El engaño del insensato

Esta artificial ‘necesidad’ de consumir contagia a mucha gente y le hace pensar que para vencer el síndrome de inferioridad social lo mejor es estar al día con las nuevas tecnologías.

18 DE ABRIL DE 2014 · 22:00

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La publicidad engañosa es una de las prácticas ilícitas más usuales y menos penalizada por la ley en países con economía de mercado. La competencia entre empresas y marcas es tan despiadada que el mencionado problema ya es una característica cultural distintiva de la sociedad de consumo. Las empresas que más la practican son las de telecomunicaciones (1). Las únicas víctimas: sus usuarios. La facilidad con que se engaña a los consumidores no se debe tanto a la originalidad creativa del anuncio, cuanto a la astucia de sus millonarios mentores. Se magnifican aspectos superfluos del producto y se oculta información clave sobre calidad de servicio. Hay gente que ve mucha TV, navega por internet o lee diarios y revistas; es común que los cansados con tantas malas noticias digan que disfrutan con los spots publicitarios porque siempre los renuevan e interrumpen el tedio de programas mediocres. Algunos hasta aseguran que logran cambiarles el humor. El Estado se defiende de cuestionamientos; pontifica sobre la imposibilidad de reglamentar la fantasía que contienen los anuncios. Los tribunales no condenan porque no hay ley que prohíba incitar la imaginación de la gente. El morbo es ilimitado; con el avance de la violencia mediática el límite entre lo lícito y lo conveniente va inclinándose hacia la impunidad de la ‘parte poderosa’ y el sometimiento del consumidor. DE ENGAÑOS Y ENGAÑADOS Salvo raras excepciones, probar y denunciar el engaño publicitario, y lograr su condena, no es cosa fácil. No obstante, debe exigirse que se condene cuando el precio finalmente abonado no es el publicitado; nunca se aclaró si el IVA estaba o no incluido; la memoria de la tarjeta del móvil y la velocidad del equipo de ADSL son inferiores a lo promocionado; o no se cumplieron plazos contractuales. Ningún aviso publicitario dirá que es normal que no podamos comunicarnos bien en ciertas horas del día o no tengamos señal en ciertas áreas geográficas; tampoco, que la compañía no se responsabiliza por los fallos de la señal satelital de su proveedor mayorista. No se mencionan esas informaciones porque eso haría mucho menos creíbles los triunfalistas eslóganes de los anuncios. Los empresarios saben que, para incrementar las ventas, deben aprovechar todas las posibilidades del mercado. Hacen todos los estudios necesarios para conocer lo que ven y escuchan las legiones de ansiosos consumidores que hacen fila para ser los primeros en tener lo que se promociona por TV. Esta artificial ‘necesidad’ de consumir contagia a mucha gente y le hace pensar que para vencer el síndrome de inferioridad social lo mejor es estar al día con las nuevas tecnologías: ‘Si Fulano ya lo tiene, y Mengana también, nada impide que yo pueda tenerlo hoy’, se justifican no pocos. Así revelan la enorme insensatez que los induce al engaño y abre la puerta a los engañadores. El éxito empresarial en una economía de mercado consiste, fundamentalmente, en atrapar a la mayor cantidad de fieles. Para ello se emplean pautas engañosas urdidas por el ‘engañador’ y ‘padre de mentira’ que también se disfraza de próspero empresario (2). El insensato termina cayendo en la trampa a causa de su propia insensatez. Ese es su castigo. II. Enemigos ocultos de la comunicación horizontal Ningún teléfono móvil puede comunicar por el solo hecho de estar diseñado para ello. Necesita de una tarjeta SIM (Módulo de Identificación del Abonado) que es extendida y reconocida por la fuente emisora. Para poder retransmitir mensajes el titular debe estar registrado en la Base de Datos y poseer un código de acceso. Además, cada unidad posee una batería recargable; que no es visible, pero tiene un sensor que informa el nivel de carga que dispone para seguir funcionando. Sin tarjeta SIM ni batería con carga suficiente, por bella que sea ninguna unidad móvil podrá comunicar. Estos aspectos técnicos me llevan a pensar en los que comunicamos el Mensaje. Los cristianos genuinos tienen sus nombres registrados en el Libro de la Vida, esa base de datos que guarda Dios Padre desde antes de crear el mundo (3). Ese registro es inaccesible; ningún ‘cracker’ (4) puede entrar y violarlo. Además, contamos con una fuente interna de poder que actúa como batería. El Espíritu Santo (5) habita en nosotros; nos capacita y moviliza para comunicar con fidelidad el Mensaje de Redención. Él nos guía y ayuda en cada situación que nos toque vivir mientras actuamos como agentes de cambio de parte de Dios. Sin embargo, al comenzar el artículo, vimos que hay agentes del reino de las tinieblas (6) cuya misión es tratar de interferir en todo tiempo las comunicaciones para distorsionar el Mensaje. Operan desde las regiones celestes por donde viajan las ondas que transmiten las comunicaciones de voz y escritas. Logran su cometido cuando desalientan a algún comunicador, o cuando logran agregar, cambiar o quitar en el Mensaje algunas partes clave, para confundir a quien lo reciba. Confundir es el verbo mejor conjugado por los demonios; son especialistas en ocultar las diferencias entre el Mensaje y su imitación falsa. El Evangelio nos anima a ser sensatos; a estar preparados para que no nos hagan caer en el engaño: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;” (7) Un cúmulo de noticias ocupa los titulares de multimedios tanto seculares como cristianos: líderes que han caído en la inmoralidad; hogares destruidos por cuestiones de dinero y herencias; iglesias que atraen a multitudes con ofertas de prosperidad material, bienes terrenales y salud física que casi nunca cumplen; enriquecimiento vergonzoso de populares comunicadores que hacen de la iglesia local la oficina central de sus monopolios informáticos y financieros; para hacer corta la lista. Los demonios se aprovechan de los que se sienten fuertes y seguros en sí mismos por olvidar depender de Dios y de la Palabra viva (8). Su insensatez les hace creer que insensatos son los otros. El Antiguo Testamento afirma que ya en Israel había los que presumían hablar como enviados de Dios, sin serlo; solo para confundir torciendo la palabra de verdad: “Por tanto, he aquí que yo estoy contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano. Dice Jehová: He aquí que yo estoy contra los profetas que endulzan sus lenguas y dicen: El ha dicho. He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.” (9) El Señor Jesucristo frena en seco las pretensiones de los hipócritas cuando les dice de quién eran hijos: “El (diablo) ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.” (10) Pedro, aquél impulsivo ex - pescador que fuera tentado por Satanás para impedir que Jesús fuese a Jerusalén a cumplir la obra de salvación, y que le negó públicamente para salvar el pellejo, supo con el tiempo que había sido elegido para mostrar a las generaciones futuras que ser corregidos y transformados por Dios es siempre mejor que creerse dueño de la verdad, manipular la gracia divina y convertir a sus seguidores en apóstatas. Un asombroso Pedro advierte sin eufemismos que la influencia nefasta de los falsos profetas del pasado se repetiría dentro de la iglesia: “Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda, y su perdición no se duerme.” (11) El Apóstol Pablo también anticipó los tiempos que vivimos. El Espíritu le comunicó la manera en que habrían de caer de su fe los insensatos, siendo esa una señal de los últimos tiempos: “Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios;” (12) La insensatez reina tanto en los que alardean una fe que no practican, como en el rebaño que sigue leal detrás de líderes que seducen con su carisma y verborragia personales. Manipuladores y manipulados se unen para renunciar a la sencillez del Evangelio, entregarse a una prédica en la que se ensalzan y alaban a sí mismos. En lugar de mostrar su amor por los pecadores enseñando que Jesucristo es el camino, la verdad y la vida, se arrogan – imitando a los falsos profetas antiguos - el rol de ungidos, apóstoles, profetas o enviados de Dios, aunque nunca podrán demostrar que esto sea verdad. Los adictos a escuchar sólo lo que les gusta reciben de sus ídolos el ticket con destino a la apostasía. En su carta a Tito Pablo describe en detalle lo que hacen los judíos que ganan dinero gracias a los cristianos que no se animan a oponerse a sus doctrinas de hombres. “Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene.” (13) Los judíos convertidos no podían abandonar sus arraigadas costumbres y querían circuncidar a cristianos. Mezclaban las obras de la Ley con la gratuita gracia de Dios. Lo sabemos por las cartas pastorales y las cartas de Apocalipsis a las siete iglesias en Asia. Como en el primer siglo de nuestra era, tenemos entre nosotros a los que niegan la deidad de Jesucristo y a los que niegan su perfecta humanidad. Unos y otros llenan lugares de culto; están los que defienden la cultura cristiana y los que sólo reconocen la fe cristiana; unos secularizan la fe, otros sacralizan lo material; la confusión está ganando espacios y es más fácil encerrarse entre cuatro paredes y sentirse seguros, que salir del armario y declararse abiertamente un servidor de Jesucristo arriesgando caer en discriminación, ninguneo, descrédito social y cruel persecución. El Apóstol Juan va más lejos y revela la identidad del engañador y anticristo: aquél que niega la encarnación de Dios en Jesucristo. “Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.” (14) Padre nuestro, pedimos que tu Espíritu nos convenza de pecado, comenzando por el de la insensatez de creernos mejores que los demás. Líbranos de caer en el engaño de los astutos que tuercen la palabra de verdad para convertirnos en mercadería. Danos lo que Tú decidas sea lo mejor para cada uno de nosotros. Guíanos por tu Espíritu a permanecer en Cristo y a no dejarle fuera de nuestra vida. Te damos gracias que nos oyes y respondes a nuestro ruego; en el nombre de tu Hijo y para tu sola gloria, amén. En nuestro próximo artículo: III. Jesucristo es el Mensaje a transmitir; hasta entonces si el Señor lo permite. ----ooo000ooo---- Notas Ilustración superior: ‘El crepúsculo del insensato’. Autor de la obra: Cesar Enrique Plascencia Cisneros (México, 29/01/1986). Tela del joven artista publicada por www.artelista.com con esta descripción: ‘Triste personaje aferrado a sus ideales que solo dan frutos marchitos, en su andar vulnerable cual tela ante las tijeras... su día está por terminar‘ 1. Algunas formas de engaños publicitarios comunes, pero no tan obvios: a) La ocultación bajo letra casi ilegible de condiciones como penalizaciones económicas si se interrumpe el contrato por parte del cliente antes de un tiempo determinado. b) Limitación mediante apartados de las condiciones generales a los que dirige un asterisco, en los que con letra casi ilegible, se introducen exclusiones o limitaciones al servicio que previamente se anuncia. Por ejemplo ofertar telefonía de voz en tarifa plana durante las 24 horas del día para luego limitarla a una cantidad de minutos al mes, o a las llamadas locales excluyendo nacionales, etc. c) No disponibilidad efectiva de las alternativas que publicitan a la hora de contratar un servicio, como puede ser un decodificador para un satélite u otro en el caso de canales de pago. Ilustración inferior: Reproducción de un espectro sonoro a partir del ‘timbre’. Por Daniel Sierra, en ‘Oscillate’: “El concepto del timbre es quizás uno de los más misteriosos y a su vez fascinantes territorios de la exploración sonora. La morfología de los sonidos, su composición espectral yla increíble manera que tiene el timbre en articular la exactituden cada formareflejando la complejidad de los sistemas y la perfección a partir de patrones aparentemente simples, es asombrosa. Es supremamente interesante el hecho de saber como toman forma los timbres, cómo se crean y cómo la ilusión dimensional tiende a surgir entre los efímeros moldes de tiempo que llamamos sonidos, en los queaquellos retratos de infinidad conocidos como ondas seno, se combinan y multiplican en especie de danza cósmica en la que sefabricanun sin fin de universos sonoros.”Daniel Sierra, autor de Oscillate. Sugiero ver esta original obra de arte en un corto y muy atractivo video: http://www.hispasonic.com/noticias/oscillate-fascinante-tributo-audiovisual-ciencia-sonido/38309 2. Juan 8:44b 3. No es bíblico decir que Dios anota en Su libro el nombre de la persona que manifiesta su arrepentimiento y confiesa a Jesucristo como Salvador y Señor en el momento en que hace la ’oración de entrega’ o rellena la ‘tarjeta de decisión’; ya lo tiene registrado desde antes de la fundación del mundo entre los nombres de los que Él ha escogido para vida eterna. La Biblia sí enseña en qué casos Dios NO ha de borrar un nombre de Su libro. Apocalipsis 3:5; 13:8; 17:8; 20:12, 15; 21:27; 22:19. Comparar con Juan 17:24; Efesios 1:4-6 4. ‘cracker’: es un individuo que intenta acceder a sistemas de computación sin tener autorización para ello. Sus fines son generalmente maliciosos, en oposición a los de un ‘hacker’ que -según los expertos- es la persona que disfruta de un conocimiento profundo del funcionamiento interno de un sistema, en particular de computadoras y redes informáticas. Por error se divulgó este nombre masivamente dándole la connotación negativa que le corresponde a ‘cracker’ 5. La Biblia enseña que el Espíritu Santo no es una forma de energía o de poder sino Dios en una de las tres manifestaciones de su Unicidad: Padre, Hijo, Espíritu Santo. Se lo reconoce también como Espíritu de Dios, Espíritu de Vida, Espíritu de Verdad y Paráclito. Este último término es juanino ya que en todo el Evangelio lo menciona únicamente el Apóstol amado (en Juan 14:16, 26; 15:26; 16:7) donde usa la palabra griega παράκλητον ‘paráklitos’, de muy difícil traducción. Son usuales: ‘abogado’ (como en 1ª Juan 2:1) o ‘consolador’, y ‘el que intercede’ ante Dios Padre a favor de sus hijos e hijas; el Apóstol Pablo usa la figura del ‘intercesor’ en Romanos 8:26, 27 6. Efesios 2:2 7. Ibíd. 6:12-17 8. 1ª Corintios 10:12 9. Jeremías 23:30-32 10. Ya citado en 2 11. 2ª Pedro 2:1-3 12. 1ª Timoteo 4:1 13. Tito 1:10,11 14. 2ª Juan 1:7

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