Ofrendas del chileno Luis Cruz Villalobos

Tres de los textos que ahora les presento tienen que ver con la Pasión, muerte y Resurrección de nuestro Amado galileo.

19 DE ABRIL DE 2014 · 22:00

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Luis Cruz Villalobos.

Lo comenté en otra oportunidad: de tanto en tanto recibo envíos de un destacado “proveedor” poético. Me refiero al hermano Samuel Escobar, hombre que tiene la llave de la Palabra, no sólo por ser teólogo sino también porque transita las sendas de la mejor poesía de aquende y allende. El pasado miércoles me adjuntó el PDF de un breve poemario titulado “Cantos benedictinos” (Hebel Ediciones, Colección Arte-Sana, Santiago, Chile, 2014), cuyo autor es Luis Cruz Villalobos. El correo venía, entre otros considerandos, con el siguiente mensaje: “Del Chile castigado por el incendio me ha enviado esto un buen militante evangélico. Me pareció que a Ud. le gustaría verlo”. Y claro que leí los doce poemas contenidos en esta Arca de ofrendas. Como en el libro no había datos sobre su autor, busqué en la Red, encontrando que es autor de varios libros de poesía, entre ellos “Dios Mendigo” (2011), así como ensayos bíblico-literarios y de su propia especialidad. Y es que, además de poeta y artista plástico, es psicólogo clínico y dirige el Centro de Investigación de Resiliencia y Espiritualidad (CIRES). En el plano eclesial es ministro presbiteriano, miembro de la Fraternidad Teológica Latinoamericana y está culminando un doctorado en Teología. De otro libro suyo, titulado “Haykus al cielo” (2012), anoto el número 34, donde le dice a Dios: Mi poeta eres Yo sólo un aprendiz De tus estaciones CUATRO POEMAS DEL NUEVO LIBRO Tan reciente es la aparición de “Cantos Benedictinos” , que dio tiempo a su autor quiso dedicarlo a los habitantes de Valparaíso, ciudad donde las llamas calcinaron cerca de tres mil viviendas. Tres de los textos que ahora les presento tienen que ver con la Pasión, muerte y Resurrección de nuestro Amado galileo. Pero empiezo anotando el primero, “Mandatum”, pues en lenguaje sencillo (siempre es más difícil escribir sencillo), pone el dedo en la llaga: qué difícil resulta ser cristiano, es decir seguidor de Cristo, pues poco hacemos por cumplir con el mandato elemental del Señor, amar al prójimo como a uno mismo: MANDATUM Tan simple Lo que nos has pedido Tan breve Tan poco Y nosotros Dale que dale Hacia otro sitio Dale que dale Hacia las antípodas Del amor. Aquí los tres textos indicados, todos ellos escritos cual magnas ofrendas al Goel que se dejó crucificar para Salvarnos. Luis Cruz Villalobos ofrece su lectura poética de los evangelios y lo hace con unos versos contenidos que se expanden en el pensamiento del lector. Hay alabanza, pero también autocrítica, partiendo de él mismo pero alcanzándonos a todos: poco, muy poco hacemos por seguir la estela del Rabí. HOSANNA FILIO DAVID Salve Hijo de David Tú que vienes En nombre del innombrable Salve Meshiaj Que has llegado Montado en un burro de paz Salve Hoy Pero en siete días más Te veremos morir sediento de amor. IMPROPERIUM Cómo no te cansas Oh albañil de Nazaret Cómo no te cansas De los improperios De los golpes en el rostro De los escupitajos De la corona de espinas De las risas y el sarcasmo De los puñetazos en las costillas Del flagelum desgarrador De la sangre que se te va De la vida que se te va De la muerte que se allega Ay Cómo no te cansas Albañil de Nazaret Si ya no tienes rostro Si ya no te quedan fuerzas Ni para llevar tu propia cruz Cómo no te cansas De tu propio cansancio Sobre esta tierra podrida 11 Cómo es posible Que no te canses Dime Responde por amor de Dios Responde a mi inquisición A mi curiosidad calculadora Y no sigas callando Tantos siglos Sin decirme palabra Más que esas que brotan Del agua de tu triste mirada de amor Donde he aprendido a vivir como pez. CHRISTE REDEMPTOR Cómo me salvas Perdiéndote Cómo me encuentras Si yo me escabullo Cómo me amas Si yo sólo te olvido Cómo me besas Ni yo vuelvo a negarte Cómo me perdonas Si yo no te escucho Cómo me abrazas Si yo sólo te ofendo Cómo me esperas Si yo siempre me alejo Cómo me llamas Si yo me voy y te pierdo Cómo me salvas Y me salvas Y me salvas Y me vuelves a salvar Si yo no te lo pido Ni jamás lo recuerdo. Desde España, va nuestra enhorabuena.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - POR EL ÚLTIMO ADÁN - Ofrendas del chileno Luis Cruz Villalobos