analicemos las dos posibles causas de persecución que Jesús refiere en la octava bienaventuranza.

 

¿A QUÉ JUSTICIA SE REFIERE JESÚS?

1. La justicia humana.

Según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE)4 las seis primeras acepciones del sustantivo femenino ‘justicia’ son estas:

1. f. Una de las cuatro virtudes cardinales, que inclina a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece.

2. f. Derecho, razón, equidad.

3. f. Conjunto de todas las virtudes, por el que es bueno quien las tiene.

4. f. Aquello que debe hacerse según derecho o razón.

5. f. Pena o castigo público.

6. f. Poder judicial.

Las cuatro primeras definiciones se aplican a personas virtuosas, que viven conforme al derecho. Son aquellas que podrían tomarse como ‘modelos’ en cualquier sociedad. Estas personas jamás merecerán que se les aplique la pena o castigo que impone el poder judicial (las dos últimas acepciones del diccionario) en una sociedad con apego por el marco legal.

Basta con meditar un poco para convenir que las numerosas contradicciones que cometemos los seres humanos hablan de la condición pecaminosa que campea en todos los niveles sociales.

Desde los centros de poder controlados por políticos ambiciosos y avaros hasta llegar a los antros más bajos de corrupción humana no domina la justicia arriba definida sino su opuesta: la injusticia. Esta realidad es tan fuerte que lleva a los productores cinematográficos a llevarla a la pantalla (la grande y la pequeña) con filmes y series que exhiben al detalle el crimen organizado. Recientemente, fue noticia el descomunal uso de la banda ancha de los EEUU (equivalente al 45% de usuarios) en el horario en que se proyectaba la serie ‘House of Cards’5.

Paralelamente, y como consecuencia de lo expresado, poco a poco vamos adquiriendo hábitos injustos. Todos corremos riesgos de adoptarlos. Comenzamos por un ‘egoísmo legítimo’: nos ponemos nosotros y a nuestros seres queridos en primer lugar, antes que a nuestros semejantes. Es una actitud natural, de supervivencia, que conocemos como ‘estar a la defensiva’.

En los EEUU es legal ir armado para defenderse de ataques. Es el país con más armas en poder de la ciudadanía. Los candidatos presidenciales enfatizan este derecho para recibir mayor apoyo electoral.

En el código penal de muchos países matar en defensa propia está definido como un acto no pasible de castigo judicial. La difusión de este concepto ha instalado en muchos cristianos la convicción de que las acciones armadas contra los que ellos consideren agresores es una concesión de Dios a sus hijos.

¿Se refirió Jesús a la justicia humana? ¿Podría considerarse ‘más que feliz’ a la persona que padece persecución a causa de vivir decente y honestamente?

Si realmente fuese así:

¿Dónde deberíamos ubicar a la defensa propia del cristiano en las ‘bienaventuranzas’ del ‘Sermón del Monte’?

Son preguntas difíciles de responder razonablemente, pues surgen de aplicar falsas opciones.

Antes de entrar en la segunda fase de este análisis, es necesario dejar bien en claro que Jesús no se refiere como bienaventurados a aquellos transgresores que reciben el castigo prescripto por la Ley y es aplicado por el funcionario del poder judicial. De lo contrario estaría llamando bienaventurada a la persona que por haber transgredido la ley recibe un justo castigo. Sería más que injusto que el reino de los cielos le perteneciera.

El mejor ejemplo de la inconsistencia de los falsos planteos nos lo da el NT en boca de uno de los dos crucificados junto a Jesús. Es el que respondió para acallar la injusta demanda del otro:

Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros.”

Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.

Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.”6

 

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En nuestra próxima veremos si Jesús se refirió a la justicia divina en la octava bienaventuranza. Será hasta entonces si el Señor lo permite.

 

Notas

01. Mateo 5:10,11.

02. ¿Valdrá la pena ser bienaventurados? http://protestantedigital.com/magacin/34358/valdra_la_pena_ser_bienaventurados

03. Mateo 5:12.

04. Ver el diccionario de la RAE http://lema.rae.es/drae/srv/search?id=iXkytO3pjDXX2BO6nxQ0

05. http://ecoteuve.eleconomista.es/series/noticias/6531953/03/15/El-45-del-ancho-de-banda-de-EE-UU-el-pasado-domingo-fue-usado-por-House-of-Cards-en-Netflix.html#.Kku8nHBcVpXHsSh

06. Lucas 23:39-43

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