Las mentiras del mundo

Si las mentiras del mundo huyeran, se quedaría desnudo de falacia, y podría respirar por los poros de confianza. Si las mentiras del mundo desaparecieran por la chimenea del perdón, se abrirían los cristales de esperanza. Si las mentiras del mundo se quitaran el disfraz, al asombro le faltaría horizonte, y la moral saldría de su cárcel. Si la verdad se levantara por encima de todo, lo inaudito se caería por las escaleras de insensatez. Si las mentiras del mundo ayunaran en la cresta de un día, los sentimientos puros verían la libertad. Si las mentiras perdieran su última cosecha en la tormenta de la sinceridad, el mundo podría empezar a crecer; y la vida a recuperar las dalias del tiempo para entregarles el perfume de la fe.