Heterodoxia y cristianismo en España (XXII)
(La Historia de la Religión en España)

La debilidad de la Iglesia propició varias herejías entre los mozárabes. Algunas de ellas se extendieron por toda la Península y otras se circunscribieron al ámbito de algunas ciudades del sur."/>

Algunas herejías mozárabes

Heterodoxia y cristianismo en España (XXII)
(La Historia de la Religión en España)


La debilidad de la Iglesia propició varias herejías entre los mozárabes. Algunas de ellas se extendieron por toda la Península y otras se circunscribieron al ámbito de algunas ciudades del sur.

18 DE SEPTIEMBRE DE 2010 · 22:00

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En el 839 se celebró en Córdoba un concilio para intentar poner orden en la debilitada Iglesia peninsular. Al sínodo asistieron tres de los metropolitanos más importantes: Wistremiro, de Toledo, Juan Hispalense y Adulfo de Mérida. El concilio se centró en la persecución de ciertos herejes extranjeros llamados acéfalos o casianos. Este grupo decía que había sido enviado por Roma para anunciar un nuevo mensaje, pero transmitieron doctrinas parecidas a la de los maniqueos. Eran muy rigorista en sus costumbres, por ello ayunaban, rechazaban el culto a las reliquias, daban la Eucaristía en mano a los hombres y a las mujeres, no tomaban comida de los gentiles y no consideraban cristianos a los que no se unían a sus doctrinas. Llegaron a crear una iglesia apartada de la oficial. Estos al final fueron combatidos y desaparecieron. Uno de los personajes más controvertidos de la época fue el obispo Hostegesis. Este obispo fue denunciado por un abad llamado Sansón. Al parecer este hereje cometía todo tipo de estafas e inmoralidades. La riqueza que así logró este individuo le permitió comprar las voluntades de las autoridades musulmanas. Además, Hostegesis tenía una guardia personal que le protegía de de los ataques de las personas que habían sido estafadas en su diócesis. Al parecer los feligreses de su diócesis quedaron tan hartos de él que tuvo que huir de allí y se refugió en Córdoba, donde se hizo musulmán. En la misma época surgió un movimiento iconoclasta muy fuerte que se extendió por la Península y llegó hasta Italia. El propagador de la nueva oleada iconoclasta fue Claudio, discípulo de Félix de Urgel. Claudio era un hombre de una profunda formación, estuvo un tiempo el la corte de Ludovico Pío y fue propuesto por éste para el episcopado. Claudio se convirtió en obispo de Turín. El nuevo obispo se escandalizó ante las supersticiones que rodeaban a las imágenes y las prohibió. Además, Claudio comenzó a separarse de otras costumbres como el culto a las reliquias o la validez de las peregrinaciones. La Iglesia, que se sustentaba en parte con estas aportaciones, se opuso al obispo. Por ello, algunos han considerado a Claudio el primer cristiano protestante.
Artículos anteriores de esta serie:
 1Historia de la Religión en España 
 2¿Santiago y abre España? 
 3¿Estuvo el apóstol Pablo en España? 
 4Primeras herejías y disidencias en Hispania 
 5El Concilio Iliberitano 
 6El arrianismo llega a Hispania 
 7Los donatistas y luciferianos 
 8Gnosticismo en Iberia 
 9La historia de Prisciliano 
 10Prisciliano después de Prisciliano 
 11¿Era el priscilianismo una herejía? 
 12Los dos Avitos y el origenismo 
 13Herejías en la España visigoda 
 14Herejías en la España visigoda (2) 
 15Leovigildo toma el poder 
 16La España visigoda ya es católica 
 17Dos siglos de incertidumbre y San Isidoro 
 18Los musulmanes llegan a España 
 19Los mozárabes y la tolerancia musulmana 
 20Los almorávides y la intolerancia musulmana 
 21Religión y sociedad mozárabe 

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