Hélder Favarin: “Cristo es la respuesta”

Seguimos, pues, con nuestras entrevistas sobre la predicación encontrándonos hoy con este joven predicador establecido en la ciudad de Granada.

21 DE FEBRERO DE 2015 · 20:45

Helder Favarin.,
Helder Favarin.

Después de hablar con Pedro Blois (31) en Granada la semana pasada, ahora nos encontramos con otro ministro joven de la misma ciudad, esto es, Hélder Favarin (32).

Favarin (brasileño de nacimiento) sirve como misionero vinculado a SEPAL España. Es pastor de C29 Granada, director y evangelista del ministerio juvenil 180 Global, miembro de la junta internacional de Mission Net y forma parte del liderazgo de Red Timoteo. Viaja bastante como conferencista y predicador itinerante.

He coincidido con el hermano Favarin en un par de ocasiones y se caracteriza por su humildad, cercanía y corazón pastoral. Tiene una gran carga en el corazón por los jóvenes de este país de España. Tanto él como yo escribimos semanalmente en Evangelical Focus.

Seguimos, pues, con nuestras entrevistas sobre la predicación.

Will Graham (WG): Saludos de nuevo, Hélder. Gracias por estar con nosotros hoy en Brisa fresca. Para empezar, ¿cómo sabías que Dios te llamaba a predicar?

Hélder Favarin (HF): Tenía más o menos 17 años cuando una convicción, una pasión y un deseo interior por predicar crecía dentro de mí y no podía resistirlo. Veía y escuchaba a predicadores y quería hacer lo que hacían ellos. Sentía (y sigo sintiendo) no sólo un deseo que era mayor que yo mismo –algo sobrenatural- pero sí una necesidad de hacerlo. Al mismo tiempo, cuando predicaba veía que me sentía más vivo que nunca. Era como si claramente me sintiera invitado y confirmado por Dios a dedicar mi vida a hacerlo. Y es como me siento hasta el día de hoy.

WG: ¿Y con cuántos años empezaste a predicar?

HF: Con 18 años.

WG: ¿Y cómo pueden otros jóvenes de 18 años (más o menos) saber si Dios les está llamado de la misma forma que te llamó a ti?

HF: Creo que la principal indicación es la convicción interior puesta por el Espíritu Santo de que debes hacerlo. Fue el influyente predicador inglés del siglo XIX, Charles Spurgeon, quien dijo: “Si puedes hacer otra cosa que no sea predicar, hazlo”. Si eres llamado por Dios para hacerlo, querrás hacerlo, necesitarás hacerlo y soñarás con hacerlo.

WG: Sí, señor. Sigue, por fa…

HF: Creo que es importante la confirmación de la Iglesia también. Los cristianos maduros, al verte predicar, confirmarán que Dios te ha dado ese don y que tienes las calidades necesarias para hacerlo (calidades que se irán desarrollando con el tiempo). Es importante destacar la diferencia entre tener la oportunidad de predicar a veces (lo que todos los cristianos en realidad podrían hacer) y el llamamiento específico a hacerlo, y por lo tanto, enfocar tu servicio al Señor en esta área.

WG: Sí, la confirmación por parte de la Iglesia es algo que Pedro Blois destacó la semana pasada también. Dijo: “Todo ministerio es confirmado en la comunión de la Iglesia”. Genial, Hélder. Pues, a ver, ¿cómo sueles preparar un sermón?

HF: Generalmente hago lo siguiente: comienzo a orar por la dirección de Dios para elegir el pasaje o que Dios me hable a través del pasaje que me ha sido asignado. Luego lo leo varias veces y empiezo a formar en mi mente una estructura general del sermón. Después estudio diferentes comentarios y sermones relacionados con el pasaje (o el tema) sobre el cual predicaré.

HF: ¿Y haces apuntes?

WG: Sí, hago apuntes de las ideas importantes, puntos centrales, ilustraciones que me vienen a la mente y otras cosas interesantes que aprendo en el estudio, etc. Busco frases y citas, estadísticas, ilustraciones de películas, canciones o incluso mi vida personal, etc. que podré usar. Finalmente hago un bosquejo de los puntos principales que llevo conmigo a la hora de predicar. También hago una presentación en Powerpoint y suelo usar imágenes vídeos o canciones que ilustran el contenido y conectan con las personas que escuchan el mensaje.

 

Hélder Favarin: “Cristo es la respuesta”

 WG: ¿Y lo haces todo en un mismo día?

HF: No, prefiero hacerlo todo a lo largo de varios días para no estar trabajando un solo día en el sermón. Prefiero masticar las ideas, reflexionar, orar y afinar los detalles.

WG: Ok. ¿Y quiénes son algunos de tus héroes en la fe?

HF: Destacaría a los predicadores y especialmente los evangelistas como Billy Graham, George Whitefield, John Wesley, Martyn-Lloyd Jones y otros. Me encanta leer las biografías de las personas que Dios ha usado de forma extraordinaria a través de la predicación. Dado que mi llamamiento personal es el de evangelista –predicando la buena noticia de Cristo a los no creyentes- me siento inspirado y desafiado por otros evangelistas. Billy Graham es el predicador que más ha influido en mi vida. Al mismo tiempo Tim Keller es el predicador que más escucho hoy por su enorme habilidad de conectar con no creyentes y creyentes simultáneamente. Lo hace en cada mensaje en un contexto urbano y pos-cristiano.

WG: Has nombrado a muchos predicadores excelentes. ¿En qué consiste, para ti, un buen predicador?

HF: Creo que todo comienzo con nuestro carácter y nuestra relación personal con Dios. El predicador (o la predicadora) debe, en primer lugar, amar de verdad a su Maestro y cultivar una relación íntima con Él. Debe también cuidar su carácter, buscando la gracia del Señor y el poder del Espíritu, una transformación interior constante, deseando ser cada día como Cristo.

WG: ¿Y es importante el estudio para el predicador?

HF: Creo que la persona que predica será más eficaz si abraza con excelencia su llamamiento y procura aprender constantemente. El estudio bíblico, teológico, cultural y de la comunicación es esencial. Además es importante escuchar con frecuencia a otros comunicadores para aprender de ellos y desarrollar tu propio estilo. Se trata de servir de la mejor forma que podamos. Busquemos fidelidad y fruto; no aplausos ni popularidad.

Destaco también la importancia de conocer la audiencia a la que estamos predicando. Como decía el conocido teólogo suizo Karl Barth a sus alumnos: “Tened la Biblia en una mano y el periódico en la otra”. Es el trabajo del predicador usar toda la creatividad que Dios le ha dado para comunicar con la mayor excelencia posible las verdades eternas de las Escrituras. Sabemos que Cristo es la respuesta, pero es nuestra responsabilidad conocer las preguntas de hoy en día. Si creemos que realmente tenemos el más extraordinario mensaje, entonces deberíamos utilizar todos los medios posibles para cumplir con esta misión. Necesitamos estar presentes en los Areópagos de nuestra sociedad. Como escribió John Stott, hace falta practicar la doble escucha: escuchar la Palabra de Dios con un oído y al mundo con el otro. Así podremos construir puentes para que la gente sea impactada por la eterna Palabra de Dios.

WG: Y en tu opinión, Hélder, ¿cuáles son los grandes desafíos y las grandes necesidades del cristianismo contemporáneo?

HF: Amar. Amar radicalmente. Amar a tu Señor, Maestro, Rey, Novio y Amigo como el resultado de querer obedecerle en todo. Amar a las personas con el amor tan espléndido con el cual hemos sido amados por Dios. Amar a la gente más que a nuestras tradiciones. Estar dispuestos a revisar y cambiar lo que hacemos y cómo lo hacemos (siempre y cuando seamos fieles a la Biblia) a fin de alcanzar a las personas que amamos.

WG: ¿Algo más?

HF: Destacaría también la promoción de la unidad entre los cristianos en Cristo. Él oró al Padre para que fuéramos uno como Él y el Padre son uno (Juan 17). Si escuchamos el corazón de nuestro Señor, escucharemos Su deseo y Su petición al Padre. Si amamos a Jesús, trabajaremos para vivir de acuerdo a la unidad que como cristianos que tenemos por Su muerte y resurrección.

WG: Muchas gracias, hermano. Pues, ahora la última pregunta entonces: ¿qué consejo darías a un creyente joven que nos está leyendo hoy en Protestante Digital?

HF: ¡Sigue el ejemplo del Maestro y crea un paréntesis en tu día para estar a solas con Dios! Hoy más que nunca estamos bombardeados por voces con ‘v’ minúscula (sobre todo en las redes sociales). Debemos ser disciplinados para ser sensibles a la presencia de Dios en nuestras vidas y así escuchar la Voz con ‘V’ mayúscula. Conoce y ama al Señor. Permite que Él te transforme, te santifique y te ayude a amar a otras personas. Ama al Señor y a otras personas. Todo lo demás es secundario.

También le animaría a no tener miedo de innovar, revisar y cambiar formas y modelos. Aprende a distinguir lo que es enseñanza bíblica y lo que son costumbres y tradiciones. Cuando sea necesario a fin de conectar con la sociedad de hoy, sueña, crea, trabaja, impacta, predica y haz cosas de manera innovadora y relevante. No estamos para agradar a la gente ni mantener el estatus quo. Estamos para obedecer a Cristo y alcanzar a los que están perdidos.

WG: Muchas gracias, hermano, por tus consejos. Qué tengas un día maravilloso y qué sigas dando a conocer la gloria del Dios del Evangelio. Un abrazo fuerte en el amor del Salvador.

* La semana que viene estaremos conversando con: Osmany Cruz (Córdoba)

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