Musulmanes: Dios está haciendo cosas nuevas

¿Verdadero musulmán y seguidor de Jesús?, un artículo de John Azumah como tercera respuesta al debate de CT2010 (Movimiento Lausana) iniciado por el artículo “¿Musulmanes seguidores de Jesús?” (de Joseph Cumming). Publicamos las semanas pasadas tres respuestas al artículo de Joseph Cumming “¿Musulmanes seguidores de Jesús?” de parte de musulmanes cristianos. El primero fue Un musulmán seguidor de Jesús, de Mazhar Mallouhi. El segundo ¡Dejemos los debates estériles!, de Martin Accad; y el tercero ¿Verdadero musulmán y seguidor de Jesús?, de John Azumah. Hoy tendremos una cuarta y última respuesta al artículo de Joseph Cumming “¿Musulmanes seguidores de Jesús?” (al final de este artículo pueden leer todas las respuestas anteriores). A fin de facilitar una conversación global auténtica antes del encuentro internacional Capetown 2010, se ha pedido a diversos líderes cristianos de todo el mundo que respondieran a los artículos principales de la “Conversación Global de Lausana”. Los puntos de vista expuestos no necesariamente representan al movimiento Lausana que organiza Capetown 2010. Estos artículos y sus respuestas están pensados para estimular el debate desde todos los diferentes puntos de vista y segmentos de la comunidad cristiana. Todos los creyentes pueden contribuir con su perspectiva y opinión participando con sus comentarios, de tal manera que esto ayude a aprender y crecer juntos en la unidad del Espíritu. Musulmanes: Dios está haciendo cosas nuevas John Travis Durante los últimos 2000 años, el Reino de Dios se ha expandido cuando grupos de personas que representan las “tradiciones religiosas minoritarias” del mundo (animistas y politeístas) de Europa, Africa, Asia y América han abrazado el evangelio de Jesucristo. Sin embargo, entre las religiones mayoritarias del mundo, como el hinduismo y el islam, relativamente pocas personas han confiado su fe en Jesús como Señor y Salvador. Como ahora el evangelio está siendo compartido de una forma sin precedentes entre los pertenecientes a las religiones mayoritarias, es inevitable que se desate una discusión concerniente a los nuevos planteamientos. Cumming mencionó que desde los reavivamientos “Wesleyanos” y del “Gran Despertar”, los evangélicos han enfatizado que la fe personal en Jesucristo es más importante que cualquier filiación religiosa particular. Esto es lo que está realmente en el núcleo de la discusión del C5. Los musulmanes que aceptan a Jesús como Salvador y Señor ¿pueden continuar siendo musulmanes o deben adherirse a una nueva religión? Los musulmanes nacidos de nuevo, similares a los judíos mesiánicos, ¿pueden vivir como “musulmanes de Jesús” permaneciendo en su propia comunidad? Mientras que el término C5 es relativamente nuevo, el concepto básico no lo es. Fue descrito en los últimos años de la década de 1930 por los misioneros que hacían su labor en el Oriente Medio. Sus informes indicaban que el término “cristiano” en la mayoría de tierras musulmanas tenía únicamente una connotación cultural, étnica o política, que era negativa y sin implicaciones en un renacimiento espiritual. Al mismo tiempo, mencionaban que varios musulmanes que se habían convertido en seguidores de Jesucristo, rechazaban, a pesar de todo, separarse de la comunidad islámica, a fin de poder continuar viviendo con su gente y compartir su nueva vida en Cristo. En Líbano, en 1969, la misionera bautista Virginia Cobb subrayó que, somos salvados por Cristo, no por la “religión”. Cobb afirmó: “No intentamos cambiar la religión de nadie. La religión consiste en la afiliación a un grupo… un dogma, una estructura de autoridad… El Nuevo Testamento deja muy claro que nada de esto salva. Es posible cambiar todo ello sin conocer a Dios… nuestro mensaje es una persona que hemos sentido, no una doctrina, sistema o religión. …” En la década siguiente, el líder misionero John Anderson (1976) y los misionólogos Charles Kraft (1974,1979) y Harvey Conn (1979) fomentaron la idea de que los grupos de musulmanes seguidores de Cristo deberían ser la sal y la luz para su propia gente. Todos estos escritos han suscitado tanto entusiasmo como críticas. Lo que estos misioneros describían está ejemplificado en la vida de Ibraim, el alumno coránico mencionado por Cumming. Ibraim examinó versículos que generalmente se entiende que niegan a Cristo y la Biblia, y encontró interpretaciones alternativas en línea con la Biblia. Llegó a la conclusión de que podía seguir a Jesús y permanecer dentro de su comunidad religiosa de nacimiento. Al cabo de poco tiempo varios miembros de su familia y de su comunidad también compartían, a su vez, su fe en Jesús. Muchos musulmanes no darían nunca el valiente paso de reinterpretar aspectos del Islam por sí mismos, pero hay algunos que sí lo hacen. Muchos de los que encuentran tales interpretaciones alternativas se convierten en miembros activos del C5 e invitan a otros a juntarse con ellos. Mi esposa y yo hemos tenido el privilegio de pasar mucho tiempo con docenas de musulmanes seguidores de Jesús como Ibraim, procedentes de una gran diversidad de lugares y formas de vida. Algunos son de origen nominal o secular; otros tienen profundas raíces religiosas y usan ropas distintivas. Sea cual sea el origen o el ambiente religioso, ellos se ven a sí mismos como musulmanes que han elegido seguir a Cristo. Cumming afirmó que la intención del C5 no es evitar la persecución. Estoy de acuerdo. Desgraciadamente, un creyente del C5, conocido por uno de mis colegas, fue martirizado recientemente. Le envenenó su propia familia porque no quería dejar de hablar de Jesús. Cumming indicó también que los asociados al C5 reconocerían finalmente el Cuerpo de Cristo universal. Coincido con esto y veo que está sucediendo entre los creyentes del C5 que yo conozco. El Espíritu de Dios está haciendo algo nuevo entre los 1.4 billones de musulmanes del mundo. Termino con este reto: ¿Podremos nosotros, como seguidores cristianos de Jesús, reconocer la verdadera labor de Dios en las vidas de los musulmanes seguidores de Jesús? ¿Podremos honrarlos y orar por ellos, buscando su amistad si Dios abre la puerta? Pidamos a Dios que nos dé sabiduría y gracia en los años venideros para dar una cálida bienvenida a los verdaderos seguidores de Jesús, dondequiera que los encontremos. John Travis es el seudónimo de un misionero que vive y ministra, junto con su familia, en comunidades musulmanas desde hace más de 20 años. Traducción: Rosa Gubianas El movimiento Lausana entra en la recta final de su tercer encuentro (Lausana III, en Ciudad del Cabo, en octubre de 2010). Con este motivo, organiza un foro global por internet llamado “Conversación Global de Lausana”. A través de blogs, forums de discusión y otras herramientas interactivas como Twitter y Facebook, la conversación global permitirá que se oigan las voces de todos. Por ello, este foro está abierto a todos los cristianos evangélicos del mundo entero, y servirá para debatir las cuestiones centrales que se debatirán en CP2010, incluyendo el contenido de este artículo. Te recordamos la web de la “Conversación Global de Lausana” ¡No dejes de participar!