Estados Unidos e Irán estimulan sus tensiones 40 años después de la revolución

La escalada de agresiones verbales y físicas entre ambos países, dicen voces desde el Golfo contrarias a la guerra, apunta “hacia la destrucción del pueblo, porque al final es el que más sufre”.

Jonatán Soriano

TEHERÁN · 25 DE JUNIO DE 2019 · 12:30

El presdente iraní, Hassan Rouhani, saluda a una multitud. / Twitter @HassanRouhani,
El presdente iraní, Hassan Rouhani, saluda a una multitud. / Twitter @HassanRouhani

Desde el 9 de mayo, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la retirada de su país del acuerdo nuclear, Irán ha abandonado alguno de los compromisos del pacto, los estadounidenses han movilizado a uno de sus mayores portaaviones en el Golfo Pérsico, dos barcos petroleros han sido atacados y los militares iraníes han derribado un dron estadounidense que sobrevolaba el espacio aéreo persa. 

Una secuencia de hechos que ha tensado las relaciones entre ambos países hasta el último anuncio de Trump, de imponer sanciones al líder supremo de la República Islámica, el ayatolá Alí Jamenei. “Cuando el régimen iraní decida  abstenerse de violencia y tratar nuestra diplomacia con diplomacia, sabrá cómo encontrarnos”, decía el Departamento de Estado del país norteamericano en una declaración publicada este 22 de junio. 

Sin embargo, desde la Casa Blanca se sigue apelando al apoyo internacional en su actitud hostil hacia Irán, aliada de Rusia. “China obtiene el 91% de su petróleo del Estrecho de Ormuz, Japón el 62% y muchos otros países cantidades similares. ¿Por qué estamos protegiendo las líneas de abastecimiento para otros países desde hace años y sin compensación? Todos estos países deberían proteger sus barcos en los que ha sido siempre un viaje peligroso. Ni siquiera tenemos que estar porque Estados Unidos se ha convertido en el mayor productor de energía”, señalaba este lunes Trump en redes sociales. 

Una declaración que contrasta con las reuniones que durante estos días ha mantenido su Secretario de Estado, Mike Pompeo, con el príncipe heredero de Emiratos Árabes Unidos, Mohammed bin Zayed Al Nahyan, y con el rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz, dos de los principales enemigos regionales de Irán. “Dos grandes aliados en el reto que plantea Irán”, describía Pompeo a estos dos países antes de salir de Estados Unidos hacia Oriente Próximo. 

 

El Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, reunido con el rey de Arabia Saudí, Salmán bin Abdulaziz. / Twitter @SecPompeo

MÁS PRESIÓN PARA LA POBLACIÓN

El reciente aumento de las tensiones entre Estados Unidos e Irán, dice una fuente cristiana residente en Irán y que ha preferido conservar su anonimato por seguridad, implica “más restricciones para la población”. “El gobierno sospecha de la ciudadanía y los acusa de colaborar con los americanos. El bloque de información es una muestra de ello. Para conectarnos a internet sin ser vigilados tenemos que utilizar otros servicios”, añade. 

A pesar de que esta voz sobre el terreno pérsico considera que “solo un cambio de gobierno podrá empezar a reparar esta situación”, ya que piensa que el gobierno iraní “prefiero ser destruido y llevarse al pueblo con él antes de dar su brazo a torcer”, también afirma que los movimientos militares estadounidenses y las declaraciones de las últimas semanas “solo perjudican más y más al pueblo”. “Estados Unidos busca solo su propio beneficio. Solo hay que mirar a Iraq o a Afganistán”, remarca. 

 

“NO DEJÉIS DE ORAR POR EL PUEBLO IRANÍ”

La situación se ha convertido especialmente vulnerable para la población cristiana en Irán, según Puertas Abiertas el noveno país en el mundo que más persigue el cristianismo. “De puertas hacia afuera el gobierno se vanagloria de una supuesta libertad religiosa pero la realidad es otra. No podemos proclamar de forma libre el evangelio y ninguna persona de origen musulmán puede ser descubierta relacionándose con el cristianismo”, dice la fuente anónima iraní. 

Los supuestos aires aperturistas que se esperaban del acuerdo nuclear no se han materializado, según la voz anónima sobre el terreno. “Fue todo una fachada. Las empresas internacionales, o se habían ido o se estaban yendo, y la situación económica empezó a endurecerse. El gobierno ha seguido oprimiendo al pueblo como siempre”, afirma. 

En este sentido, pide oración a los cristianos en otros países ante unas tensiones que alejan cada vez más la resolución diplomática del conflicto, aludiendo a la historia persa y su relación con el relato bíblico. “Orad para que la justicia de Dios se haga presente y libere al pueblo persa de su sufrimiento. Cuando Israel estaba en cautiverio en Babilonia Dios utilizó al pueblo persa para liberarlo”, remarca. 

“Tengo fe en que Dios puede utilizar una vez más a este pueblo, pero los iraníes no pueden adorar a Dios porque no pueden conocerlo. Orad por una transformación íntegra de la nación”, pide desde la larga distancia que, ante escenarios como este, evidencia la separación entre occidente y oriente. 

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