¿Madrid bien vale una misa?

Análisis y reflexión de Pedro Tarquis sobre la participación de la Federación evangélica (Ferede) en el funeral oficial católico por las víctimas de la tragedia aérea de Barajas, celebrado este pasado 11 de septiembre en la catedral de la Almudena de Madrid.

12 DE SEPTIEMBRE DE 2008 · 22:00

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“París bien vale una misa” dicen que fue la frase de Enrique IV de Francia y III de Navarra, de fe protestante, que pronunció justificando su paso al catolicismo. Hijo de Antonio de Borbón, y de la Reina de Navarra, Juana de Albret, fue bautizado católico pero educado por su madre en la fe protestante a la que ella pertenecía. Por un interés político sacrificó, al menos públicamente, esa fe que profesaba. La FEREDE y la Alianza Evangélica Española pidieron de forma pública un acto civil de Estado para las víctimas de Barajas, plurireligioso, respetuoso con todas las confesiones y creencias. No se realizó este acto civil, en una dejación de funciones del actual Gobierno, que defiende un laicismo teórico, pero en la práctica se ve que le preocupa más formar la moral de los ciudadanos que la separación Iglesia-Estado. Ante esta negativa, esta falta de asumir su responsabilidad como Gobierno, la FEREDE -Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España- y el CEM -Consejo Evangélico de Madrid- organizaron un funeral evangélico en Madrid, al que acudieron representantes del Estado (Gobierno nacional y autonómico, municipios…). ¿Por qué acudir ahora representantes de FEREDE a un funeral católico? No había razones de celebración. El funeral evangélico ya había sido realizado. Mucho menos teológicas. El funeral católico es un acto profundamente contrario al cristianismo evangélico (y soy suave en la terminología). Desde la misa con el sacrificio real de Cristo, la transustanciación del cuerpo y la sangre de Jesús en el pan y el vino, hasta la mediación del sacerdote a todos los niveles entre los fieles y Dios, es la antítesis de los principios cristianos evangélicos. Participar en ellos en un acto público es manifestar cara a la sociedad que no se está en desacuerdo con lo que allí ocurre, o que al menos se consiente de manera activa. Esto lo practican habitualmente algunas personas -no muchas- y denominaciones -pocas- que se apellidan evangélicas; pero la FEREDE representa –en el terreno legal- al conjunto de las iglesias evangélicas ante el Estado. No sé si ellas, las iglesias, estarán de acuerdo con lo ocurrido. Yo no, y me produce una profunda preocupación, ya que mi propio testimonio queda vinculado si callo. Por eso, y por lo que sigue, escribo este artículo. Pero si la misa ya es un acto antiprotestante, a esto se añade el hecho de orar por los muertos en el funeral católico. La Iglesia católica intercede por las personas fallecidas para que sean recibidas en el Purgatorio o el cielo, ya que los méritos de la fe en Jesús y las buenas obras no son suficiente. Algo también muy opuesto a lo que el protestante común cree, vive y predica: la salvación sólo por gracia mediante la fe en Jesús; sin que tras la muerte haya rito, iglesia o mediación alguna que pueda influir en el destino final de cada uno, sin existencia de Purgatorio. Así, el funeral católico como ceremonia supone negar de plano el Solo fe, solo gracia, solo Escritura. A este contrasentido teológico y de testimonio, se añade otro contrasentido, esta vez político. La presencia de FEREDE en el funeral católico ha dado una salida a la Iglesia católica y al Gobierno, que estaban contra las cuerdas por primera vez en un acto de este tipo, en el que se unen un acto de Estado con un funeral religioso católico. Una salida a la Iglesia católica, porque oficiaba un funeral en el que se había denunciado públicamente que lo hacían en un monopolio de las víctimas no católicas. La presencia de FEREDE, como un lunar en medio del acto católico, le ha dado una relativa justificación a Rouco-Varela con un mínimo gesto; aunque la realidad es que el funeral fue católico (y muy católico) y por todas las víctimas. Por cierto, ¿qué pasó con los fallecidos islámico e hindú del accidente de Barajas? ¿No tenían ellos también derecho a un representante de su confesión en el acto? ¿y de los 154 fallecidos, si al menos uno –y seguro que era alguno más- no hubiese querido, o su familia, una ceremonia católica? Se les ha obligado a estar incluidos en la puesta en escena de la Almudena; se les ha impuesto, una vez más, una forma de creer obligatoria, incluso tras la muerte. Con el aval de la FEREDE… y del Gobierno. Porque FEREDE ha dado también una salida al Gobierno, que era evidente que acudía en medio de una profunda contradicción: un Gobierno que defiende la aconfesionalidad del Estado, presente en un acto de Estado católico, con la voz de la Alianza Evangélica Española protestando alto y fuerte por su incoherencia. Si no acudía, escándalo monumental de dimensiones incalculables. Si acudía, que era lo más probable, sería con la denuncia de estar de forma especial y preferente presente en una ceremonia católica por fallecidos de otras confesiones que exigían respeto y laicidad, justo lo que el Gobierno en teoría defiende pero no practica. Y la FEREDE le ha dado la salida. Ya lo ha dicho Teresa de la Vega, Vicepresidenta del Gobierno, preguntada tras el acto de por qué no se regula una ceremonia civil de Estado, contestando que el celebrado en la Almudena “fue un acto ecuménico”. Llama ecuménico al acto -de una hora- católico al 100%, con la presencia de FEREDE en un saludo final de tres minutos. Se podrán alegar pocas o muchas razones para justificar lo ocurrido. Para mí sin peso alguno. El funeral católico, la presencia de la Casa Real, políticos, Gobierno, y etcétera, eran un acto social único pero contrario a la fe cristiana protestante. Un funeral mantenedor de la confesionalidad encubierta del Estado, Casa Real y políticos (de forma voluntaria o forzada), en el que la presencia de FEREDE ha ofrecido excusa legal (que no moral) a mantener la situación de siempre. Se podía haber dejado una voz y señal pública de enorme relevancia, que nadie olvidaría, de disconformidad con la situación actual. Era posible una inflexión, pero… Madrid bien vale una misa. Escribo este artículo a título personal, y consciente de que me creará problemas. Pero prefiero vivir con problemas a hacerlo con la convicción de no haber sido consecuente en una cuestión que me parece grave por todo lo dicho. Para mí, desde luego, ni Madrid ni muchas otras cosas valen una misa. MULTIMEDIA Pueden ver aquí un video de la participación del representante de FEREDE en el funeral católico por las víctimas de Barajas (12.5 Mb). También pueden participar en la encuesta Que evangélicos participen en funerales católicos es...

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