García Lorca, artista completo

Una serie que ofrecemos a nuestros lectores al cumplirse 80 años del asesinato de García Lorca

15 DE AGOSTO DE 2016 · 10:00

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Federico García Lorca nació en Fuente Vaqueros, provincia de Granada, el 5 de junio de 1898. Su padre, Federico García, era un hombre de campo, acomodado e inteligente. Vicenta Lorca, la madre, era profesora de escuela. Mujer de amplio espíritu, amante de la cultura, poseía un exquisita sensibilidad para la música. Además de Federico, el matrimonio tuvo otros tres hijos: Francisco, Conchita e Isabel.
Diez años tenía Federico cuando sus padres lo ingresaron en un colegio de Almería, formando parte de “un grupo de jovencillos de Fuente Vaqueros, en edad de prepararse para los exámenes de bachillerato”. La estancia en Almería fue corta. “Se le desarrolló un flemón con fiebres altísimas”, cuenta su hermano Francisco, y los padres decidieron el traslado inmediato a Granada. En el Colegio del Sagrado Corazón de Jesús estudió el bachillerato y en 1914, a los 16 años, inició estudios de Filosofía y Letras y Derecho en la Universidad de Granada.
Se ha escrito mucho sobre “ese mágico corazón de niño” que García Lorca llevaba dentro. El poeta lo atribuía, en gran parte, a la niñez feliz que tuvo. “He tenido una infancia muy larga –contaba-, y de esa infancia prolongada me ha quedado esta alegría y un optimismo inagotable”.
La alegría se le hacía luto en el alma cuando se oía llamar poeta gitano. “Yo no soy gitano –dice a Ernesto Giménez Caballero en una entrevista concedida en 1928-. Andaluz, que no es igual, aun cuando todos los andaluces seamos algo gitanos. Mi gitanismo es un tema literario”. Parece ser que a Lorca le preocupaba el tema. En carta dirigida a Gregorio Prieto, le decía: “A ver si este año nos reunimos y dejas de considerarme como un “gitano”, mito que no sabes lo mucho que me perjudica y lo “falso” que es en su esencia, aunque no lo parezca en su forma”. Y en otra carta escrita a su amigo Jorge Guillén, el poeta insistía:
“Me va molestando un poco mi mito de gitanería. Confunden mi vida y mi carácter. No quiero de ninguna manera. Los gitanos son un tema, y nada más. Yo podía ser lo mismo poeta de agujas de coser o de paisajes hidráulicos. Además, el gitanismo me da un tono de incultura, de falta de educación y de poeta salvaje que tú sabes bien no soy. No quiero que me encasillen. Siento que me van echando cadenas”.
En Granada, Lorca alternaba sus lecciones en la Universidad con estudios de música, vocación a la que llegó por inspiración materna. Su hermano Francisco dice que la vocación artística de Federico era, en su juventud, decididamente musical, con preferencia sobre la literaria, “cuyo nacimiento puede datarse en 1917”. Tuvo buenos profesores: Eduardo Orense, Antonio Segura, Juan Benítez y otros. “El encuentro con don Manuel de Falla en 1920 va a tener una honda trascendencia en la educación musical de Federico”, dice su hermano Francisco.
Por la Vega de Granada aún se escuchan, y con frecuencia, canciones populares con música recogida y armonizada por García Lorca: Anda Jaleo, Los cuatro muleros, Los peregrinitos, etc.
Otra afición artística fuertemente arraigada en García Lorca era la pintura. Gregorio Prieto, en su libro LORCA Y LA GENERACIÓN DEL 27, dice que “la pintura es la secreta amante por la que se siente fatalmente atraído” el poeta. “Pero no se crea que era sólo con la poesía con lo que Federico demostraba su cualidad de pintor –agrega prieto-, Federico hacía dibujos de verdad, ésos que se hacen con auténticos lapiceros y tintas, y con los que el poeta desahoga sus aficiones, y, por gracioso contraste, en estos pequeños cuadros de verdad sus pinturas resultan más de poeta que de pintor”.
En el primero de los dos tomos con las obras completas publicadas por Aguilar se reproducen 56 excelentes dibujos de García Lorca.
Seguiremos la próxima semana con esta serie, en la que veremos la obra y muerte de Federico García Lorca.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - El punto en la palabra - García Lorca, artista completo