Dori Alonso y Felipe Arrúe: amor práctico en Huaraz

Dori Alonso es médico, especialista en oftalmología en el Hospital de Ávila y miembro de la iglesia de Paseo de la Estación en Salamanca. Felipe Arrúe es estudiante de segundo de Magisterio. También forma parte del Grupo de Alabanza de la antes citada iglesia.

07 DE OCTUBRE DE 2011 · 22:00

,
Un equipo multidisciplinar de la Iglesia de Paseo de la Estación (Salamanca) viajó a Huaraz para conocer y apoyar la obra que en Perú realiza la Asociación Arco Iris – Turmanyé (entidad peruana apoyada desde 1999 por Alianza Solidaria, brazo social de la Alianza Evangélica Española). Entrevistamos a dos de ellos, como hemos dicho una profesional de la medicina y un estudiante de magisterio. Pregunta.- ¿Qué les impulsó a realizar este viaje? Respuesta (Dori).-No hay una razón única para realizar un viaje de cooperación y apoyo a personas desfavorecidas. Gracias a Dios, hemos tenido esta oportunidad por conocer a personas responsables del proyecto Turmanyé que nos brindaron la posibilidad de esta colaboración. A mí, personalmente, me interesa bastante la Cooperación Internacional, sobre todo cuando se realiza ofreciendo no sólo ayuda para atajar los problemas de supervivencia de las personas, sino cuando se les ofrece una ayuda integral en cuanto a su dimensión humana y espiritual. Por esto estoy más de acuerdo con obras de cooperación que tienen alguna continuidad en el tiempo y cuando además de la ayuda se lleva el Evangelio. Esto es lo único que puede restaurar a los individuos, las familias y las comunidades, eliminando problemas que agravan todavía más la pobreza. R. (Felipe).- Desde el principio me pareció una buena idea, porque sería ir con los jóvenes mucho más lejos de lo que hubiéramos ido antes; y, además, para hacer una labor importante de ayuda en un lugar donde realmente lo necesitan. Quizás lo negativo en estos viajes es el coste, pero bueno, es un dinero invertido en algo que realmente yo creo que vale la pena. P.- ¿Cómo habéis conocido la obra realizada por Turmanyé en Huaraz? R. (Dori).-La obra de Turmanyé es muy conocida en nuestra Iglesia de Salamanca, por tener contacto con varios miembros responsables del proyecto. Sobre todo con Mª Jesús Hernández, Eli Stunt (personas conocidas por nosotros) y otras personas involucradas. Desde hace varios años, ha habido también una sensibilización especial por la obra realizada en Turmanyé, sobre todo por el grupo de mujeres de la Iglesia. Se realizan varias actividades de apoyo e incluso algunas personas antes que nosotros han viajado allí para ayudar de alguna manera y buscar la visión del Señor en el campo misionero. Como siempre, el conocimiento produce en nosotros la responsabilidad, a la vez que el deseo de involucrarnos e impulsar estas acciones. Tenemos un versículo en Eclesiastés 9:10, que dice: “Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas…”. Sin duda, nos anima a implicarnos en aquellas cosas en las que el Señor nos da la visión y pone una oportunidad. R. (Felipe).-Pues he conocido la labor de Turmanyé gracias a la iglesia y todo lo que se ha dicho sobre este proyecto allí, sobre todo con el mercadillo solidario que destina los fondos para esta labor en Perú; también por otras personas de la iglesia que ya habían estado en Huaraz y que comentaron su labor y su experiencia en aquel lugar. P.- ¿Podrían detallarnos acerca de la labor realizada por el equipo del cual vosotros formáis parte y cuáles son vuestras impresiones? R. (Dori).-El equipo que hemos viajado a Huaraz, llevamos de antemano un programa concreto, elaborado desde que se comenzó a planear el viaje. Se intentó ayudar en sus necesidades y a la vez conocer los aspectos de la obra allí que pudieran ser útiles para nosotros. Resumiendo podríamos citar las siguientes actividades:Conocer el proyecto de la Casa-Hogar Arco Iris, donde viven los niños de acogida que se encuentran sin familia. Conocer también la empresa de textilería, pastelería y panadería, así como la cafetería y la tienda Turmanyé en el centro de Huaraz. Estas pequeñas empresas, permiten dar trabajo a personas y pagarles salarios dignos; permiten a la vez obtener recursos para sostener otros ministerios (Comedor infantil en Huaraz y enseñanza, comedor y asistencia sanitaria en las comunidades); Participar en el Club Bíblico colaborando en las actividades con los niños trabajadores en la calle; Colaboración con los niños del Hogar y con los que viven en las Comunidades quechuas, con programas de entretenimiento, diversión y apoyo en las tareas escolares; Asistencia Oftalmológica a niños y adultos de las Comunidades quechuas (Kanchacuta, Matarapampa) situadas a unos 4.000 metros de altura; Ayuda en la medida de nuestras posibilidades y con nuestro trabajo físico en la construcción de la casa para una de las madres del Comedor de los niños. Hasta este momento vivía con sus tres hijos en condiciones muy precarias. Otro aspecto interesante ha sido la asistencia y participación en los cultos de las Comunidades de la montaña. Hemos visto el compromiso de las personas que están llevando adelante la extensión del Evangelio en condiciones muy adversas. Nos hemos podido dar cuenta de cómo el Señor capacita a sus hijos según el llamamiento que tiene para ellos. R. (Felipe).-Primeramente hemos estado con niños de la calle en un lugar de reunión que tienen preparado para ellos, y donde hacen juegos y también cuentan alguna historia de la Biblia para que los niños puedan poco a poco conocer más acerca de ella. Nosotros ese día hicimos una especie de gincana con ellos, consistía en distintas pruebas que podían hacer varias veces. Luego les enseñamos alguna canción que cantamos con todos ellos. También hemos estado con los niños de la Casa-hogar, muy majetes, no paran quietos, pero bueno… son niños…; disfrutamos con ellos y pudimos hacer alguna que otra actividad con ellos. Otro día les acompañamos a unas piscinas de aguas termales. Otra labor que llevamos a cabo fue la de ayudar a Dori en la revisión oftalmológica que allí hizo. Estuvimos colaborando donde nos necesitaba, ya fuese señalando el tablero con las figuras, echando gotas a los pacientes, buscando gafas graduadas para la gente que las necesitaba, buscando medicamentos, en fin, lo que fuera necesario en el momento de realizar la exploración a cada paciente. P.- ¿Algo ha cambiado en vuestras vidas después de esta experiencia? R. (Dori).-Después de conocer diversas realidades de la vida allí, obligatoriamente debes de recolocar cosas en la mente y también en tu vida espiritual: la necesidad de ayudar según cada uno pueda, reconocer la dignidad de las personas que no tienen nada o muy poco, afirmar en tu vida la idea de que lo más importante son las personas, la alegría de compartir la fe y la extensión del evangelio hasta los confines de la tierra, etc. R. (Felipe).-Quizás ver que me conformo con demasiado. Al estar en un ambiente y un país tan distinto es muy fácil darte cuenta de estas cosas, pero bueno, también he percibido otras cosas a nivel personal que pensé que iban a ser diferentes; supongo que cada uno se llevará un puñado de cosas para sí mismo a casa. P.- ¿Qué es lo que más os ha impactado? R. (Dori).-Me impacta la pobreza, la falta de oportunidades para los niños, el compromiso de los creyentes que están trabajando, llevando adelante el Evangelio y la ayuda material, la perseverancia y entrega de los que dedican su tiempo y su vida en apoyar a los más desfavorecidos… R. (Felipe).-Pues una de las cosas que más me impactó fue durante el tiempo que estuvimos construyendo la casa para la hermana Karina y la historia que había detrás de ésta, de cómo habían vivido en aquel lugar, en qué condiciones y en tan poco espacio. Para mí aquello fue impactante y también la posterior comida que hicimos en la casa de su madre, después de estar toda la mañana trabajando. Era una casa donde jamás hubiera entrado; sencillamente impresionante. P.- ¿Qué diríais a otros creyentes para que se sensibilicen y emprendan otras iniciativas como la vuestra? R. (Dori).-No veo que haya que realizar un viaje humanitario para sensibilizarnos de las necesidades del mundo, aunque ciertamente estas experiencias son como detonantes que te impulsan a actuar. Aunque las realidades son diferentes, las necesidades profundas del ser humano son comunes en todos los lugares. Aquí también hay personas necesitadas del Evangelio, de una profunda transformación en sus vidas. Colaboremos e impulsemos la Evangelización, ayudemos a nuestros semejantes cercanos y sobre todo tengamos un corazón dispuesto para servir al Señor donde Él quiera. Los creyentes somos el instrumento de Dios en este mundo, dejémonos guiar por Él, seamos diligentes para servirle y ser luz para esta generación. R. (Felipe).-Pues que se animen a hacer estos viajes y a conocer otras formas de vida y a otra gente que necesita un poco de apoyo por nuestra parte. Y decirles que de estas experiencias siempre sacamos cosas positivas para nuestra propia vida; es algo que te enriquece a ti y a los que en esos días están a tu lado. P.- ¿Qué podríais destacar del paisaje y de la realidad social de la parte de Perú que habéis conocido? R. (Dori).-Estoy gratamente sorprendida de las riquezas y recursos que tiene Perú. Hay agua, cultivos, clima tropical que favorece las cosechas y la abundancia de vegetación. A pesar de tantos recursos hay pobreza, viviendas insalubres, poca asistencia sanitaria, educación insuficiente, no existe prácticamente la clase media o en un porcentaje pequeño. Todo esto condiciona que la mejora de las condiciones de vida de este país sea lenta, pero creo que poseen una buena plataforma de lanzamiento para el progreso en todos los ámbitos de su sociedad. El paisaje muestra otra dimensión de la grandeza del país, sus nevados y sus picos de 6.000 y casi 7.000 metros de altura (Huascarán 6.768 m), sus lagunas, la exuberancia de su vegetación, revelan la abundancia con la que Dios les ha querido bendecir. A Él sea la gloria. R. (Felipe).-El paisaje también es muy distinto al de aquí. En Huaraz lo que más me impresionó fue la Cordillera blanca y sus imponentes montes y picos nevados, era todo un espectáculo y tuvimos la ocasión de pasar cerca de alguno de ellos. La verdad que el paisaje es una maravilla en esa zona, y en la parte de Cusco también se podía ver algún que otro monte nevado. En Machu Picchu pudimos ver mucha vegetación y montaña; la verdad que era precioso, digno de poder contemplar. En cuanto a paisaje lo peor es Lima sin duda alguna, es una ciudad muy sucia y muy contaminada. La verdad, sinceramente, no me gusta nada, aunque, dentro de lo malo, tiene alguna que otra cosa curiosa. La realidad social pienso que es un caos, me parece que no hay un buen reparto de los bienes y la gente se gana el pan como puede. Lo que más he visto son taxis, todo Lima está lleno de taxistas y no dudan en sacarle el dinero a los turistas con facilidad; esto es posible también ya que no existe un control por parte de las autoridades de este servicio público. Parece que estás inmerso en el medio de un enorme caos de gente, coches, edificios a medio construir, animales que campan a sus anchas por la vía pública, en fin, de innumerables cosas que no hacen otra cosa que llamarte la atención. En definitiva, es otra sociedad distinta, otra forma de vivir, donde casi no se puede apreciar la jerarquía de las clases sociales, ya que los pocos que tienen el poder realmente apenas se dejan ver el pelo y donde el pueblo trabaja a destajo cultivando, construyendo y haciendo lo posible para seguir vivos con lo que pueden y tienen a mano. Para mí ha sido muy interesante poder ver esto, poder ver otra forma de vida distinta a la que no estoy nada acostumbrado ni familiarizado. Hablo de una realidad que choca con la que tengo aquí en España, una realidad que parece todo lo contrario a lo que ves aquí; con razón puedes decir que allí estás al otro lado del mundo, el otro lado del mundo terrenal y el otro lado del mundo social y cultural, de donde podrás traer un pequeño puñado de tierra y compararla con facilidad con la que pisas diariamente. Si deseas colaborar con el trabajo que se realiza desde Turmanyé, puedes hacerlo a través de Alianza Solidaria, escribiendo a [email protected] o llamando al 93.420.80.72

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Muy Personal - Dori Alonso y Felipe Arrúe: amor práctico en Huaraz