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El ángel de Belén (Máximo Cayón)

Para conocer a un poeta leonés.

14 DE MARZO DE 2014 · 23:00

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Máximo Cayón.

Máximo Cayón Diéguez nació en León en 1954. Poeta, articulista, conferenciante,Gran Comendador de la Orden Literaria Francisco de Quevedo… Fue responsable de la Obra Cultural de Caja España y es, desde el año 2012, Cronista Oficial de la Ciudad de León, cargo que ocupó también su padre Máximo Cayón Waldaliso. Ha obtenido numerosos premios poéticos y ha publicado tres poemarios: Mi única heredad es la esperanza (2005), Raíces de invierno (2007) y Gradería de la gloria (2012). Máximo asiste a los encuentros de Toral de los Guzmanes “Los poetas y Dios”, casi desde el principio. Su voz y sus versos nos acompañan desde 2007. Es un poeta cristiano que no oculta su amor a Dios. Y lo hace hasta en cualquier entrevista donde le inquieren sobre la poesía y sobre el por qué ha elegido esta forma de expresión: “Porque la poesía es una herramienta de expresión que con un mínimo de palabras te permite poner al descubierto sentimientos y estados de ánimo propios o compartidos. Además, la poesía te proporciona la posibilidad de ser conciso y directo. ‘Quien se fía de Dios sirve a buen amo’, es un endecasílabo de Quevedo. Evidentemente, sobran las explicaciones. El verso se explica por sí mismo. Cuando no es así, la poesía sirve de poco. Es mejor tomar otros caminos. Ahora bien, por vez primera se le solicitó que ofreciera la conferencia de clausura del X Encuentro. Por ello ofreció, el pasado 21 de diciembre y en el Ayuntamiento de la localidad leonesa de Toral de los Guzmanes, una exposición que tituló “Hablando a Dios con versos”. Aquí extraigo, para los lectores de P+D, algunos fragmentos de su magnífica intervención: “En este tiempo actual, tan convulso y contradictorio, donde tanto se ha modificado la forma de mirar la vida y contemplar el mundo,la poesía, que es instrumento de encuentro y comunión, de formación y enseñanza, constituye un hermoso patrimonio que forma parte no sólo de la cultura popular, sino también de esa piedad tradicional que, a mi juicio, es alfabeto de la emotividad, lenguaje de los sentimientos, y bálsamo y motivación en nuestra andadura vital ante las limitaciones a que nos someten las contingencias actuales. Indudablemente, la poesía es un camino que propicia el encuentro con Dios. Y por si alguien pudiese pensar que exagero un ápice, recuerde que, a modo de respuesta personal, del verso más sincero hizo báculo y abrigo un poeta hoy tristemente olvidado: Amado Nervo, muerto a la edad de 49 años. En su breve autobiografía, datada en 1906, Nervo preconizaba con declarada humildad: ‘Mi vida ha sido muy poco interesante: como los pueblos felices y las mujeres honradas, yo no tengo historia’. (…) En este ambiente de intereses inmediatos en que estamos inmersos, donde, con inusitado empeño, se sustituyen las luces de los valores eternos por las sombras que proyectan determinadas equivalencias, la poesía es un vehículo que nos propone un acercamiento a Dios, una alternativa que nos invita a realizar un ejercicio de intimidad reflexiva, en definitiva, un instrumento, como decía al principio, de encuentro y comunión, de formación y enseñanza, que es expresión de imágenes y vivencias, sensaciones y sentimientos. Así lo confirma un poema, donde la presencia de Dios es absoluta. Es autoría de un gran poeta, nuestro querido, admirado y fraternal, Andrés Quintanilla Buey. Se titula “Pan reciente”. Pertenece a su libro de poemas “Rogelio”, que es ofrenda y homenaje a los hombres de la Tierra de Campos. Y dice, sencillamente, de este modo: Porque lo quiso Dios, sudó la frente y se hizo espiga el surco, noble adorno -casi alegre- en el áspero contorno de este paisaje gris, nunca riente. Porque lo quiso Dios, se hizo caliente y abrió de par en par su puerta el horno. Y porque Dios lo quiso, de retorno, llegó a manos del hombre el pan reciente. Rogelio, absorto, vio cómo la espiga que el arrancó del surco con fatiga se volvía milagro en un momento… Y comiendo del pan la blanda miga, sin notarlo exclamó: Dios te bendiga. (Y Dios era aquel pan y su alimento). (…) Como es verificable, la poesía religiosa, lo mismo ayer que en este tiempo presente, traduce el sentimiento interior del ser humano y canaliza sus testimonios a través del verso de una manera abierta y reconocible”, concluye Cayón Diéguez. UN POEMA INÉDITO PARA EL ENCUENTRO Finalmente, aquí publicamos el poema inédito escrito por Máximo Cayón. Recordemos que el X Encuentro “Los poetas y Dios” estuvo dedicado a la Navidad y que los mismos están organizados por la Asociación Cultural Evangélica “Eduardo Turrall”, con la colaboración del Ayuntamiento de Toral de los Guzmanes. EL ÁNGEL DE BELÉN “Os ha nacido hoy un Salvador…” Lc, 2,11 Venido de un lugar sacro y hermoso, cumplidos ya los días de la espera, un ángel diligente y jubiloso se presentaba al pie de una vecera. De un albo resplandor, su vestidura desembocaba en luz de primavera. En medio de la noche y su espesura, llegaba alborozado y por sorpresa. Y radiante de gozo y de ternura, de modo paladino y forma expresa, solícito anunciaba a unos pastores, el cumplimiento fiel de una promesa. ¡Dejad los quehaceres, las labores, que el Señor -les decía- ya ha venido! ¡En Belén, el Amor de los Amores, esta noche, en un establo ha nacido! Y, así, les daba muestras y señales: ¡En un pesebre, en cuna convertido, está el Niño cubierto con pañales…! Y ante la Buena Nueva, sin tardanza, los pastores, fraternos y filiales, henchidos de fe, henchidos de esperanza, al punto se pusieron en camino, tomando por divisa la alabanza y la urbe de David como destino. León, Navidad, 2013

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