¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! Pagando la cuenta del mesonero

Pido a mi Dios, a ese precioso Dios al que sirvo y por el que he dejado todo atrás, que no me permita ser jamás como los sacerdotes y levitas antiguos y modernos.

01 DE MARZO DE 2015 · 12:45

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Regresaba a casa un poco más temprano de lo normal,

Cuando vio que sobre él venían tres.

Y navaja en mano le atacaron sin contemplación,

Le dejaron inconsciente bajo el sol.

 

Y camino de la iglesia iba el pastor poco después,

La reunión ya estaba a punto de empezar.

Iba tarde y discutiendo con su mujer,

Intentando no perder su autoridad.

 

Ay! Si el Maestro nos hiciera recapacitar.

Piénsalo!! Piénsalo!!

 

Tres minutos más y el líder de alabanza apareció,

Dos teclados, siete cables y un atril.

Y, aunque sí le pareció ver algo rojo bajo el arcén,

Prefirió pasar de largo y de perfil.

 

Un gitano despeinado que pasaba por ahí,

No sabía ni leer ni escribir.

Pero al ver el panorama le dolió el corazón

Y acercándose al hombre le ayudó.

 

Ay!! Si el Maestro nos volviera a contar

Alguna historia que nos hiciera recapacitar…..

Marcos Vidal

Siempre me encantó esta preciosa canción, siempre me hizo pensar muchísimo y siempre me dolió profundamente el corazón, el poder comprobar como la historia se repite una y otra y otra vez... siempre!!

Es increíble como el más grande Maestro y Comunicador de la historia, a través de algo como las parábolas, enseñaba y sigue enseñando lecciones impresionantes a las que todo el mundo puede acceder, comprender y, si quiere, tener en cuenta.

Me toca las más profundas entrañas la Parábola de “El buen samaritano”. Lo peor es que no para de repetirse.

En aquella ocasión quien pasaba por delante de un hombre agredido, despojado, herido, ensangrentado y medio muerto, era un sacerdote. No entiendo demasiado qué es lo que tenía dentro de sí, se supone que era un hombre que servía a Dios y, quizá, como el pastor de la canción tenía que abrir el Templo o no llegar tarde, dar el más maravilloso ejemplo..... Simplemente la Biblia nos dice que pasó de largo. Lo siento!! pero no soy capaz de comprenderlo ni de identificarme, no puedo!!!

El siguiente que pasó por allí y vio aquella dolorosa escena era un levita, se supone que también servía a Dios, no es cierto?... Servía qué??..... Ah!!, casi se me olvidaba, la ley!!, la ley!!.... Si tocaba a aquel pobre hombre se volvía impuro y no podría ministrar y también prefirió pasar de largo. Lo siento!! pero me están entrando ganas de vomitar!!

El tercero en cuestión era un proscrito, un auténtico proscrito para el pueblo judío, un samaritano. Un buen hombre que, en palabras de la Escritura “...fue movido a misericordia”.

Me encanta como lo dice la Palabra de Dios:

Pero un samaritano que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón y cuidó de él. Otro día, al partir, sacó dos denarios y le dijo: cuídamelo; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese” Lc. 10: 33-35.

Ni una sola palabra tiene el menor desperdicio, todas y cada una de ellas demuestran cariño, amor, ternura… Algo que parece casi extinguido como la compasión… Simplemente me conmueve.

Pero no puedo con la actitud del sacerdote y el levita, mucha ley y mucha historia. Ay!! Ay!! Ay!! Ay!!... No vayamos a desobedecer a Dios, a llegar tarde, a contaminarnos… Dios!!!... Perdón, dónde queda el prójimo?? Lo más terrible para mí es que la historia se repite cada día a lo largo y ancho de este mundo y mundo cristiano una vez tras otra. Por supuesto que hay personas maravillosas, gente de Dios preciosa que sí se bajan y sí tienen misericordia, pero va a ser que yo estoy más que harta de ver todo lo contrario y además justificado de un modo “extraordinario”. Y como eso, miles de cosas más. Lo siento!! me siguen dando auténticas nauseas y de las de verdad, no estoy hablando metafóricamente, es que realmente me pongo mala físicamente, además de rompérseme todo y todos los esquemas por dentro.

Qué bien lo explica la canción de Marcos Vidal, a qué si??...... El pastor tenía prisa, iba bien poco preparado para adorar, iba discutiendo con su mujer sobre la autoridad... Y luego el líder de alabanza.... Todo a punto, los teclados, todito de todo y todo el mundo a alabar, a cantar....... Me siguen dando auténticas ganas de vomitar. La cultitis, una ley que cumplió el Señor por nosotros y muchos parecen desconocer la palabra GRACIA!!!!

Todo correcto, por favor! eso sí!......... Y el herido??... y el agraviado??... Y el qué está sufriendo??..... mejor pasamos de largo, no es cierto??

Tengo millones de faltas, millones!! y pido al Señor que me ayude y el viejo hombre sigue ahí jugándome malas pasadas. Pero pido a mi Dios, a ese precioso Dios al que sirvo y por el que he dejado todo atrás, que no me permita ser jamás como los sacerdotes y levitas antiguos y modernos. Que mi Señor me ayude a sentir la más profunda misericordia por quien me necesite!! Y si llego tarde a la reunión me va a importar muy, pero que muy poco, y si me “contamino”, más de lo mismo; porque la Ley de mi Señor se resume en dos mandamientos:

AMARÁS A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y AL PRÓJIMO COMO A TI MISMO” Y si no cumplo con eso, puedo tocar “todas las flautas que quiera o pueda”. Puedo “cantar las más maravillosas lenguas angelicales” o lo que sea, que simplemente será “Como metal que resuena o címbalo que retiñe”. Y, va a ser que no quiero ser así.

Pido a mi Dios que me ayude a, simplemente……….

SER COMO CRISTO, SER COMO CRISTO,

HAZME, OH DIOS!!, SER COMO ÉL.

EN ESTA VIDA Y HASTA LA GLORIA,

HAZME, OH DIOS!!, SER COMO ÉL.

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