Nostalgias y recuerdos de Navidad

Pude descubrir el verdadero significado de la Nochebuena, cuando yo mismo tuve mi encuentro personal con ese buen Dios y Padre Celestial.

24 DE DICIEMBRE DE 2014 · 18:00

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Frecuentemente recuerdo las épocas de Navidad en mi indefinida familia. Mi padre era un hombre como los de antes, un trabajador empedernido pero refugiado en su mundo y en los malos recuerdos de una indeseada guerra civil que marcó su vida. Mi querida madre luchó todo lo que pudo y más para sacar adelante a sus siete hijos en medio de muchos avatares y penurias económicas. Mis hermanos, cada uno de ellos, un mundo en sí mismo y unas historias muy peculiares que podría contarles y no dejaría de sorprenderles.

Les aseguro que podría publicar una impresionante novela acerca de mi azarosa familia, pero lo dejaremos para otra ocasión. Recuerdo muy especialmente las Nochebuenas de aquellos tiempos (en los años sesenta) y los dramáticos reencuentros entre mi padre y algunos de mis hermanos con quienes mantenía fuertes desavenencias por diferentes cuestiones. Mi madre siempre procuraba organizar esos inesperados encuentros para, de esa manera, poder disfrutar de la compañía de sus hijos y propiciar, el día de Nochebuena, la tan anhelada reconciliación entre ellos y mi padre. Yo mismo suspiraba por el éxito de esos encuentros altamente emocionales y emocionantes.

Al final, todos acabábamos llorando a lágrima viva, viendo a mis hermanos y a mi padre fundirse en un agitado y vibrante abrazo, al que se unía mi madre y nosotros los más pequeños de la casa (mi hermana y yo). Durante el resto de la noche comíamos lo que podíamos y degustábamos el turrón y el cava de rigor, acabando con algunas nueces y una copita de anís del mono. Por supuesto que cantábamos todo tipo de coplas de la época, donde tampoco podían faltar los villancicos populares. Después de esta emotiva fiesta de Navidad, nos despedíamos hasta volvernos a encontrar de tanto en tanto, y de esta manera pasábamos nuestra peculiar Nochebuena.

Mucho tiempo después pude descubrir el verdadero significado de la Nochebuena, cuando yo mismo tuve mi encuentro personal con ese buen Dios y Padre Celestial, que desde siempre me había estado esperando para restaurarme y limpiar mi atribulada alma de numerosas heridas y de infinidad de pecados que me habían alejado de Él. A partir de entonces, y hasta hoy mismo (más de cuarenta y tantos años después), he podido disfrutar de una Vida Nueva y de una Navidad permanente que ha transformado mi vida y mi destino para siempre...

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - El Tren de la Vida - Nostalgias y recuerdos de Navidad