El insecto de Kafka

Acercamiento al Gregor de Kafka, la transformación en animal y su simbolismo, y otras teorías de La Metamorfosis.

01 DE FEBRERO DE 2014 · 23:00

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No pretendo que nadie recuerde que hace unas semanas cumplí la amenaza de abordar en profundidad uno de mis libros favoritos. Sí, tiendo a elaborar listas de libros, de películas, de canciones épicas, de voces rotas, de perdedores encantadores, de dictadores amanerados (lo juro, la tengo), de cementerios y estadios de fútbol (aquello que mejor define cualquier ciudad), de álbumes de cromos añejos, de fotografías imposibles y hasta de los mejores peores (no, no es una contradicción) programas de televisión. Pues eso, un libro, uno de los favoritos: La metamorfosis de Franz Kafka. En la primera parte abordé con la impunidad que da firmar un texto sin pretensión científica algunas impresiones acerca de la condición judía de Kafka, la transformación en animal y su simbolismo, y los sueños y diarios del propio autor. Hoy nos adentraremos en otras bizarras y personales teorías: 4-¿Kafka hace literatura fantástica? La verdad es que nunca se la ha considerado un autor fantástico, etiqueta que colgaría de La metamorfosis si llevara el sello de Poe o Lovecraft, pero hay algún teórico que se ha atrevido a etiquetar este libro como tal. Según el crítico literario Tzvetan Todorov, la ficción no realista se divide en tres categorías: aquello maravilloso, aquello extraño y aquello fantástico. Este tercer género se encuentra en la frontera entre aquello insólito y aquello maravilloso, y sólo se consigue el efecto de fantástico mientras el lector mantiene dudas entre una explicación racional y una de irracional. Es el momento de la incertidumbre, y aquí el libro de Kafka se podría ver representado. Hoffmann, Maupassant, Poe o Lovecraft habrían coincidido en esto, puesto que Kafka quiere tener un dominio sobre el protagonista, tanto a nivel físico como mental, además de amenazarlo con la creación de un alter ego -el insecto- que ocupará su lugar. Es un aspecto muy preciso de la literatura fantástica, pero que Kafka cumple. No comporta ningún tipo de convención regulada del proceso narrativo, y por lo tanto, consigue sorprender al lector. Sólo se trata de presentar la tentativa de apropiación de una identidad por parte de una fuerza inexplicable. La animalización de Gregor es un ejemplo muy claro, emparentado con situaciones como la mujer que ocupa el cuerpo de su marido en el cuento La cosa en el umbral de Lovecraft, un título que no desentonaría para describir la situación de Gregor. Eso sí, otros parentescos de Kafka con la literatura fantástica serían más complicados de demostrar, pero al menos en este caso tenemos un guiño del autor al mencionado género. 5-El proceso de animalización como enfermedad, como esquizofrenia Me adentro aquí en un terreno pantanoso, en un jardín del que quizá deseo salir en el mismo momento en que junto estas palabras. Pero la deformación profesional (aparte de estar deformado por el periodismo, también lo estoy por la pedagogía en su variante de la educación especial) aprieta. A ver, un referente que tuve en mis tiempos universitarios (hace poco, ejem...), Lluís Folch, decía que “la estructura personal determina la percepción del mundo, la realidad, el pensamiento y la conducta”. Para centrar más mi apuesta (o salto al vacío) recurro a la Asociación Psiquiátrica Americana, que edita el que se denomina DSM, una compilación de criterios diagnósticos relativos a los trastornos mentales. El abanico es, lógicamente, muy amplio, pero si paramos atención al apartado destinado al concepto de ESQUIZOFRENIA, podemos observar cosas muy interesantes. Así, se explica como la presencia de síntomas psicóticos durante un período mínimo de una semana. Los síntomas, y aquí podemos especificar los que coincidirían con el proceso de Gregor, son: 1- Ideas delirantes. El hecho de convertirse en un animal ya es una idea que le parece bastante delirante justo cuando despierta, como si no fuera real del todo. 2- Incoherencia. Las reacciones de Gregor se van convirtiendo en poco lógicas en muchos casos, siendo él bastante consciente de que su comportamiento no lo controla siempre del todo. 3- Durante la alteración la vida laboral, las relaciones sociales y el cuidado personal están notablemente por debajo del nivel previo a la alteración. En el caso de Gregor es evidente, y además son aspectos que forman parte de las obsesiones de Kafka. El trabajo y las relaciones interpersonales son temas recurrentes y angustiosos durante su vida, y él lo refleja en la obra. 4- Aislamiento social. Es la primera consecuencia de la animalización. 5- Deterioro en la higiene personal. Llega un momento en que ya ni le molesta tenerlo todo sucio y acumular porquería a su alrededor. 6- Conducta que llama la atención. 7- Afectividad inapropiada. Gregor muestra una extraña forma de ver a la madre y la hermana, con un complejo de Edipo evidente y una extraña atracción hacia Grete. 8- Pobreza paulatina del lenguaje. Simbolizado claramente en el hecho que Gregor acaba perdiendo la facultad del habla. 9- Notable falta de energía. Gregor va perdiendo poco a poco sus fuerzas. Evidentemente, Gregor no es lo mismo que un enfermo entendido como una disposición transitoria. Él ha sufrido una transformación de la que ya no volverá. De hecho, cuando toma plena conciencia es cuando prefiere acabar muriendo, tomando el papel de salvador de su familia, en una generosa autoinmolación. Si comparamos la transformación con un proceso de enfermedad, vemos que el dolor no es sólo físico, sino también psíquico. La enfermedad física se origina en los estratos más inconscientes del organismo por una causa que no se hace consciente al individuo; la enfermedad psíquica también. No son, pero, la misma cosa. La enfermedad física es el proceso en sí, pero la psíquica es el estado, a partir de la formación de una estructura mental, de una personalidad que determina una forma de sentir y de pensar. Gregor se encuentra de repente en un segundo proceso vital, que lo hace encontrarse con una nueva estructura como ser vivo y, por lo tanto, una personalidad diferente. 6- Posible interpretación freudiana No soy fan acérrimo de las teorías psicoanalíticas de Freud. De hecho, he podido comprobar en mi experiencia profesional como en ocasiones es una excusa para no intervenir, para no atacar aspectos educativos en personas con discapacidad intelectual. Un grave error. Pero también es cierto que no puedo dejar al margen la aportación de alguien que afirmó que “sólo hay un pequeño paso entre los fantasmas inconscientes y la realidad material", y más teniendo en cuenta que Kafka, contemporáneo de Freud, mostró cierto interés por textos relacionados con el psicoanálisis. Para intentar establecer alguna conexión con el proceso de Gregor, podemos especificar algunos de sus conceptos que se podrían considerar como aplicables. Para Freud, el CAMBIO supone cualquier fenómeno interno o externo de la persona, y es curioso que Freud siempre incorpora la idea de proceso, de transformación. Es un proceso con connotaciones caracteriológicas y comportamentales. En el psicoanálisis, temas como represión o catexis tienen relación con los procesos de cambio. ¿Y qué significa catexis? Aquí es donde la figura de Gregor entra con fuerza; es la unión de una energía psíquica, que puede partir de una sensación, con una actividad dinámica de una parte o de todo el cuerpo. Es decir, podemos creer que nuestro brazo es como la pata de una fiera, y hacerla actuar como tal. Evidentemente, la transformación en este caso no sería puramente física, pero Kafka sí que la convierte como tal. Freud añade una cuestión como la NOCIÓN PSICOSOCIOLÓGICA DE RESISTENCIA, es decir, el rechazo inicial de la persona ante un fenómeno consciente o inconsciente. Sólo hay que recordar que Gregor en un primer momento no da importancia a su nueva situación, le busca rápidamente alguna explicación lógica. El siguiente paso posterior a la aceptación pasa por la COMPULSIÓN DE REPETICIÓN, un proceso de naturaleza pulsional y origen inconsciente que resitúa la persona en situaciones inevitables de su nueva condición, a las que se mantiene ligada. El caso de Gregor sigue estos parámetros; la repetición de funciones desconocidas hasta aquel momento le acaban dando una cierta autonomía destinada a la conservación del nuevo estatus. Un concepto muy freudiano es el de los COMPLEJOS, que pueden dirigir el comportamiento del individuo. Jung, seguidor de Freud, los ve como fragmentos de personalidad, separados de aquello consciente y que confieren a la persona un comportamiento arbitrario, una conciencia aislada dentro de la oscura esfera de aquello inconsciente. En el proceso de Gregor podemos aplicar algunos de estos conceptos. El de abandono hace referencia a la separación materna y a una vivencia que obliga a emplear medios para acercarse de forma simbólica. Gregor se cuelga del cuadro de la pared buscando anular este abandono. Esto se relaciona con el complejo de Edipo, que llega a convertir a la madre en objeto de deseo sexual, mientras que el padre aparece como la figura negativa, rival de la persona. Gregor mantiene una extraña atracción por su madre, más allá de la relación filial, y el padre se presenta como un personaje arisco, agresivo y antagónico. Un último complejo sería el de fracaso, definido como proceso de angustia que trae al sujeto a una serie de situaciones desfavorables, pero que considera inevitables para llegar a una satisfacción externa final. Estas situaciones pasan a menudo por el autocastigo. Gregor parece entenderlo así; su castigo es el propio sacrificio que ve como único camino para salvar la felicidad de su familia, la que es en realidad su satisfacción final. 7- El lado oscuro de una vida tediosa Una década antes de que Freud se adentrara en la profundidad de la mente humana y dos antes de que Gregor naciera de la pluma de Kafka, Stevenson ya narró un cambio drástico de personalidad, con su apacible Dr. Jekyll que se convierte en el violento Mr. Hyde. Es una posición parecida al arquetipo de Gregor, convertido en animal, y en ambos casos se reflejan los sedimentos más universales del psiquismo más básico que Freud y Jung convirtieron en teorías.Durante la vida de una persona, y más si no tiene aliciente, se va forjando una sombra, simbolizada en el SELF, traducido de forma aproximada como el YO. Este Yo y la sombra se van edificando simultáneamente, alimentándose de la misma experiencia vital. Jung, en su autobiografía, narra un sueño en el que una enorme figura negra que le persigue. Cuando despierta ve que se trataba de su sombra, de la parte de su persona que está con él pero que puede llegar a dominar su vida si el entorno inmediato ayuda a que sea así. Jung define este entorno a partir de la vida diaria y de las relaciones con padres y amigos. Antiguas culturas representan esta sombra con características animales, tanto desde la agresividad como desde la vulnerabilidad. El escarabajo o cucaracha, pues, no es más que la transformación animal de la sombra de Gregor. A menudo, la sombra se mantiene fuera del campo de nuestra visión, pero si lo traspasa puede surgir una realidad violenta o monstruosa. Esta realidad llega a tal extremo en Gregor. La sombra oculta puede generarse también a partir de la familia, si esta adopta un papel invasor en la conciencia de la persona. Gregor vive condicionado por este factor: el sueldo, la casa, los estudios de la hermana o el equilibrio familiar lo “vigilan” constantemente, y acaban haciendo salir la sombra a la luz. El antropólogo Melvin Konner explica la historia de un hombre que fue al zoológico y se acercó a un cartel donde se leía: “El animal más peligroso de la tierra”, descubriendo que se encontraba ante un espejo.Jung se pregunta a menudo hasta qué punto dominamos la sombra o ella nos domina a nosotros. Es un aspecto inconsciente, que se puede mantener latente y como personalidad inferior toda la vida, como un alter ego que no llega a salir. Simbólicamente, pero, puede aparecer de muchas formas. Kafka transforma el símbolo en una realidad monstruosa, y no deja de ser curioso que estas teorías de Jung están en su máximo apogeo en 1912, cuando Kafka escribe La Metamorfosis. Años más tarde, en 1945, Jung afirmará que el lado oscuro de la personalidad puede convertirse en figuras monstruosas, entendidas como graves alteraciones psicológicas, y que pueden repercutir en actitudes físicas.Para el terapeuta Harville Hendrix, la relación familiar dominante puede invalidar conductas personales o convertirlas en descargas de angustia. Es decir, la persona puede crear un falso Yo. El alter ego humano puede potenciar sus aspectos más negativos a partir de la adicción al trabajo, y más cuando este se convierte en la pauta del éxito personal y de la directriz básica alrededor de la cual se mueve el concepto de familia. Gregor sufre estos síntomas, y cuando la parte oscura acaba saliendo, él todavía piensa en cómo podrá llegar a cumplir con los compromisos laborales. Según el psiquiatra Scott Peck, la persona puede vivir en un estado parecido al de una posesión, y que sólo rompe cuando triunfa el Eros (instinto de vida), o el Thanatos (instinto de muerte). Gregor acaba optando por el Thanatos. La Biblia nos pide amar a los enemigos como a uno mismo, y añade la necesidad previa de amar a los enemigos internos. Algunos autores llegan a identificar la transformación en monstruo con las apariciones puntuales en la historia de personajes que trasladan fantasmas internos y psicológicos a la realidad. Así, la psicóloga Esther Harding llega a explicar la existencia de personajes como Hitler, al que califica de perversión animal del Yo humano.Otras teorías psicológicas hablan del desdoblamiento psíquico, de la división del Yo en dos totalidades independientes, pero que en algún momento una de ellas puede ceder ante la otra a partir de condicionantes externos. Así, esta teoría explica como prestigiosos médicos se pudieron convertir en asesinos masivos durante el holocausto nazi. El Yo cede ante preceptos malignos, y convierten la persona en un animal. El caso de Gregor no implica convertirse en un ser malvado, pero sí que representa una transformación a partir de unos condicionantes demasiado fuertes.El escritor Robert Bly llegó a decir que él sabía como controlar su parte oscura, a partir de la poesía y la música; ¿Y cuál es el sentimiento que vive Gregor cuando oye como su hermana toca el violín? Jung considera que muchos pensamientos se convierten en actos de violencia, aunque estos suelen aparecer en sueños. La presencia de animales no es extraña, aunque desaparecen al despertar. En Gregor, el sueño o pesadilla se transforma en realidad de forma literaria. Las imágenes oníricas nacen de aquello contradictorio y absurdo, y Gregor lo considera como tal cuando se ve a si mismo por primera vez. Muchas teorías explican el nacimiento de paranoias a partir de deseos o angustias, que llegan a modificar la conducta de la persona. Esta conducta, simbólicamente, puede pasar por una transformación radical, por una forma esquizofrénica que acaba con la victoria de una de las dos partes. En las paranoias de Gregor, la parte vencedora es la del animal.El hombre sigue un camino, y va pasando del esplendor del día a la oscuridad de la noche cíclicamente. Es como un renacimiento constante, pero puede llegar un momento que las angustias hagan cada vez más larga la parte del crepúsculo, hasta convertir la vida en un camino de oscuridad. Gregor ha ido perdiendo poco a poco sus horas de armonía, de luz, hasta entrar en una negra noche en forma de escarabajo enclaustrado en cuatro paredes. Su destino es degenerar poco a poco, hasta que él mismo decida que esta noche se tiene que acabar, y dejar que la luz del día salga al menos por las personas que tiene al suyo cercando. Cuando el animal muere, el día renace para la familia de Gregor. Kafka opta por el sacrificio de su personaje. Y a riesgo de meterme en otro jardín, ese mismo sacrificio fue el que hizo Dios, que permitió la muerte de su hijo para que los demás (como la familia de Gregor) tuviéramos salvación y esperanza.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Preferiría no hacerlo - El insecto de Kafka