Celebrar con arte, emoción y compromiso

La esperanza del desierto es el árbol. El deseo de la tierra cuarteada es la lluvia. La voluntad profunda de la gente es tener alegría con integridad. Ser tocada por un bocado de belleza que haga vibrar, estremecer, trayendo lágrimas a los ojos y una sonrisa a los labios en un momento de abandono de las palabras y vacío sin fin. Más el vacío no es solo vacío, es espacio de encuentro con las profundidades y con aquello que nos hace reír y llorar. Bello es aquello que nos reconcilia con nosotros mismos, lo que nos expande y nos revela partícipes de la humanidad y del universo en expansión. Bello es lo que nos estremece por dentro, lo que nos aproxima con intensidad de intimidad. Bello es lo que nos hace sentir completos.