Osmany Cruz: “No prediques lo popular, sino la Palabra”

Continuamos las entrevistas a predicadores jóvenes de España con Osmany Cruz.

28 DE FEBRERO DE 2015 · 21:20

Osmany Cruz,
Osmany Cruz

Es un gusto seguir con nuestra serie sobre Los predicadores jóvenes de España 2015 hablando con el misionero y autor cubano, Osmany Cruz (36).

Además de servir como conferencista y evangelista itinerante en la península ibérica, el hermano Cruz se dedica a la docencia en la Facultad de Teología de las Asambleas de Dios (La Carlota). “Mi pasión es Jesús –nos comenta Cruz- y todos mis esfuerzos están enfocados en cumplir la Gran Comisión que el Señor dejó a su Iglesia. En la actualidad desarrollo mi ministerio en forma itinerante, viajando por todas partes predicando el Evangelio y ayudando a otros en su crecimiento cristiano”.

Antes de llegar a España, Cruz había sido pastor de varias Iglesias y director del Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios de Cuba. Ya lleva más de dos décadas en el ministerio a pesar de ser tan joven.

Nombre: Osmany Cruz

Fecha de nacimiento: 3 junio 1978 (36 años)

Lugar de nacimiento: San Miguel del Padrón (Cuba)

Estado civil: Felizmente casado y padre de tres hijas.

Ya que somos miembros de la misma iglesia local y formamos parte del mismo equipo de profesores en la Facultad de Teología, tengo la bendición de poder escucharle predicar con frecuencia.

Pasemos, pues, a la entrevista.

Will Graham (WG): ¿Qué hay, Osmany? Me alegro de poder contar hoy en Brisa fresca. ¿Nos puedes decir cómo sabías que Dios te llamaba a predicar?

Osmany Cruz (OC): En realidad nunca pensé que sería un orador público, aunque lo anhelaba. Sentía predilección por la evangelización personal y el discipulado, pero no creía que podría aventurarme a la predicación congregacional o masiva. Fue poco a poco que fui comprendiendo mi llamamiento a la predicación pública. Era algo que ardía en mí, un fuego que me quemaba dentro, un anhelo profundo por servir a través del ministerio de la Palabra.

WG: Sí, conozco ese fuego del cual hablas. ¡Benditas llamas! ¿Dónde empezaste a predicar?

OC: Empecé aceptando predicaciones en la iglesia local y luego otras iglesias locales me comenzaron a invitar y no paró de suceder esto hasta ahora. Todavía estoy sorprendido de que Dios me haya confiado tan santo ejercicio.

WG: ¿Cómo pueden los jóvenes saber si Dios les está llamado a hacer lo mismo?

OC: Creo que Dios pone un anhelo, un deseo sacro por ser Su portavoz. Luego Él confirma el llamamiento a través de la Iglesia. Quiero decir que si eres llamado a desarrollar el ministerio de la predicación, vas a experimentar una pasión más allá de lo natural y serás capacitado divinamente con una habilidad para comunicar las verdades celestiales. Lo siguiente que ocurrirá es que los redimidos verán en ti ese llamado y certificarán tu ministerio.

WG: Sí, es cierto. Esta confirmación por parte de la iglesia local es algo que muchos de los otros predicadores jóvenes han subrayado. Gloria a Dios. No hay llaneros solitarios en el Reino de Dios. Y, a nivel práctico hermano Osmany, ¿cómo preparas un sermón exactamente?

OC: Preparo siempre los sermones en mis tiempos devocionales, en un ambiente de oración y búsqueda espiritual. Obviamente algunos sermones surgen de las maneras más sui generis [de formas excepcionales] como andando por la calle o conduciendo o mientras escucho incluso a otro predicador, lo cual es muy embarazoso, porque tengo que hacer acopio de voluntad para no comenzar a anotar ideas y versículos que llegan a mi memoria y se adueñan de mi espíritu.

WG: ¿Y quiénes son algunos de tus héroes en la fe?

OC: Tengo una lista grande, así que sería difícil decirlos todos. Pero siento propensión por aquellos hombres y mujeres que no sólo han sido predicadores del Evangelio sino que han afectado a su mundo con una vida a la semejanza de Jesús. Entre ellos destacan siempre en mi memoria los que han sufrido por su ministerio y aun así han acabado la carrera con gozo.

WG: ¿Podrías darnos algunos ejemplos?

OC: Pues, sí, pienso en hombres y mujeres de la estatura de: William Carey, Peter Cameron Scott, Hudson Taylor, Jonathan Goforth, Robert Moffat, Christian David, Hector McMillan, C.T. Studd, John Gibson Paton, Robert Morrison, David Livingstone, Adoniram Judson, David Brainerd, John Wesley, D.L. Moody, Charles Spurgeon, Billy Graham y podrá seguir…

WG: Genial. Se nota que tienes un celo misionero por los nombres que aparecen en tu lista. Siguiente pregunta: ¿en qué consiste, para ti, un buen predicador?

OC: Para ser un buen predicador hay que ser primero un cristiano auténtico: alguien que vive su vida a la semejanza de Cristo, que tiene un carácter transformado por la gracia de Dios y tanto su obrar como su andar son puros. En el púlpito ha de ser natural, apasionado, ético, bíblico, sobrio, ordenado. Debe conectar a la congregación, transparentar amor y una actitud de darse por otros. Tendrá que ser expresivo, comunicar las verdades eternas con profundidad. Por tanto, el éxito de su sermón estribará en un 90% por lo que haga antes de subir a la plataforma.

WG: Gracias, Osmany. ¿Y cuáles son algunos de los peligros que los predicadores enfrentan?

OC: Los peligros siempre asechan. Ya sea el miedo escénico a hacer el ridículo al principio de una carrera ministerial como confiarse porque ya se lleva tiempo en el ministerio y no prepararse debidamente para exponer el mensaje de la Palabra.

WG: ¿Algo más?

OC: Luego está el peligro de la vanagloria o de los motivos erróneos por los cuales entregar un mensaje. El peligro a predicar lo que sea popular y no la Palabra santa que a veces puede raspar conciencias para poder curarlas. Hay que estar vigilantes. No podemos fiarnos de nosotros mismos, debemos morir cada día.

WG: ¿Y cuáles son los grandes desafíos del cristianismo contemporáneo en España?

OC: Debemos alejarnos del síndrome de la Bella Durmiente, un cristianismo que está dormido esperando al Príncipe. Debemos seguir esperando al Príncipe, pero no dormidos, sino trabajando, actuando, viviendo como Jesús, sanando a la gente, siendo fervorosos y santos. Tenemos un desafío formidable a ser bíblicos. Evitemos intentar mejorar el mensaje del Evangelio porque la Palabra no puede ser mejorada, sólo debe ser predicada.

Predicar la Palabra tal cual y no fascinarnos con las charlas de moda o la fraseología del mundo. Tenemos el desafío de ir fuera de nuestros edificios y brillar con la luz de Jesús. Dejar a un lado el activismo eclesial de hacer muchas cosas para estar entretenidos y centrarnos en los propósitos de Dios para ser eficaces.

WG: Amén. Comparto tu preocupación. Para ir acabando, querido hermano, ¿qué consejo darías a un predicador joven leyendo esta entrevista en Protestante Digital?

OC: Mis consejos para predicadores jóvenes serían: vive en un constante romance con Dios. Apasiónate con un servicio abnegado y comprometido a favor de los santos y de los perdidos. Lee tu Biblia tanto que puedas: es tu manual de fe y práctica cristiana. Lee libros, ilústrate, no podrás decir o enseñar lo que no sabes. Spurgeon leía cinco libros por semana. De ahí su insondable caudal de ilustraciones y pensamientos audaces. Sé fervoroso, diligente, bíblico. Ama tu ministerio, pero por encima de todo ello, ama a Aquel que te tuvo por fiel para ejercerlo.

WG: Muchas gracias por tu tiempo hoy. Nuestro Padre te siga respaldando en todo. ¡Adelante!

* La semana que viene estaremos conversando con: Oscar Pérez (Valencia)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Brisa fresca - Osmany Cruz: “No prediques lo popular, sino la Palabra”