Italia se obliga a buscar pactos

Los resultados electorales de este domingo han hecho visible la fragmentada realidad de la política italiana que sólo parece encontrar un punto común en el euroescepticismo.

Redacción PD

ROMA · 05 DE MARZO DE 2018 · 14:01

Una mujer camina por delante de carteles electorales. / Alessandro Bianchi (Reuters),
Una mujer camina por delante de carteles electorales. / Alessandro Bianchi (Reuters)

La única previsión que se podía hacer de las elecciones en Italia de este 4 de marzo se ha cumplido. No hay una destacada victoria por parte de ninguna de las formaciones o coaliciones que concurrían a estos comicios y, por tanto, será obligatorio pactar si se quieren evitar las segundas elecciones.

El experimento político del Movimiento 5 Estrellas ha sido el partido más votado, con el 31% de las papeletas. Aún así, la victoria ha sido para la coalición de centroderecha, formada por la Forza Italia de Berlusconi, que ha obtenido el 14%, la Liga, que ha alcanzado el 19%, y Hermanos de Italia, con un 8%, cuya suma es de más del 37% del escrutinio. El hasta ahora gobernante Partido Democrático se ha quedado con el 24% de los votos, confirmando así la derrota que las encuestas le adjudicaban y la tendencia decreciente que registra la socialdemocracia, en general, en Europa.

Un escenario que, más que invitar, obliga al diálogo y a la negociación para establecer pactos y eludir, así, una repetición de elecciones en los próximos meses.

 

Matteo Salvini, el líder de la Liga. / Parlamento Europeo

EUROESCEPTICISMO, EL PUNTO EN COMÚN

Si hay algo que puede sentar en una misma mesa al Movimiento 5 Estrellas, declarado antisistema y con puntos de vista políticos que oscilan entre un extremo y el otro del espectro ideológico, con la coalición de centroderecha, formada por los democristianos de Forza Italia, la ultraderecha xenófoba de la Liga y el residuo de Hermanos de Italia, es la postura respecto a la Unión Europea.

Con matices que se vuelven más radicales en el caso del Movimiento 5 Estrellas y la Liga, las cuatro formaciones se han mostrado muy críticas con la organización política a nivel continental que, por detrás del discurso contra la inmigración, ha concentrado la agenda de esta campaña.

 

AUGE DE LAS FORMACIONES CONTRA LA INMIGRACIÓN

Si por algo, más allá de la mera política, se puede recordar estas elecciones es por el aumento del sentimiento contra la inmigración. Pese al acuerdo que firmó el exprimer ministro, Paolo Gentiloni, con Libia a principios de 2017, el Partido Democrático se ha visto superado por fuerzas que han centrado su discurso en la llegada de más personas al país, como Berlusconi y Forza Italia, que ha prometido expulsar a 600.000 residentes no italianos, o la Liga, que deja oficialmente de ser un partido regionalista y afincado en el norte de la península para erigirse como tercera fuerza estatal a través, en parte, de una ideología incluso racista.

También han crecido en porcentaje de voto los partidos neo-fascistas de Casa Pound y Forza Nuova, aunque no han llegado al 1% y se han quedado sin representación parlamentaria.

 

 

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