“La iglesia permanece firme con la masa de la gente”, dicen cristianos en Hong Kong

La región sigue viviendo manifestaciones multitudinarias a pesar de que el proyecto de ley que provocó el movimiento popular ha sido retirado.

Jonatán Soriano

HONG KONG · 18 DE JUNIO DE 2019 · 09:00

Una de las multitudinarias marchas vividas estos días en Hong Kong.. / Twitter @HongKongFP,
Una de las multitudinarias marchas vividas estos días en Hong Kong.. / Twitter @HongKongFP

La Región Administrativa Especial de Hong Kong, su título oficial, ha recuperado en las últimas semanas el carácter protestatario que ya en en 2014 movilizó a centenares de miles de personas en las calles, organizadas por el movimiento estudiantil ‘Occupy Central with Love and Peace’ (Ocupar el Centro con Amor y Paz). Entonces, la causa era política, puesto que los manifestantes exigían una reforma de la ley electoral, y social, ya que la pedían para obtener más libertad e independencia de Pequín. 

Las manifestaciones de los últimos días, sin embargo, no parecen seguir la estructura de la Revolución de los Paraguas, como se conoció en 2014 al movimiento por ser este accesorio el símbolo distintivo del opositor al gobierno central chino, según ha explicado a Protestante Digital el representante de la Comunidad de Estudiantes Evangélicos de Hong Kong (FES, por sus siglas en inglés), Barry Cheung. “Pienso que la relación (con la Revolución de los Paraguas) es indirecta porque los dos movimientos no tienen una conexión lógica. Pero la gente y la iglesia en Hong Kong despertó para tener más conciencia política a través del movimiento de 2014. Por eso, el movimiento actual se invoca sin líderes clave ni organizaciones. En general, los cristianos en Hong Kong apoyan mucho el movimiento, sin importar qué edad tengan”, señala Cheung. 

En esta ocasión, las movilizaciones han sido consecuencia directa del intento de aprobación de un proyecto de ley para facilitar las extradiciones de “delincuentes fugitivos”. En concreto, se trata del proyecto de ley sobre ‘Delincuentes fugitivos y asistencia judicial recíproca en materia penal’ de 2019. Un texto que en sus conclusiones afirma que “los principales propósitos de esta ley son” modificar la Ordenanza de Delincuentes Fugitivos para introducir “arreglos especiales” que se combinen con los establecido “para la entrega de una persona según lo estipulado por los acuerdos”, y para dotar de efecto “los acuerdos de asistencia judicial recíproca entre Hong Kong y cualquier otra parte de la República Popular de China”. 

 

Represión policial durante una de las movilizaciones con paraguas, símbolo del movimiento de 2014. / Twitter @HongKongFP

UN MOVIMIENTO QUE APUNTA A CHINA

Aunque sin liderazgo ni estructura organizativa, las protestas de los últimos días reflejan una reacción contra China. A pesar de que el gobierno regional de Hong Kong ha suspendido el proyecto de ley después de las marchas que han llevado a miles de personas a las calles, los manifestantes exigen ahora la dimisión Carrie Lam, la Jefa Ejecutiva de Hong Kong, y cercana a Pequín. 

Ni siquiera la liberación de Joshua Wong, uno de los principales líderes de la Revolución de los Paraguas que se encontraba encarcelado, ha apaciguado las peticiones de dimisión de Lam por parte de los manifestantes. “El domingo 9 de junio éramos más de un millón de personas ocupando las calles de Hong Kong, para protestar contra la ley, pero la gobernadora no escuchó la voz del pueblo y se negó a retirar el proyecto de ley”, explica Cheung. 

Pocos días después, Lam anunciaba la suspensión del documento señalando que se mantenía “firme en la creencia de que es lo correcto”. “No podemos retirar este proyecto de ley o, si no, la sociedad, dirá que es infundado”, señalaba. Unas declaraciones a las que Pequín, en boca del enlace del Gobierno Popular Central de China, ha respondido manifestando que “apoya, comprende y respeta la decisión de Carrie Lam”. “Pensamos que a través de debates racionales, todos los ámbitos de vida de la vida en Hong Kong comprenderán correctamente el contenido de las enmiendas propuestas, alcanzando consenso y realizando esfuerzos conjuntos para mantener el Estado de derecho”, ha añadido el enlace del gobierno central en Hong Kong.

 

Una pintada pidiendo la protección de Hong Kong y de la libertad, y la dimisión de la responsable del gobierno regional, Carrie Lam. / Twitter @HongKongFP

UNAS PROTESTAS CON MÚSICA CRISTIANA

Tal y como ocurrió en 2014, con la participación del pastor protestante Chu Yiu-ming entre los organizadores de la revuelta de los paraguas y por la cual ha sido recientemente condenado a prisión, muchos cristianos se han sumado a las protestas contra el proyecto de ley de extradición. “La iglesia permanece firme con la masa de la gente, pidiendo a la gobernadora que dialogue sobre el impacto una vez se aprueba la nueva ley”, asegura Cheung. “Queremos que la justicia y la misericordia de Dios llenen nuestra tierra”, añade. 

Medios locales, como el Hong Kong Free Press, y corresponsales en la región, como Macarena Vidal de El País, han compartido en las redes sociales vídeos de grupos de manifestantes cantando la canción Sing Hallelujah to the Lord (Canta aleluya al Señor) frente a la policía. 

 

 

“Muchos estudiantes cristianos apoyan el movimiento porque creen injustas y ridículas las razones por las que el gobierno quiere aprobar el proyecto de ley en un periodo de tiempo tan limitado. Sospechan que el gobierno ya no sirve al pueblo, sino solamente al gobierno central de China”, remarca Cheung. 

En Hong Kong, el porcentaje de población cristiana alcanza el 12,5%, según Joshua Project, mientras que en el conjunto de la República Popular de China es del 9%. Añadida en 1997 al territorio oficial chino con la etiqueta de Región Administrativa Especial, igual que Macao, constituye uno de los principales núcleos económicos del Estado y reúne a más de siete millones de personas.

“Cualquier intento para generar caos en Hong Kong e interrumpir su prosperidad y estabilidad recibirá la oposición de toda la población china, incluyendo a los compatriotas de Hong Kong”, ha manifestado el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Geng Shuang. “La prosperidad y estabilidad de Hong Kong, un socio comercial importante de Estados Unidos, se ajusta a los intereses de este país, por lo tanto, su caos no les beneficia”, ha remarcado, en relación a las sospechas de una interferencia extranjera para desestabilizar a la región china. 

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