Hoy te llamo

Hoy te llamo, hermana, como ayer y como mañana hoy te recuerdo aunque nunca te olvidé ahora como siempre insisto en el reclamo: ahora más que nunca es tiempo de sembrar. No mires hacia el campo y digas “suficiente” no importa cuánto has hecho, no pares de surcar; cuanto más te esfuerces tanto más necesitamos tu hombro, tus ideas, tus palabras y tu afán. Hoy te proclamamos mujer, indispensable. Hoy te coronamos soldado y coronel hoy eres tan nuestra en el país humano socia, ciudadana, jefa y sierva fiel. Madre, cantora, artesana y modista, colócate en las filas maestra, médico y artista levanta tu bandera a la altura de tu pecho y en cada mano lleva herramientas, pan y fe. Vecina, ábreme tus puertas, tus brazos necesito tu espíritu y tu tiempo ya tienes que entregar actrices y pintoras, monjas y alfareras, sumemos voluntades, todas por igual… pues el mundo hoy nos llama, el pueblo, la ciudad escuelas, hospitales, la calle y el hogar, nada es suficiente, todas somos pocas para empujar las ruedas de la felicidad. Cárceles y orfanatos, asilos y burdeles niños con hambre, pobres y extranjeros mujeres maltratadas, jóvenes drogados esclavas sexuales, ¿No oyes sus lamentos? Llantos, injusticia, abuso y dolor. Ninguna hoy se duerma, prohibido el descanso hoy alguien tiene miedo, alguien grita y gime Negras y amarillas, blancas y morenas alguien nos reclama, es hora de actuar Unidas. Juntas. Todas. Sabemos y podemos. todo ser humano es libre y sagrado nadie es feliz si sufre nuestro hermano ninguna mujer sonríe si llora otra mujer. Hoy te llamo, hermana y es Dios quien nos convoca Él cuenta con nosotras y nos da su bendición Nada nos perturbe tomadas de su mano: de Él aprendimos la liberación.