Hay un Dios demasiado inmenso (Elizabeth Schön)

“Dios!... no quiero lo que acaba…dame lo que permanece como el cielo…”

22 DE NOVIEMBRE DE 2013 · 23:00

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UNA NOTABLE CRISTIANA DE VENEZUELA La poeta y dramaturga Elizabeth Schön (Caracas, 1921-2007), debe ser considerada como una de las voces cristianas más notables de Venezuela, siguiendo la estela de Vicente Gerbasi. De siempre tuvo su anclaje en la espiritualidad que transforma, en lo místico que aproxima a Dios, en el Amor que todo lo ordena. Ante una pregunta de María Antonieta Flores, con relación a cómo se trasformaba en poema esa espiritualidad, la anciana caraqueña, respondió:Amando. Porque el amor es el que provoca la transformación del hecho en palabras. El amor participa de la imaginación, participa cuando tú intuyes, cuando tú pronuncias... Es el amor el que provoca, como si cogiera todas esas cosas y elementos y los unieras”. Pero si queremos encontrar alguna declaración más contundente todavía, si cabe, habría que ir a la entrevista que en 1977 le hiciera Mara Comerlatti. En dicho reportaje se encuentra este reconocimiento de fe cristiana: “Soy creyente y quizás eso me diferencia mucho de otros poetas. Y lo soy por quiebre de mi propio mundo. Cuando uno muere en vida y vuelve a nacer, como me ocurrió a mí, uno cree”. EL AMOR A LOS SEMEJANTES Así como las cosas de adentro o la naturaleza que le circundaba, la prodigalidad del amor fue una constante de la poética de esta entrañable dama que irradiaba sosiego, según comentarios de quienes la conocieron. Y le preocupaba sobremanera la soledad y el poco amor que encontraba en la obra de los poetas jóvenes de su patria. Así, en otra entrevista, manifiesta: “Cuando tu poesía tiene como soporte nada más que el yo es porque ese yo refleja soledad y desarraigo. El amor es necesario para todo. Es la única virtud que queda libre. Todos tenemos que amar. Si tú no amas ¿qué haces? Ni siquiera una preocupación tienes. Tú te preocupas por el ser humano, ¿por qué? Porque en el fondo quieres un bienestar para el otro. El amor no es nada más un beso, es algo mucho más amplio y profundo. Es desear que el otro esté igual, que esté amando también”. Tanto en verso como en prosa, es un poeta cuya profundidad se reconoce en pocas palabras, a maneras de sentencias, aforismos y líricos vuelos de la palabra. Pongamos algunos ejemplos espigados por aquí y por allí: “Dios!... no quiero lo que acaba…dame lo que permanece como el cielo…”; “¿Nunca duerme el paraíso? / adelante está la luz otra / hablándonos desde su pacífico orden”; “La realidad tiene algo muy bello: ella se deja moldear por el hombre”;“El amor es la herida más cercana a lo permanente”; “El cielo es lo mejor. El corazón molesta mucho”; “Un hilo de sangre baja A través de la transparencia”, o bien, “La poesía es la expresión artística más innovadora, más que cualquier otra, la poesía transforma la naturaleza, la poesía une cielo y tierra”. BREVE MUESTRA POÉTICA Sus poemarios publicados son:La gruta venidera(1953),En el allá disparado desde ningún comienzo(1962),El abuelo, la cesta y el mar(1965),La cisterna insondable(1971),Mi aroma de lumbre(1972),Casi un país(1972),Es oír la vertiente(1973),Incesante aparecer(1977),Encendido esparcimiento(1981), Del antiguo labrador(1983),Concavidad de horizontes(1986),Árbol del oscuro acercamiento(1992),Ropaje de ceniza(1993),Aún el que no llega(1993),Campo de resurrección(1994),Antología poética(1998),La flor, el barco, el alma(1995), Del río hondo aquí(2000), Ráfagas del establo (2002), Las coronas secretas de los cielos (2004), Visiones extraordinarias (2006) y Luz oval (2007). LAS CORONAS SECRETAS DE LOS CIELOS (Fragmentos) Hay un Dios demasiado inmenso para el pequeño pie del hombre El alma no se altera olfativa acequia va pasando de la claridad a la piel de la piel a esa sangre tuya tan distinta a la del infalible que grita y gritando socava el abrazo de la redonda mano fresca * * * Trono el tuyo que únicamente tú conoces aguardando la circulación variada andante de los tiempos y su continuo nado inalcanzable * * * ¿Sabes acaso del filoso castillo del navegante mandatario? ¿Conoces la carga de las hojas que otros destierran como a tísicos incurables? ¿Entiendes de las dagas que hurgan la sangre para alcanzar las coronas dogmáticas? Y tú, alma que limpias las aguas estancadas y transformas el fuego de las quemaduras en claras cáscaras de amor eres pañuelo de espumas y nunca oro del solamente oro lacerante VISIONES EXTRAORDINARIAS ( fragmentos) Lo que se mira es a Dios, porque Dios es inmortal… él nos empuja a no perdernos… no hay pasospara él… él vive en nuestra almas… Dios vive dentro de ese milagro que todos poseemos. ** Él sabe que ahí vive el perfume de lo divino… perfume que invade, cuando el alma mira hacia arriba y en una estrella miramos todas las estrellas… ellas son caminos, e insisto: una estrella puede ser una ventana donde se descubre lo eternamente inmenso… porque nadie agrega nada al cielo… se entra a él y quedamos allí… ese solo evento, es el indicio de la inmortalidad… lo que está más allá… ** La naturaleza, el agua, son elementos divinos nacidos para que el hombre pueda elaborar o destruir… Dios no se nos esconde… él es inamovible y lo contemplamos donde quiera que vayamos, cuando en el balaustre de la ventana brillan los astros, lo inmenso, lo incontrolable… cargado de cosas de agua, tierra, frutos… la inmensidad es una hoja si la separamos y comparamos con el blanco de los cielos… lo infinito divino no cae ni decae… como el poeta que, transido, nos da el alma del cielo que es a su vez todo… y le dice a nuestra ventana:hoja del espíritu que mide todo el mundo de pino, fruta. Venimos del aroma de la inmensidad a la largura de lo de antes y siempre. (Dedicado a Carmen Cristina Wolf, amiga de la poeta y poeta ella misma, de clara raíz cristiana)

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - POR EL ÚLTIMO ADÁN - Hay un Dios demasiado inmenso (Elizabeth Schön)