Consejo genético y diagnóstico prenatal (V)

El diagnóstico preimplantatorio pretende descubrir anomalías genéticas del embrión durante una fase temprana del embarazo. Se realiza en los embriones obtenidos mediante fecundación “in vitro” y antes de que éstos sean transferidos al útero materno para su implantación."/>

Diagnóstico preimplantatorio

Consejo genético y diagnóstico prenatal (V)

El diagnóstico preimplantatorio pretende descubrir anomalías genéticas del embrión durante una fase temprana del embarazo. Se realiza en los embriones obtenidos mediante fecundación “in vitro” y antes de que éstos sean transferidos al útero materno para su implantación.

18 DE SEPTIEMBRE DE 2010 · 22:00

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Ya vimos cómo en las primeras divisiones sucesivas que experimenta el cigoto, todas las células o blastómeros conservan todavía su totipotencia, es decir la facultad de originar al individuo completo. Pues, si durante esta temprana fase, en el estadio de 6-8 células, se toman algunos de estos blastómeros para su estudio en el laboratorio, el resto del embrión prosigue su desarrollo normal sin resentirse de tal sustracción. Mediante este dictamen, que es legal en territorio español, es posible detectar anomalías cromosómicas como el síndrome de Down y otras muchas enfermedades ligadas al sexo, sin necesidad de actuar sobre el embrión que se desea trasplantar. Incluso es posible determinar y seleccionar el sexo de este embrión, aunque en el caso de la legislación española, tal selección sólo está permitida cuando se realiza con un fin curativo o terapéutico, como podría ser para impedir la herencia de una tara grave presente en el cromosoma X. Una de las aparentes ventajas del diagnóstico preimplantatorio es que la selección de embriones se realiza antes de su anidación en el útero. De ahí que no exista la necesidad de practicar abortos terapéuticos como ocurre con el diagnóstico prenatal. En este último, cuando se descubre un feto con anomalías genéticas serias se coloca a los padres ante el dilema ético de interrumpir la gestación o asumir la responsabilidad de tener un hijo deficiente. Sin embargo, en la técnica preimplantatoria son los propios médicos quienes seleccionan los mejores embriones, obtenidos por fecundación “in vitro”, antes de introducirlos en el claustro materno, evitándole así a la futura madre el tener que someterse a ninguna intervención quirúrgica posterior. No obstante, existen también peligros en este tipo de diagnosis. ¿Quién puede asegurar que la fantasía acerca del niño perfecto no superará los límites de lo razonable? Cuando sea posible seleccionar a la carta características secundarias entre un buen número de embriones sanos antes de su anidación ¿con qué criterio actuarán los padres? ¿qué argumentos podrán frenar tales demandas? ¿no se entrará de lleno en el peligroso terreno de la eugenesia no terapéutica? ¿llegarán a considerarse como enfermedad, ciertos tipos de carácter o de conducta? Algunos autores al valorar estos riesgos del diagnóstico preimplantatorio proponen decididamente su completa prohibición. En este sentido se manifestaba Jacques Testart en El embrión transparente (Testart, 1988: 102).
Artículos anteriores de esta serie:
 1Luces y sombras del estudio del cromosoma humano  
 2El consejo genético 
 3Cribado genético 
 4Consejo genético y diagnóstico prenatal (V) 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - ConCiencia - Diagnóstico preimplantatorio