Cartas en diciembre (3)

La risa del hombre moderno ha perdido el temor de Dios.

21 DE DICIEMBRE DE 2014 · 07:00

La careta de la felicidad. / Felix atsoram.,
La careta de la felicidad. / Felix atsoram.

El que ríe el último, eres Tú

Querido Padre:

Vuelvo a escribirte estas líneas, que apenas te distraerán unos minutos de tu precioso tiempo, porque aparte de rendirte tributo, Dios mío (invisible evidente) hacedor de todo lo perfecto y bueno, cuando estoy agobiado, y desalentado por lo que veo en este mundo y en estos días, que dícese se recuerda el nacimiento de tu Hijo, tú descansas mi cuerpo, calmas mi alma y me haces sonreír desde el corazón. Ordenas mis cacaos mentales y me desasosiegas por dentro. Y así, sereno y sintiéndome habitado, me es más fácil pensar las cosas y hacerlas contigo dentro.

Tú eres el que me hace lo mejor de yo, el que me pone en contacto con mis sueños y fortaleces a regalarme, siendo más amable, más amante a intentar humanizar mi pequeño mundo, a trabajar para que haya más justicia, más paz, más amor… Contigo, Señor, mi vida se llena de misión.

Desde la ventana de mi habitación de la Facultad, percibo que la ciudad está de fiesta, ríe. Es noche de Martes, el 350º (Tricentésimo quincuagésimo) día del año así que quedan 15 días para finalizar el año, 9 días para la Natividad. Dentro de unos días muchos tendrán sus ganadas vacaciones. La mayoría cobrará su salario mensual y muchos, incluso, una paga extra. Se tendrá dinero fresco en el bolsillo. Las diversiones abundan. Los programas de ocio y vacaciones proliferan, las ofertas para disfrutar son cuantiosas. En las principales ciudades se montan los circos y los payasos hacen piruetas y chistes: en la televisión los programas cómicos tratan de arrancar las risas del ignoto auditorio y por las dudas, hacen sonar las cintas de los efectos especiales o los anuncios luminosos: “ahora, risas… ahora, aplausos” para hacer creer que los cómicos dicen cosas agudas.

En las zonas más comerciales de la ciudad, las “shopping nights” los “Viernes Negros” los engalanados Centros Comerciales, donde están los cines y los teatros, las carteleras y prensa anuncian las obras de éxito. Muchas son de sexo, muchas son de violencia, muchas de ocultismo, muchas con temas futurísticos de ciencia ficción. Muchas, muchas otras son cómicas. Piezas teatrales o películas destinadas a hacer reír. Reír mucho, reír hasta hacer saltar las lágrimas. Reír hasta la embriaguez, el vértigo, el frenesí. Reír –ahora sí me río yo  por leer que quizá el Club de Fútbol más rico del mundo, para ser aún más y tener mayor influencia, no duda quitar la pequeña cruz que culmina la cúspide de la corona que hace del Madrid, por derecho histórico, que sea Real Madrid, porque molesta a los musulmanes que van a patrocinar con dinero, más cosas del Club ¡me hará reír tal majadería, si a la corona del escudo le añaden “la media luna”!; reír para ver si es posible olvidar que hay motivos para llorar.

Desde el Corazón” debes saber, Padre, que el hombre moderno, a pesar de todo ríe. Yo lo oigo especialmente en estos festivos días, con risa desdeñosa, impía, incrédula, burlona, sarcástica. Se ríe de Ti, se ríe del infierno, se ríe de la moral y de la justicia. Es una risa humana y humanista, irreverente y escéptica, displicente y cínica. La risa del hombre moderno que ha perdido el temor de Dios.

No saben lo que Tú nos has enseñado: “la sabiduría clama en las calles; alza su voz en las plazas. Clama en los lugares más concurridos; en las entradas de las puertas de la ciudad pronuncian discursos. ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza y los insolentes se complacerán en la insolencia, y los insensatos aborrecerán el conocimiento?... por cuanto llamé, y no quisiste oír, extendí mi mano, y no hubo quien atendiese, sino que desechasteis todo consejo mío, y no aceptasteis mi reprensión, también Yo me reiré de vuestra desgracia… y me burlaré cuando os sobrevenga lo que teméis”.

Tremendas palabras son estas. Y éstas las proclama en mismo Mesías que nació en Belén. Hoy el hombre, puedo oírte decir, puede burlarse de Mí. Burlarse de mis enseñanzas de mis mandamientos de mi evidente presencia en mi Encarnación, de mi Sacrificio. Hoy puede el hombre moderno infatuado de sus conquistas científicas y filosóficas desdeñar a Cristo. Pero ¿qué será mañana?; ¿qué será cuando venga aquello que todo hombre secretamente teme; la muerte y el juicio? “yo me reiré de vosotros”; sé que dices en tu Palabra.

Hoy en día, ahora es el momento de poner seriedad a la vida, y reconciliarnos contigo; yo, querido Padre, por tu Gracia estoy relacionado contigo, y me digo: ¿qué esperan los hombres?.

Gracias por ser yo tuyo.

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