¿Verdadero musulmán y seguidor de Jesús?

¿Verdadero musulmán y seguidor de Jesús?, un artículo de John Azumah como tercera respuesta al debate de CT2010 (Movimiento Lausana) iniciado por el artículo “¿Musulmanes seguidores de Jesús?” (de Joseph Cumming).

25 DE DICIEMBRE DE 2009 · 23:00

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Publicamos la semana pasada dos respuestas al artículo de Joseph Cumming “¿Musulmanes seguidores de Jesús?” de parte de musulmanes cristianos. El primero es Un musulmán seguidor de Jesús, de Mazhar Mallouhi. El segundo ¡Dejemos los debates estériles!, de Martin Accad. Esta semana tendremos una tercera respuesta al artículo de Joseph Cumming “¿Musulmanes seguidores de Jesús?” (al final de este artículo pueden leer las dos respuestas anteriores). A fin de facilitar una conversación global auténtica antes del encuentro internacional Capetown 2010, se ha pedido a diversos líderes cristianos de todo el mundo que respondieran a los artículos principales de la “Conversación Global de Lausana”. Los puntos de vista expuestos no necesariamente representan al movimiento Lausana que organiza Capetown 2010. Estos artículos y sus respuestas están pensados para estimular el debate desde todos los diferentes puntos de vista y segmentos de la comunidad cristiana. Todos los creyentes pueden contribuir con su perspectiva y opinión participando con sus comentarios, de tal manera que esto ayude a aprender y crecer juntos en la unidad del Espíritu. ¿VERDADERO MUSULMÁN Y SEGUIDOR DE JESÚS? John Azumah Los creyentes del C5 son definidos como musulmanes que siguen a Jesús como Señor y Salvador. Del artículo de Cumming y de los más recientes escritos presentados por miembros del Movimiento “Insider”, se concluye que el C5 es una iniciativa de Dios para alcanzar a los musulmanes. Los creyentes de trasfondo musulmán (MBB muslim-background believers) que fueron llamados así, deciden, por libre elección, permanecer dentro de la comunidad musulmana y ser identificados oficialmente como musulmanes. El testimonio de Ibrahim en el artículo de Cumming deja claro este punto. Se ha reconocido que el tema principal es la identidad. Como africano MBB siempre me he descrito a mí mismo como alguien de sangre musulmana, corazón católico y mente protestante. La mezcla de todo ello es el ADN africano. He leído críticas al C5 y he notado que algunos de los críticos atacaron esta cuestión con un prejuicio arraigado, desdén e incluso hostilidad hacia lo islámico en general y hacia Mahoma en particular. Una vez dicho esto, creo que el C5 defiende que se afronte alguna responsabilidad para que se haga un discurso más estimulante que, algunas veces, puede llegar a ser enconado. En sus primeros escritos. John Travis hizo un llamamiento a los cristianos para que “mucha de su energía misionológica se dedicara a buscar un camino por el cual los musulmanes pudieran seguir siendo musulmanes, pero viviendo como verdaderos seguidores del Señor Jesús”. (Ver “¿Pueden todos los musulmanes abandonar el Islam para seguir a Jesús?” de John Travis, Evangelical Missions Quarterly (Misiones Evangélicas Trimestral), 34 (4), 1998, pp. 411-415). Algunos componentes del grupo C5 hablan de “animar” o “instar” al MBB a permanecer dentro de la comunidad musulmana como “insiders” (vinculados). Otros han incitado e incluso exigido a sus misioneros que se conviertan oficialmente en musulmanes con el fin de ser más efectivos. En varios artículos los C5 han dedicado su energía misionológica a demostrar, partiendo de la Biblia, que abandonar la religión de nacimiento (“extracción”) es antibíblico, y que Jesús y los apóstoles fueron todos “insiders”, insinuando de este modo que la existencia de la iglesia en sus diversas tradiciones actuales (C1 a C4) es una aberración. Algunos críticos del movimiento, no obstante, están en lo cierto cuando dicen que “C5 es un reflejo de la misionología intencional occidental, formada en Occidente y, con frecuencia, manejando grandes cantidades de dinero occidental. Las agencias misioneras dedican gran cantidad de esfuerzos para promover métodos propios del “insider”. (Ver “Evaluating ´Insider Movements´: C5 (Messianic Muslims)” (La evaluación de movimientos “insider”: C5 -Musulmanes mesiánicos- de Hill Nikides, St. Francis Magazine nº 4, Marzo 2006). Nikides continúa explicando como se utiliza el dinero como estímulo y también como se aplican otras formas de presión a los MBB en cuarentena, a veces contra su voluntad, a fin de “evitar la contaminación del movimiento” por parte del resto de la comunidad cristiana. Otros, con muchos años de ministerio y experiencia en Asia cuestionan las reivindicaciones de un “Movimiento Insider”. Todo esto ha dejado confundidos a muchos acerca de la veracidad del C5. Mi posición en estos temas la expongo en las siguientes líneas. Para
 
empezar, creo que Cumming está estirando demasiado el argumento cuando intenta trazar paralelos entre ser americano y ser musulmán. Los creyentes como Ibraim tienen razón cuando dicen: “Ser musulmán es identificarse con una comunidad particular, no únicamente suscribiendo ciertos dogmas teológicos”. En otras palabras, ser musulmán implica a una comunidad, pero también incluye suscribir unos principios religiosos y teológicos específicos. No creo en modo alguno, que para ser americano uno deba suscribir ciertos principios religiosos o teológicos en particular. Ciertamente, Cumming declara correctamente que “el carácter profético de Mahoma es esencialmente no negociable para la identidad musulmana”. Con todo, cuando se habla de la cuestión de Mahoma, los C5 creen que es “insignificante”. Es cierto que “musulmán significa cosas distintas para los diferentes musulmanes. En varias comunidades del Africa Sub-sahariana, por ejemplo, el término “musulmán” es específica y exclusivamente una designación religiosa. Jesús es llamado “musulmán” en el Corán como parte de la teología de sustitución islámica. El musulmán Jesús es deliberadamente colocado en oposición al Jesús del Nuevo Testamento. Cuando aceptan a Jesús como Señor y Salvador, como hacen los C5, automáticamente se les excluye de la comunidad musulmana. Al discutir el asunto con los líderes musulmanes, Cumming dice que su preocupación principal ha sido averiguar si los del C5 siguen observando los requisitos rituales y morales de la “madhhab” que ellos siguen. Uno se pregunta qué dirán los líderes musulmanes si les dicen que estos “musulmanes” consideran a Jesús como Señor y Salvador y han formado “fraternidades Cristo-céntricas en las cuales estudian la Biblia, oran y celebran bautismos y la Cena del Señor”. La tarea de los C5, que ellos mismos se han asignado, es como la de un jugador tratando de convencer a los fans del New York Giants y del New York Jets de que juega para ambos equipos al mismo tiempo. Además, en el Islam Dios no revela su voluntad él mismo como en el cristianismo. El Corán contiene la voluntad de Dios, expandida en la Sunna, explicada en la ley y administrada por los diversos madhhahib. La ley es al Islam lo que la teología es al cristianismo. La pregunta es ¿cómo puede alguien seguir verdaderamente al Jesús del Nuevo Testamento y permanecer verdaderamente musulmán? Una vez dicho esto, yo apoyo plenamente las peticiones a los cristianos de que deben ser conscientes del camino a seguir, y evitar que nos hagamos daño mutuamente. Deberíamos permitir que Dios fuera el árbitro en tales asuntos. No obstante, no deberíamos reprimir el discurso con insinuaciones de que cuestionar acerca de los C5 equivale a “trabajar contra Dios”. Si los C5 son verdaderamente una iniciativa de Dios, los defensores deberían dejar a Dios ocuparse de los asuntos de Dios. Jugando a ser comadronas, perros pastor, y, algunos dirían, perros guardianes de los creyentes C5, las agencias misioneras occidentales, principalmente americanas, podrían, con las mejores intenciones, embarrar las aguas en las que Dios está pescando. John Azumah es director del Centro de Estudios Islámicos y Relaciones Cristiano-Musulmanas en la London School of Theology. También es autor de: La fe de mi prójimo: El Islam explicado a los Cristianos y el Legado árabo-musulmán en Africa: Búsqueda del Diálogo Inter-Religioso. Traducción: Jaime Tutusaus- Rosa Gubianas El movimiento Lausana entra en la recta final de su tercer encuentro (Lausana III, en Ciudad del Cabo, en octubre de 2010). Con este motivo, organiza un foro global por internet llamado “Conversación Global de Lausana”. A través de blogs, forums de discusión y otras herramientas interactivas como Twitter y Facebook, la conversación global permitirá que se oigan las voces de todos. Por ello, este foro está abierto a todos los cristianos evangélicos del mundo entero, y servirá para debatir las cuestiones centrales que se debatirán en CP2010, incluyendo el contenido de este artículo. Te recordamos la web de la “Conversación Global de Lausana” ¡No dejes de participar!

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