¿Puedes ver a Dios?

Moisés rogó para ver la gloria de Dios; y obtuvo esta respuesta: “No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.” ¿Cuándo y cómo veremos a Dios?

22 DE FEBRERO DE 2015 · 09:50

,

Decíamos en la nota anterior que los ojos humanos no pueden ver a Dios porque Él es un ser espiritual1.

Pero, pareciera que las Escrituras nos contradijesen cuando relata el diálogo entre Moisés y Jehová:

Te ruego que me muestres tu gloria. Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.

Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.” 2

Según este relato del AT Jehová tapó con ‘su mano’ la hendidura en la piedra donde estaba Moisés para que solo viese sus ‘espaldas’. Entonces nos preguntamos: ¿Es antropomorfo Jehová?

No recuerdo haber leído de alguien que muriese por ver el rostro de Dios. Muchos estudiosos han investigado este tema. Hay quienes sostienen que el texto ya citado contradice a Jacob cuando exclama: “Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.” 3.

Sin embargo, otros respetables comentaristas bíblicos nos dejaron valiosos escritos al respecto; de ellos mencionaré solo uno titulado “Jehová es Jesús”4 que fundamenta esta afirmación con una muy interesante exégesis. Vale pues la pena invertir tiempo y reflexionar al respecto.

También se ha dicho que todos los seres humanos nacemos muertos en delitos y pecados y que, en tal condición, es imposible ver a Dios5.

Sin embargo, Jesús enseñó en el ‘Sermón del Monte’ que los de limpio corazón son bienaventurados “porque ellos verán a Dios”6.

¿Cuándo y cómo se cumple esta promesa?

 

PERSONAS QUE VIERON A DIOS

Revisando el NT encontramos una lista de personas del AT que creyeron a Dios aunque no llegaron a ver aquello que les fuera prometido7.

¿Por qué no les fue permitido? La respuesta la tenemos al final del capítulo 11 de la Epístola a los Hebreos:

no recibieron lo prometido; proveyendo Dios alguna cosa mejor para nosotros, para que no fuesen ellos perfeccionados aparte de nosotros.”8

Así, las figuras que aquellos representaban respecto del Plan de Dios por la eternidad se hicieron realidad en la persona de Jesucristo, el Enviado de Dios a la humanidad.

Mencionamos también que, en presencia de Sus discípulos, dirigiéndose a Felipe:

Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre? ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí?”9

A pesar de convivir prácticamente tres años con el Maestro, Felipe aún no disfrutaba de esa visión superior que Jesús refiere. Sin embargo, poco después todo cambiaría cuando Él les manifestase:

Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado. Permaneced en mí, y yo en vosotros.”10

Notemos bien: la limpieza de los discípulos no fue solicitada ni reclamada.

Con la sola excepción de Judas Iscariote ellos fueron limpiados por acción única y directa de la Palabra que Jesús, el Verbo encarnado, había compartido con ellos. Esa Palabra viva actúa como limpiador en todos los que permanecen en Cristo, porque Cristo permanece en ellos.

En su oración póstuma antes de ofrecerse en voluntario sacrificio para expiación de nuestros pecados, Jesús habla a su Padre y le dice:

He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 

Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.

Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos.

Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.

Más no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.”11

Las personas que guardan la Palabra de Dios son santificadas. La acción santificadora de la Palabra viva es similar a la limpieza permanente. Entonces, con corazones y mentes limpios pueden ver a Dios por la fe que provee Su gracia.

El Espíritu de Dios desea revelarse a toda persona que ha sido traída a Jesucristo por el amor del Padre. Las tres personas de la Deidad trabajan en perfecta armonía para limpiar a los bienaventurados.

Hay muchos que asisten a los cultos de su congregación. Y bien que hacen. Sin embargo, si preguntásemos al azar: ¿Has visto tú a Dios? no faltaría quienes nos mirasen con un gesto de incredulidad.

No en vano está en Apocalipsis ese pasaje en el que se nos muestra al Señor tocando a la puerta de la persona que no ‘es fría ni caliente’. Él está llamando porque le han dejado fuera12; otros intereses, trabajos, familia, amores, ocupan todo nuestro corazón, mente, voluntad y tiempo dejando fuera al Señor.

Estando Él tan cerca de ti ¿perderás la ocasión de ver hoy a Dios?

Él desea ser Uno contigo, como siempre lo fue, es y siempre será con el Padre. Te ha elegido para que seas testigo de su gran amor; real agente de cambio en tu hogar, tu familia, tu barrio, tu ciudad.

Él desea ser el mejor huésped de tu vida.

Enamórate de Jesucristo y no le dejes ir por nada del mundo. Entonces verás a Dios cada día de tu vida como en un espejo13, y le verás cara a cara por la eternidad14.

 

-----ooooo0ooooo-----

 

En nuestro próximo artículo analizaremos la séptima bienaventuranza: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.” Será hasta entonces, si el Señor lo permite.

 

Notas

 

Ilustración. Fuente: academiasdeljardin.blogspot.com Importante: todas las negritas en los textos son énfasis del autor.

01. http://protestantedigital.com/l/magacin/636/Agentes_de_cambio

02. Éxodo 33:18-20. Compárese con Juan 1:18 y 1ª Juan 4:12.

03. Génesis 32:30.

04. MIAPIC, Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana; http://www.miapic.com/jehova-es-jesus

05. Efesios 2:1, 5; Colosenses 2:13.

06. Mateo 5:8.

07. Hebreos 11:39.

08. Ibíd. 11:39b, 40.

09. Juan 14:8-10.

10. Ibíd. 15:3,4a.

11. Juan 17:6-21.

12. Apocalipsis 3:20-22.

13. 1ª Corintios 13:12.

14. Apocalipsis 2:3,4. Siempre me emociona cantar el himno de la compositora cristiana Carrie E. Ellis Breck (1855 – 1934) del que cito primera estrofa y coro:

En presencia estar de Cristo,

Ver su rostro ¿qué será?

Cuando al fin en pleno gozo,

Mi alma le contemplará.

Cara a cara espero verle,

más allá del cielo azul,

cara a cara en plena gloria,

he de ver a mi Jesús.”

 

 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Agentes de cambio - ¿Puedes ver a Dios?