Breviario del sosiego/ 99

Alondra cantadora bajo dos pulsiones. Cantan tus ojos, minuto a minuto, lo que nace ahora en tu pordentro. *** Habla bajo, no grites, aunque ya el mundo te parezca tan lejano. *** Por ahí tiembla la pasión que sólo un Corazón conoce. *** Lo que resiste a la quemazón es lo que realmente merece la pena. *** Planeas por mis aires como grácil gaviota. *** Poco sé de negocios. ¿Tal ineptitud me hará ser mal visto hasta por aquellos que se saben las Escrituras de principio a fin? *** Como héroe prefiere siempre al derrotado. Aparentemente Cristo lo fue. *** Dorada flecha que no hiere. Así el genuino Amor. *** Hay rosas y zarzas; hay prestigios y desprestigios; hay flojeras neolíticas y voluntades futuras, hay amaneceres sublimes y atardeceres mostrencos, o viceversa… *** ¿Si vuelves ahora, Señor, volverá contigo ése tiempo que no presenciamos? *** Veo una paloma volando por la Esperanza irreversible. *** Preñadas noches cuando claman los cuerpos en la fragua de su calor. *** Que tu dignidad sea luminosa y telúrica. *** Oferente y sin tregua prosigo hacia la Comunión insoslayable. *** Con el Verbo es bastante; también con la Matriz nutricia y con el Vino del milagro medular. *** Indecente la insaciable codicia. Duele ver a quienes no les tiembla el pulso a la hora de dar preeminencia a la divinidad del dinero. *** Otra vez la huída. Sigue huyendo de la boca negra de los lobos. *** ¿Volverás a nacerme dentro de tu ausencia Presente? *** El trabajo, si es para bien de los demás, al menos debería ser loado y no sujeto a tantas zancadillas o monsergas de los orantes contemplativos. *** Concibo tu tacto como una caricia vencedora. Y tus labios me saben a verdad.