La conversión de Jonás debe ser la nuestra

“Esta generación malvada y adultera busca una señal milagrosa, pero no se le dará mas señal que la de Jonás” Mateo 16:4

20 DE JULIO DE 2012 · 22:00

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Jonás es un personaje interesantísimo que aparece en 2 Reyes Cáp. 14:25 profetizando en el reinado de Jeroboam II donde le dice al Rey que debe extender sus fronteras y recuperar el territorio perdido. Lo encontramos en el reinado del norte, el reinado más rico y poderoso de un reino dividido cuya capital en el Norte es Samaria. Se lo describe como un profeta y su nombre Jonás hijo de Amitay, significa que es el hijo de la verdad.Diosle envía a predicarle a los Asirios conocidos por su maldad y crueldad, en este caso debe ir a Nínive. La orden es: “levántate, anda, ve a esa gran ciudad a predicarles” Jonás 1:1-2 ¿Que debía significar para Jonás ser un siervo de alcance mundial? 1- Entender que Dios es Dios de todas las naciones (Salmo 47:8) Nínive no esta excluida de su amor y compasión. Es interesante que Jonás que es el hijo de la verdad, que sabe y tiene la verdad; cuando la verdad de Dios lo confronta lo que hace es huir. Se embarca a Tarsis, un lugar totalmente opuesto a Nínive. Decimos que vamos a ir a todos lados pero en la práctica hay determinados campos que no queremos pisar. Nos negamos ir a Nínive y el resultado es que Nínive sigue andando por los caminos de destrucción. Jonás declara “Soy hebreo y temo al Señor”, siempre y cuando ese Señorío se adapte a mis intereses. Corremos el riesgo de limitar la acción de Dios a la esfera de la Iglesia. Estaactitud lleva a la desobediencia. Latentación de Jonás es la tentación de la Iglesia: ¡No te metas! 2 - Entender que fuimos creados para una Misión. Creados para una Misión significa que debemos ser fieles a su llamado y no huir. Algunos dicen: “La tarea de la iglesia es solo espiritual” pero la misión también tiene que ver con la justicia, con los que no tienen voz, los desnutridos, enfermos y marginados. La Tarsis donde a veces huimos la llamamos él “bien de la iglesia”. Decimos: “¿Que tengo que ver con esa gente tan diferente a nosotros?” ¿Podrá la ciudad de Jope ayudarnos para entender que fuimos creados para una misión?, O ¿será el punto final para materializar nuestra desobediencia? Esta ciudad ocupa un lugar central en dos relatos bíblicos, el de Jonás y el de Pedro (Hechos 10:9-48). Los dos se enfrentan a llamados semejantes. Uno debe ir a Nínive y el otro a Cesarea para visitar a un gentil. Los dos sienten rechazo hacia los “no alcanzados o gentiles”(gentil viene de la raíz de la palabra que se traduce etnia, otras etnias que son diferentes a nosotros). A los dos se los llama a una misión insólita en contra de sus principios culturales y religiosos. Uno acepta el llamado y el otro no. Tenemos que decidir entre la fuga de Jonás o la obediencia de Pedro. Jonás estaba muy agradecido por lo que Dios había hecho en su propia tierra y quiere desentenderse de las naciones. Dios envía a su iglesia a todo el mundo, pero su iglesia muchas veces solo mira lo que ha logrado. Es como Jonás jactándose de las conquistas de Jeroboam y negándose de ir a Nínive. En Jope, Jonás y Pedro están solos con su Dios. Muchas veces los siervos que Dios ha levantado pasan por la misma experiencia. ¿Tendrá la iglesia que dejar solos a quienes se ven obligados a tomar decisiones difíciles? 3 - Entender que la práctica de la teología se debe manifestar en la obediencia. La imagen que tenemos de Jonás es la de un patriota nacionalista. Es desobediente no por capricho o por falta de valor. Su desobediencia tiene que ver con buscar beneficios únicamente para su “institución” o sea su Israel. La obediencia no pasa por estar cerca del templo. Estar cerca del templo no es sinónimo de estar más cerca de Dios. Elpueblo de Israel fue religioso pero con un corazón lejos de Dios. Preferimos un Dios limitado a ciertos lugares. Por mucho que nos quedemos en el ámbito de la religiosidad, la iglesia o el templo, Dios no se queda ahí. Es el Dios de San Juan 3:16 . 4 – Entender que Dios nos salva para comprometernos con su Misión. Jonás tuvo una segunda oportunidad. “Anda, ve a la gran ciudad de Nínive y proclámale el mensaje que te voy a dar” (Jonás 3:1-10) Dios no salva a Jonás para Jonás mismo. No lo salva porque es hebreo, elegido o especial.La razón de salvar a Jonás no es para que continuara su camino a Tarsis o para que regrese a Israel. Dios le salva para que cumpla su misión. Dios salva a su iglesia en el día de hoy no tanto por ella misma sino por su misión al mundo. Nuestra elección tiene que ver con ejercer nuestra responsabilidad. Si nos salvo y preserva es para que seamos instrumentos de salvación a otros (Isaías 49:6). Implica comenzar “procesos intencionales” de llevar todo el evangelio a todas las etnias. Nosotros necesitamos un arrepentimiento como la ciudad de Nínive. Es volver a Dios cuando hemos estado muy lejos de Él. Preguntas para la reflexión ¿Qué actitud suelo tomar cuando me confrontan con la verdad? Ante determinados temas y realidades ¿Tenemos la tentación de huir y decir¡No te metas!? ¿Cuáles son las responsabilidades que más nos cuesta asumir? ¿Por qué? ¿Qué procesos intencionales estamos comenzando para llevar todo el evangelio a todo el mundo?

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