El protestantismo español en cinco comunidades autónomas

Uno de los grandes aportes de la Fundación Pluralismo y Convivencia lo constituye la publicación de obras que recogen la presencia de las minorías religiosas en las diferentes comunidades autónomas. “El pluralismo religioso es una realidad social muy dinámica”, dice el también dinámico director de la entidad, José Manuel López Rodrigo.

04 DE JULIO DE 2009 · 22:00

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Pluralismo y Convivencia es una fundación del sector público estatal, creada por acuerdo del Consejo de Ministros el 15 de octubre 2004 a propuesta del Ministerio de Justicia, donde también se encuentra integrada la Dirección General de las Relaciones con las Confesiones, presidida por José María Contreras. Pluralismo y Convivencia está regida por un patronato compuesto de 21 vocales, 12 de ellos en representación de diversos ministerios y 9 designados a título personal. Uno de los vocales es el evangélico Eliseo Vila, economista y director de la Editorial Clie. Entre los objetivos de la Fundación figura el apoyo económico a proyectos de carácter cultural y educativo, apoyar a las confesiones minoritarias para que refuercen su papel de interlocutor en la sociedad española, promover la normalización del hecho religioso en la sociedad, y otros. Este año Pluralismo y Convivencia ha destinado 760.596 euros a la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España y otra cantidad similar a sufragar proyectos presentados por iglesias y organismos evangélicos. Uno de los objetivos de la Fundación, la promoción de estudios de investigación sobre la realidad religiosa, su implantación e integración social en las 17 comunidades autónomas del Estado español, ha cristalizado en la publicación, hasta ahora, de cinco tomos cuidadosamente editados que reflejan la diversidad de confesiones religiosas en este país llamado España. El primer volumen estuvo dedicado a Cataluña. Los autores, Joan Estruch, Joan Gómez, María del Mar Griera y Agustí Iglesias, dedicaron cuatro años a la preparación del mismo. El capítulo dedicado al protestantismo abarca 36 páginas. Aquí están reseñadas todas o casi todas las entidades que componen las fuerzas vivas del protestantismo catalán. Dos objeciones: Una, los redactores de este capítulo han caído en la trampa de la historicidad. Estamos acostumbrados a que las Iglesias episcopal, presbiteriana, luterana y metodista se definan como integrantes del llamado protestantismo histórico. También los autores del volumen conservan la definición en la página 100. ¿Es que las demás familias evangélicas carecen de historia? Bautistas, Hermanos, Pentecostales, Iglesias de Cristo y otros ¿no remontamos nuestra historia a los orígenes del Cristianismo, hasta los Evangelios? Una segunda objeción la refiero a la Iglesia de Cristo. Dice el redactor de un párrafo que se encuentra en la página 127 que las Iglesias de Cristo “prácticamente no tienen relaciones con el resto del mundo evangélico”. Por otro lado, el fundador de las Iglesias de Cristo es el que más ha predicado en iglesias de otras denominaciones en España. Ha hablado en iglesias bautistas, asambleas de hermanos, iglesias pentecostales, iglesias de la FIEIDE, congregaciones de la Iglesia Evangélica Española, iglesias adventistas y hasta en iglesias católicas. Decir que las iglesias de Cristo no tienen relaciones con el resto del mundo evangélico supone una ignorancia de párvulo o malas intenciones. ¿No sabe este redactor que las Iglesias de Cristo han publicado desde enero 1966 revistas que han beneficiado a toda la comunidad evangélica? ¿Desconoce quien escribió esas líneas que el fundador de la Iglesia de Cristo en España perteneció a la Comisión de Defensa Evangélica Española desde 1968 hasta su transformación en la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España, que fue fundador de esta Federación, dos veces presidente por elección mayoritaria de líderes denominacionales, otras dos veces presidente de la Comisión de Defensa? Aquí más rigurosidad, por favor, señor Contreras, usted era el máximo responsable de esta publicación cuando vio la luz. El segundo volumen estuvo dedicado a la Comunidad Valenciana. Fue compuesto por Josep Buades Fuster y Fernando Vidal Fernández. Sigue la línea del tomo anterior, con 72 páginas que detallan con bastante fidelidad la presencia evangélica en dicha comunidad. Aquí quiero destacar las 38 páginas que forman el primer capítulo de la obra, donde se trata de Religión y Neo-modernidad, Neopragmatismo y religión, religión e integración de los inmigrantes y otros temas ausentes en el volumen dedicado a Cataluña. A la tercera fue la vencida para la comunidad de Madrid. Un tomo de 310 páginas redactado por cinco autores: Bernabé López García, Ángeles Ramírez Fernández, Eva Herrero Galiano, Said Kirhlami y Mariana Tello. Aquí los evangélicos ocupan menos espacio, pero todas las entidades religiosas que comparten suelo de la comunidad se encuentran pormenorizadas en un estudio que juzgo muy completo. Las islas canarias protagonizan el cuarto volumen, que lleva por título “Religiones entre continentes. Minorías religiosas en Canarias”. Fue elaborado como resultado de la colaboración entre la Universidad de la Laguna y la Fundación Pluralismo y Convivencia. Aquí “se propone una mirada que pone de manifiesto la diferencia que caracteriza, también en lo religioso, a las Islas Canarias dada su historia, su posición atlántica entre tres continentes y su ubicación fronteriza”. El quinto y último volumen de la serie hasta ahora publicado es para la comunidad de Castilla-La Mancha. Lo han dirigido Miguel Hernando de Larramendi y Puerto García Ortiz, con una introducción de José Manuel López Rodrigo, director de la Fundación. Entre las iglesias evangélicas, la iglesia adventista, la iglesia mormona y los Testigos de Jehová ocupan más de 200 páginas. Espacio tan amplio se debe al minucioso trabajo de investigación que realizan los autores al informar sobre iglesias individuales y misiones, como la Misión Evangélica de Valdepeñas. Pluralismo y Convivencia ha realizado una exhaustiva labor de investigación y estudio para poner al día la presencia de las entidades evangélicas en las comunidades referidas, un trabajo digno de reconocimiento que los protestantes españoles, con sus escasos medios, difícilmente habrían podido hacer. “Estos estudios –concluye Puerto García- permitirán a los responsables de Pluralismo y Convivencia sentar las bases para la creación de un Observatorio del Pluralismo Religioso en España… Este espacio nos permitirá arrojar luz sobre los elementos clave en la creación de un adecuado marco de convivencia”.

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