Knox y la Escocia protestante

Knox y otros pastores presentaron una confesión de fe de carácter calvinista y el parlamento la ratificó.

30 DE DICIEMBRE DE 2011 · 23:00

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	Mar&iacute;a Estuardo, reina de Escocia, en una pel&iacute;cula hist&oacute;rica</p>
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María Estuardo, reina de Escocia, en una película histórica

¿Había merecido la pena luchar por una sociedad protestante? Las persecuciones, las guerras y el sufrimiento habían mermado el ánimo de una sociedad acostumbrada al enfrentamiento, y ahora los protestantes debían demostrar que eran capaces de construir la paz. Tras la salida de los ejércitos franceses e ingleses, la normalidad comenzó a llegar a las calles de Escocia. El parlamentó comenzó sus sesiones, tendría que compartir el poder con María Estuardo, pero mientras ella estuviera en Francia, podía tomar sus propias decisiones. Las primeras decisiones fueron, sin duda, abusivas, pero por desgracia, en la línea de intolerancia del siglo XVI. En 1560, el parlamento aprobó la prohibición del catolicismo en Escocia. Se prohibió la obediencia al papa y todos elementos litúrgicos de la Iglesia Católica. Knox y otros pastores presentaron una confesión de fe de carácter calvinista y el parlamento la ratificó. El reformador escribió un libro sobre la disciplina de la iglesia. Según el libro, la iglesia y el estado estaban separados según, pero en la práctica esta separación no se cumplió. Tras instalarse en Edimburgo y rechazar el cargo de superintendente que le ofrecían los pastores, Knox comenzó un tranquilo periodo de pastorado en la ciudad. Los buenos tiempos no iban a durar mucho. Su mujer Marjory murió poco más tarde. En ese momento, Knox se quedaba al cargo de dos hijos pequeños y un absorbente trabajo de pastor principal. Knox intentó educar a sus hijos él solo, pero al poco tiempo pidió ayuda a la señora Bowes. Los católicos anhelaban y prcuraron el regreso a Escocia de María Estuardo, creían que ella restablecería el culto católico. La realidad era que la reina era una joven viuda, caprichosa y temperamental. Para volver, una vez se le propuso, la reina temía a Knox y exigió que le expulsaran de Escocia antes de que ella regresara. Los nobles no accedieron, pero ella puso otras dos nuevas condiciones: vivir una vida de lujos, como la que dejaba en Francia y poder practicar su fe católica en privado. Los nobles si accedieron a estas dos condiciones. El pueblo recibió a la reina María Estuardo con todos los honores. Knox no tardó en ponerse en contra de la reina y asegurar, que si ella gobernaba no tardaría en quitar la libertad a los protestantes. Las predicaciones de Knox denunciaron los peligros de una reina católica. La soberana estaba tan furiosa, que pidió que le trajeran al predicador, para comprobar si era tan valiente cara a cara. El encuentro no podía ser más violento y emocionante a la vez. ¿Cómo reaccionarían la reina y el reformador al encontrarse uno frente al otro?

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