Alianza Evangélica Costarricense defiende su libertad de expresión ante resolución del TSE

El Tribunal Supremo Electoral de Costa Rica ha resuelto que tanto la Federación Alianza Evangélica Costarricense como la Conferencia Episcopal han manipulado el libre ejercicio del voto en las pasadas elecciones celebradas el 4 de febrero.

Conversamos con el licenciado Juan Carlos Retana, asesor legal de la Alianza Evangélica Costarricense, sobre una resolución que desde el organismo evangélico se respeta, pero no se comparte.

Pregunta. ¿Cuál es la reacción ante esta resolución?

Respuesta. Nuestra reacción es de respeto. Aunque no compartimos la decisión del Tribunal, estamos en un Estado de Derecho. Creemos que el Tribunal Supremo de Elecciones en lugar de ser un garante de la legislación electoral, se ha convertido en un creador de legislación, que es una potestad propia de la Asamblea Legislativa. Lo hace a través de la interpretación, y en esto somos muy claros, somos respetuosos de la institucionalidad del Estado y de las autoridades, si bien no compartimos la decisión.

P. ¿Qué otras otras acciones está tomando la Federación Evangélica?

R. Es importante destacar que la resolución no es de un gremio o un grupo político, sino de un ciudadano costarricense que no participa activamente en política y que se ha sentido afectado en sus derechos electorales y que el TSE, de todo lo que el ciudadano señaló como infracciones a la ley electoral, solo acoge parcialmente el recurso del amparo electoral a tenor del manifiesto que se entrega durante una jornada de oración celebrada el 18 de enero. A pesar de que este ciudadano señala también la Caminata por la Vida o la Jornada de Oración, el TSE descarta estas acusaciones. Se remite concretamente a que en el manifiesto se utilizan los elementos de Dios y conciencia como elementos de valoración para emitir el voto. En el manifiesto, literalmente, lo que se señalaba era: “Hacemos un llamado a todos los cristianos y a todos los ciudadanos de Costa Rica a participar en las elecciones del 4 de febrero meditando delante de Dios y de sus conciencias su voto”. Concretamente, el TSE considera el hecho de poner “Dios” y “voto” en la misma frase, y hace toda una exégesis axiomática y dogmática para decir que la Alianza Evangélica y la Conferencia Episcopal inducen al voto.

De parte de la Alianza Evangélica y de la Conferencia Episcopal puedo garantizar que nunca fue la intención activar ningún movimiento proselitista. El manifiesto y la Jornada de Oración y las oraciones que se han hecho en las iglesias por las autoridades del país son una cuestión de participación y de interés social, al amparo de la libertad de expresión y la libertad de culto que garantizan la Constitución. Es una tarea de 365 días al año, de 24 horas al día, no es una tarea de una campaña electoral. Lamentablemente muchos sectores políticos y de la prensa se han dedicado a politizar un situación meramente de fe y de expresión de las creencias y valores de las iglesias.

P. Es muy claro que el proceso electoral en Costa Rica ha sido atípico, en cuanto a una figura de Fabricio Alvarado que ha tenido una fuerte participación a nivel eclesiástica, se ha presentado como ganador de la primera ronda electoral y que encabeza las encuestas para la segunda ronda. ¿Cree que esta coyuntura ha propiciado esta discusión y esta relación de la parte religiosa con los temas estrictamente legales?

R. No lo considero así, creo que es más una cuestión socioeconómica que sociopolítica. Me explico: considero que estamos ante dos situaciones extremas, dos polos en esta campaña electoral. Siento que el pueblo de Costa Rica se ha inclinado, al menos de momento, por una cuestión de valores. Sus valores, sus creencias y su idiosincrasia al margen de la afinidad religiosa que tengan. Hay un candidato que representa un extremo, y otro candidato que representa al otro. Es así como está politizado en la campaña electoral. Ahora, bien dice el TSE que el 77% de la población de Costa Rica cree en Dios. Si este fuese un tema religioso inmiscuido en política, no estaríamos en segunda ronda. Si las iglesias católicas y evangélicas estuvieran influyendo en el voto, como manifiesta, tampoco estaríamos en segunda ronda. Entonces, no considero que sea un tema político, sino de cansancio. Costa Rica ha cambiado mucho en la última década. Llegó el momento costarricense quiere sacar a tope lo que cree, su idiosincrasia, sus valores, sus principios. Está dispuesto a sacrificar muchas cosas por defenderlos.

P. ¿Se considera en la Alianza Evangélica que se ha despertado algún tipo de persecución religiosa a raíz de lo acontecido en estas últimas semanas?

R. No, no lo consideramos así. No creemos ni queremos creer que hay persecución religiosa. Incluso se ha unido la iglesia católica con la evangélica, cuando otrora se constataba que lo que había era una división muy marcada entre ambos, para luchar por cuestiones comunes en valores. Ahora se ha manifestado una especie de odio en situaciones de polarización, y tenemos que tener mucho cuidado todos y llamar hoy por hoy a la calma a las personas. Porque al fin de cuentas, después del 1 de abril todos volveremos a ser costarricenses. Lo que importa ahora es el país. Considero que Costa Rica está llamada a mostrar calidad, candidez y ser un ejemplo para el mundo.