Las trabas burocráticas no frenan a los evangélicos en Rusia

Las iglesias evangélicas rusas, a su manera y de forma discreta, continúan evangelizando, en un ambiente de incertidumbre tras la ilegalización de los Testigos de Jehová el pasado año.

  · Traducido por Patricia Bares

William Yoder, Evangelical Focus · MOSCU · 16 DE ENERO DE 2018 · 18:47

Vista de Moscú, Rusia. / A. Kozlov (Flickr, CC),
Vista de Moscú, Rusia. / A. Kozlov (Flickr, CC)

En una entrevista con el servicio de noticias disidente “Portal-Credo”, la cual tuvo lugar el 26 de diciembre, Yuri Sipko, presidente de la Unión Bautista Rusa, describió la prohibición de los Testigos de Jehová en Rusia (llevada a cabo el 17 de agosto) como el desarrollo religioso más significativo del país ocurrido en el año 2017.

“Esta medida acaba por completo con el derecho constitucional de la libertad de conciencia.” Con este paso, “el establecimiento político ha demostrado su ignorancia y su decisión de utilizar la fuerza como herramienta principal para destruir la constitución.” Esta medida celebra el triunfo de “la no verdad y falta de leyes” de nuestro país. 

El obispo empresario y cristiano evangélico Alexander Semchenko, en una entrevista con un servicio de noticias cinco días antes, ya había adelantado que los carismáticos serían los siguientes en desaparecer. Entonces “les seguirán los bautistas, sin entrar en registros concretos”. También hizo referencia a rumores recientes sobre que el gobierno intentaría quedarse con los hijos de los padres considerados sectarios.

Sin embargo, otros harían referencia a esta descripción del estatus quo como solo la mitad de la historia. El estado utilizó la visita del presidente alemán Franz-Walter Steinmeier el 25 de octubre para devolver de forma ceremoniosa la propiedad de la “Catedral de San Pedro y San Pablo” de Moscú al país líder en cuanto a la denominación luterana; la “Iglesia Evangélica Luterana de Rusia”. Había estado utilizando la catedral sin pagar ningún tipo de alquiler durante más de 20 años.

 

Catedral de San Pablo y San Pedro de San Petersburgo.

Además, el gobierno de San Petesburgo anunció en diciembre que pensaba renovar la fachada de la “Iglesia luterana de San Pedro y San Pablo” por el precio de 39,9 millones de rublos (unos 570.000 euros). Su estructura, completada en 1728, había sido utilizada como sala de natación durante 35 años, esde 1958.

Casi simultáneamente, el gobierno confiscó grandes posesiones que eran propiedad de los Testigos de Jehová en San Petesburgo. La propiedad confiscada incluye una sala gigantesca abierta en 1999, la cual pasará a ser un centro médico.

En octubre, Dietrich Brauer, el arzobispo de la Iglesia Evangélica Luterana de Rusia, criticó al estado ruso por ofrecer un tratamiento especial a los esfuerzos empleados en el edificio ortodoxo. En la región de Kaliningrado, iglesias que habían sido luteranas fueron entregadas al Patriarca de Moscú al margen de los canales legales habituales.

 

Peter Mitskevich y Yuri Sipko, líderes bautistas en Rusia. / Margie Dolch, SWBTS

Por su parte, Alexander Semchenko expresó disconformidad en la entrevista mencionada anteriormente, diciendo que el estado ofreció a los luteranos un tratamiento especial a costa de otras denominaciones protestantes. “Toda la gloria asociada con el aniversario (de la Reforma) fue otorgada al pequeño círculo de luteranos. Fue ofensivo para las otras denominaciones protestantes, las cuales algunas son mucho más numerosas”, expresó. 

Los pentecostales y los carismáticos de Rusia rondan por lo menos los 400.000 miembros, mientras que los luteranos quizás ni llegan a una décima parte de esa cifra.

 

EL ESFUERZO DE LA MISIÓN SIGUE ADELANTE

Las denominaciones protestantes rusas, a su manera y de forma discreta, continúan evangelizando. Al menos cuatro líderes (actuales y pasados) de la Unión Bautista han planeado una nueva congregación en Moscú. La más nueva incluye a Sergey Sipko, el veterano vicepresidente de la Unión Bautista e hijo de Yuri Sipko, mencionado anteriormente. Dicha congregación fue fundada el 15 de enero de 2017 y se encuentra en “Raushskaya Neberezhnaya”, exactamente a un kilómetro al norte de la parada de metro “Novokuznetskaya”. Se conoce como “La casa del Padre” (Dom Otsa) y no debe confundirse con una congregación pentecostal anterior de Moscú que tiene el mismo nombre.

Leonid Kartavenko, director de la Unión Bautista, junto a Vitaly Vlasenko, director de relaciones externas hasta marzo del 2017, también han fundado congregaciones más pequeñas. La más grande, la “Russian Bible Church”, la cual se reúne en diferentes localidades. Está bajo el liderazgo de Evgeny Bakhmutsky y cuenta con cientos de miembros.

 

Evgeny Battmusky, uno de los pastores evangélicos en Moscú. / Clarks Summit

Bkhmutsky fue el vicepresidente de la Unión Bautista hasta 2014. Kartavenko señala que el movimiento de la Russian Bible Church, la cual tiene una estructura piramidal que enfatiza el liderazgo masculino y que muestra una orientación calvinista, se ha hecho un hueco en el contexto de Moscú. Dicho movimiento está estrechamente asociado con John MacArthur y su “Grace Community Church” en Sun Valley, California.

Al noroeste de Moscú, en otro rincón teológico de la fe protestante, Alexander Kuznetsov y su “Iglesia Evangélica Tushinskaya” han abandonado la gran unión de Sergey Ryakhovsky, la “Unión Asociada Rusa de Cristianos de la Fe Evangélica-Pentecostal” (ROSKhVE), para pasar a formar parte de la “Comunidad de todos los Cristianos-Evangélicos Rusos” (VSEKh), dirigida por Pavel Kolesnikov, de Zelenograd (al norte de Moscú).

Kuznetsov informa que su congregación es una de las que se está adhiriendo al modelo de iglesia propuesto por Rick Warren llamado “Saddleback Church”, el cual se encuentra en California. El equipo de Saddleback visita su iglesia por lo menos una vez al año.

Kartavenko confirma que la tendencia protestante nacional hacia el “desdenominacionalismo” se mantiene, y de forma clara. En Moscú ahora hay congregaciones orientadas al deporte y arte con miembros principalmente mayores de 40 años; congregaciones activas orientadas hacia aquellos que se están recuperando del abuso de sustancias. “La gente ya no piensa de forma denominacional”, señala, “se piensa de forma horizontal”.

 

Graduación de alumnos del seminario bautista en Moscú. / Baptist Union

Las estructuras de las iglesias nacionales, como por ejemplo la Unión Bautista Rusa, se están debilitando. En septiembre de 2015, la Unión Bautista abandonó el “Consejo Asesor de Líderes de las Iglesias Protestantes de Rusia”, el cual es fuertemente pentecostal. Como consecuencia, el protestantismo ruso ya no cuenta con una organización que sea capaz de hablar en nombre de todos.

Se espera que aparezca una “Alianza Evangélica Rusa” que despliegue las alas, pero tiene que crecer mucho antes de ser considerada voz nacional.

 

RESPUESTA AMBIVALENTE

En octubre, Leonid Kartavenko, de Moscú, supuso que Rusia consideraría revisar las Leyes Yarovaya del 7 de julio de 2016, por lo menos en referencia a las prácticas de registro. Son extremadamente importantes para los evangélicos las estipulaciones que prohíben los esfuerzos evangélicos en zonas públicas y que restringen la práctica de religión en lugares registrados oficialmente.

Kartavenko informó de que se está acumulando en las oficinas del estado una pequeña montaña de peticiones para el registro oficial de las iglesias. Pero según dice, el registro haría que las congregaciones protestantes superaran oficialmente la cifra de las ortodoxas en algunas regiones de Siberia y el lejano Oriente. Además, los 170.000 testigos de Jehová rusos se encuentran ahora en un limbo legal. ¿Acaso se puede dejar a una agrupación religiosa tan numerosa sin ninguna opción legal a parte de la emigración? 

Dice Kartavenko: “Las iglesias evangélicas están preocupadas por el estado, el cual les puede acoger y controlarlos mejor si los registra”. Ha cambiado poco en la escena de Moscú: algunas distribuciones de literatura siguen siendo públicas, y los encuentros religiosos tienen lugar en sitios privados.

En una extensa entrevista con la revista en línea “Znak” llevada a cabo el 1 de agosto, Oleg Goncharov, dirigente ruso de los Adventistas del Séptimo Día, enfatizó la naturaleza llena de altibajos de las prácticas de la iglesia-estado rusa. “Los problemas actuales son principalmente locales en naturaleza (…) Se deben a la incompetencia de las autoridades locales y regionales”. Y afirmó lo siguiente: “Los creyentes no están siendo perseguidos en Rusia. Nuestros problemas tienen que ver con la aplicación de la ley”.

Admitió que las leyes Yarovaya se están aplicando de forma selectiva. “Pero es inútil protestar contra esta legislación, estamos obligados a adherirnos a ella”. Y añade: “En comparación con otros países del mundo, la cantidad de libertad religiosa en Rusia es relativamente alta. El estado sigue apoyando a organizaciones religiosas y a su trabajo social”. Aseguró que las relaciones con el Patriarca Kirill siguen siendo fuertes.

 

Putin y el patriarca ortodoxo ruso, Kirill. / Wikipedia

Al menos desde su discurso en Odesa, Ucrania, el cual tuvo lugar el 22 de julio de 2010, el Patriarca Ruso ha ido apartando el concepto de un movimiento cristiano interconfesional, conservador y esencialmente anti occidental. En noviembre de ese año, dijo: “En los últimos 10 años hemos experimentado que nuestros protestantes rusos permanezcan más cercanos en su fe a nosotros, los ortodoxos, que con los creyentes de occidente”. A día de hoy, no hay más que unos pocos protestantes rusos que estarían de acuerdo con la evaluación del Patriarca.

 

SITUACIÓN MUNDIAL

El 11 de mayo de 2017, el principal diputado y ministro de exteriores del Patriarca, el metropolitano Hilarion, pronunció un discurso en la Cumbre Mundial en Defensa de los Cristianos Perseguidos dirigida por Franklin Graham que tuvo lugar en Washington. En ese discurso, Hilarion pidió de forma pacífica, pero con decisión, que se hiciera un esfuerzo conjunto entre Rusia y Occidente para defender a las denominaciones ortodoxas asediadas de Oriente Medio y África del Norte.

Graham estuvo de acuerdo, pero también expresó un fuerte apoyo el vicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, quien estuvo presente en la conferencia. Por lo tanto, desde la perspectiva de los Estados Unidos, el llamado del Patriarca puede aceptarse al menos como un llamamiento anti liberal, por no decir anti occidental.

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