España en Lausana III: algunas opiniones (2)

Segundo artículo, con más valoraciones, de otros tres de los integrantes de la delegación española: Francisca Capa, Esteban Muñoz de Morales, y Ana María Huck. Un reportaje de Jacqueline Alencar.

18 DE DICIEMBRE DE 2010 · 23:00

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Doug Birdsall, Presidente Ejecutivo del Movimiento de Lausana, estimó que el Congreso celebrado en Ciudad del Cabo ha sido la asamblea global más representativa de la historia. Tuvo lugar del 17 al 24 de octubre pasado y consiguió reunir a 4.000 participantes de 198 países. La semana pasada explicábamos que atendiendo a la trascendencia de tal encuentro, formulamos dos preguntas a seis de los integrantes de la delegación española: Jaume Llenas, Francisca Capa, Christian Giordano, Esteban Muñoz de Morales, Rosa Barrachina y Ana María Huck. Recordamos que éstas fueron las preguntas: 1.- De lo tratado y de lo que vio en Ciudad del Cabo, ¿qué le causó mayor impresión? 2.- ¿Qué lecciones aprendidas allí pueden ser de utilidad para la evangelización y para su propio ministerio en España? En esta segunda y última serie de respuestas veremos las opiniones de Francisca Capa,, Esteban Muñoz de Morales, y Ana María Huck.
FRANCISCA CAPA. Presidenta de Alianza Solidaria y miembro del Comité Ejecutivo de GBU. R. 1ª.- Tal vez lo más impresionante fue estar con más de 4.000 hermanos procedentes de todos los países de la tierra y constatar que no somos llamados a buscar la unidad de la iglesia, porque ésta es ya un hecho. Cristo pagó un alto precio por ello. Ya somos un cuerpo. A lo que somos llamados es a preservar esa unidad. Pero es que además, somos un pueblo con una misión: extender el Reino de Dios. Ésta es la misión de Dios desde el inicio de los tiempos y lo será hasta su venida. R. 2ª.- Tal vez el mayor desafío fue a contextualizar lo que hacemos. El mensaje es, y siempre ha sido, el mismo. No cambia. Pero en un mundo globalizado, multicultural, sometido a tensiones de todo tipo (económicas, identitarias, relacionales, ecológicas, etc.) la forma de presentar el mensaje del evangelio tiene necesariamente que cambiar, y tiene que tomar en cuenta el sector de población o el medio sobre el que queremos incidir. Desgraciadamente en muchas ocasiones hemos "sacralizado" formas de expresión que, en algunos casos, se remontan al siglo XVIII. No podemos seguir justificando nuestra falta de impacto en el mundo diciendo: "es que siempre se ha hecho así". El mensaje del evangelio nunca se queda obsoleto, nuestras instituciones sí. Tenemos que potenciar y desarrollar nuestra creatividad y agudizar nuestra sensibilidad a la hora de presentar y vivir el evangelio, al mismo tiempo que perdemos el miedo a cambiar aspectos de nuestra actividad que ya son un obstáculo a la extensión del Reino.
ESTEBAN MUÑOZ DE MORALES es graduado en Teología (INSTE), licenciado en Teología (SETS), Ministro y vicepresidente del Consejo Ejecutivo de FADE. R. 1ª.- Sin lugar a dudas, el hecho de la globalización de la iglesia evangélica en el mundo. En el III Congreso de Lausana se conmemoraba el centenario del Congreso de Edimburgo (1910), en donde se propició las misiones y la predicación en países “lejanos”. Por aquel tiempo, la Iglesia Evangélica estaba asociada geográficamente a Europa y a Norteamérica, pero después de dicho congreso y de la explosión pentecostal de principios del S. XX, en estos momentos, no se puede afirmar que haya una “Iglesia de Occidente”, pues está dispersa por todos los países del mundo. De hecho, a Ciudad del Cabo asistieron 4.200 congresistas de 198 países del mundo. Tanto en la plataforma como en el equipo de dirección estaban hermanas y hermanos de países de Europa y USA, pero también de países como la India, Uganda, Perú, Egipto… Las estadísticas que se aportaron en el congreso confirma el fuerte crecimiento evangélico en continentes como África, Asia o Latinoamérica. Fue muy gratificante poder conocer a hermanos de “todos los colores”, lenguas y procedencias. Como se solía decir en Ciudad del Cabo… era un anticipo del cielo. R. 2ª.- El lema del congreso de Lausana, “Toda Iglesia (llevando) todo el Evangelio a todo el mundo”, encierra los enfoques más importantes del Congreso: Toda la Iglesia: para desarrollar el ingente trabajo de evangelización se requiere unidad y cooperación, no sólo con los afines a mi posición teológica o énfasis. Se tiene que potenciar la visión de Cuerpo de Cristo, donde se pueda poner de manifiesto que todos los miembros somos necesarios en esta labor. Todo el Evangelio: Este Congreso me ha infundido, aún más, el amor por las Escrituras. La evangelización ha de centrarse en el mensaje Cristocéntrico que la Biblia revela y no permitir “descafeinar” el mensaje para una asimiliación cultural, sin que el mensaje llegue al corazón con una acción transformadora por medio del Espíritu Santo. Todo el mundo: El amor de Dios no está acotado en fronteras, culturas o tradiciones. Una visión global de lo que Dios está haciendo en el mundo nos hace ser humildes y colaborar con su propósito. En el congreso de Lausana se nos animaba a tener una cosmovisión amplia, llegar a los grupos no alcanzados y a cumplir con la gran comisión antes de la venida del Señor.
ANA MARÍA HUCK VANGIONI. Presidenta de la Unión de Mujeres Evangélicas de España (UDEME) y miembro del equipo de “Evangelismo En Acción” R. 1ª.- Los asistentes invitados tuvimos que aceptar el compromiso de prepararnos espiritualmente -concretamente, leer reiteradamente la Epístola a los Efesios-, pero también leer un buen número de ponencias sobre temas muy diversos. No fue un congreso más, y confiamos en que cada asistente, con nueva visión, encienda una antorcha que se convierta en un fuego de pasión por “los campos listos para la siega”. Creo que el mayor impacto fue percibir el clima espiritual de la unidad en la diversidad, tan rica en matices, expresiones, vivencias e inquietudes, y conocer a hermanos poderosos en fe y obra, que no miden el precio ni la renuncia o el sacrificio, porque todo es para el Señor y la salvación de almas. ¡Dios está obrando en el Mundo, con milagros y señales, con o sin nosotros, y hasta a pesar de nosotros! Teólogos de diversos pensamientos y corrientes, Pastores de mega iglesias y de aisladas obras pioneras; marchosos líderes juveniles, entidades misioneras, ONGs y ecologistas; medios de comunicación rústicos y de última generación; maestros “cuenta-historias bíblicas” en regiones remotas; hermanos con ministerio público y otros, en el anonimato, viviendo en constante peligro; un asombroso caleidoscopio del extenso Reino del Altísimo, un gozoso anticipo de lo que nos espera en la Eternidad. R. 2ª.- * Volver a descubrir el secreto de los grandes avivamientos espirituales: más comunión en Oración; mayor sensibilidad a la guía del Espíritu, y una entrega sin reserva al Señorío de Cristo en la vida personal. * Fomentar y cuidar la Unidad, en el respeto y la aceptación de la diversidad, modelada por el liderazgo, es un poderoso testimonio a la sociedad; es un ejemplo para la iglesia y para la generación joven, además de ser un mandato de Dios. * Es imperativo ejercer un Amor compasivo, pero sin compromisos que opaquen la luz del Evangelio en medio de nuestra secularizada sociedad posmoderna. El mensaje de amor, perdón, justicia y juicio también debe ser proclamado en nuestras iglesias, para avivar el olvidado “primer amor”. * Un conocimiento más profundo de La Palabra lleva a la madurez espiritual que transforma a cada creyente en un mensajero útil para su iglesia y la extensión del Reino. ¿Por qué no hay más misioneros y obreros españoles?

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