Puerto Rico: la difícil recuperación tras el paso del huracán María

Las iglesias están trabajando conjuntamente para ayudar a reconstruir el país, nos cuenta Gisela Muñoz de ABU (GBU) en Puerto Rico.

Redacción PD

  · Traducido por Patricia Bares

Evangelical Focus · PUERTO RICO · 17 DE OCTUBRE DE 2017 · 11:13

San Juan de Puerto Rico, tras el paso de Maria. / Departamento de Defensa de EEUU (CC),
San Juan de Puerto Rico, tras el paso de Maria. / Departamento de Defensa de EEUU (CC)

Desde que ocurrió hace tres semanas, el Huracán María se ha cobrado docenas de vidas en Puerto Rico, aunque la cifra exacta sigue siendo incierta.

María, el huracán más devastador que ha habido nunca en la isla, ha destrozado casas, la costa, cosechas y ganado, además de dejar a millones de personas a la intemperie, sobreviviendo sin energía, agua, dinero ni trabajo.

Menos de un 10% de la isla ha tenido acceso a electricidad y agua desde que el huracán llegó a finales de septiembre. Muchos ya estaban sin energía después de que el Huracán Irma arrasara esa área.

Las intensas y continuas lluvias caídas que están cayendo estos días provocaron inundaciones, deslizamientos de tierras y desbordamientos de ríos en algunos pueblos de la isla de Puerto Rico que agrava la situación.

 

CIFRA DE FALLECIDOS INCIERTA

La cifra actual de fallecidos también se ha convertido en uno de los temas centrales de especulación en las redes sociales. Los oficiales electos dicen que la gente ha enterrado a las víctimas por su cuenta, sin que el gobierno lo sepa.

El CIR (Center for Investigative Reporting) informa que las morgues de los hospitales están llenos.

El simbolismo de la cifra de fallecidos aumentó la semana pasada cuando Donald Trump, Presidente de los Estados Unidos, visitó la isla durante una gira para decir que la recuperación era “fantástica”.

Mientras estaba sentado junto al gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, Trump dijo que “la cifra de fallecidos era pequeña si se comparaba con la que se alcanzó con el Huracán Katrina hace 12 años. Dieciséis personas frente a miles”.

Horas después, Rosselló aumentó la cifra de fallecidos a 34, pero hay informes que afirman que se llega a 39.

 

SOBREVIVIENDO 3 SEMANAS DESPUÉS

El día a día se ha convertido en una aventura de supervivencia, con muchos puertorriqueños luchando para hacerse con bienes de primera necesidad.

“Es increíble, pero casi 3 semanas después del huracán el 90 % de la isla sigue sin suministros de electricidad, casi la mitad sin agua, y la mayoría permanecen incomunicados. En la capital estamos mejor, porque tenemos acceso a más provisiones y recursos”, explica Gisela Muñoz, secretaria general de ABU (IFES), el movimiento estudiantil evangélico de Puerto Rico.

La isla necesita 27000 megavatios de electricidad para poder funcionar y los últimos recuentos muestran que solo hay 376 disponibles. Cuatro mil torres de transmisión de unos 23 metros se derrumbaron por culpa de la tormenta, según comentan las autoridades.

 

DIFICULTADES PARA DISTRIBUIR PROVISIONES

La distribución de provisiones, las cuales incluyen comida, agua y gasolina, ha sido un desafío mayúsculo para el gobierno, que no deja de luchar después de que el Huracán María inundara carreteras y paralizara el sistema de comunicaciones. 

La FEMA (Agencia de gestión de emergencia federal) también se encarga de distribuir bienes de primera necesidad y de reconstruir zonas afectadas.

 

La FEMA se encarga de la distribución de víveres. / Departamento de Defensa EEUU (CC)

“Es obvio que aún nos queda mucho por hacer. Por poner un ejemplo, sabemos que se está distribuyendo comida a todos los municipios, así como agua. Pero nos han llegado quejas de que hay lugares a los que no ha llegado el agua a la gente, así que mandé realizar una investigación”, dijo Rosselló a la CNN.

Señaló que “si hay algún lugar o localidad que no está repartiendo comida a la gente necesitada de Puerto Rico, lo pagarán caro”.

 

TRABAJANDO JUNTOS

Ya desde que empezó la tragedia, iglesias, ONGs y voluntarios individuales están trabajando juntos para reconstruir el país y servir a las víctimas y a sus familias.

“Mi iglesia, y casi todas las que conozco, han estado reuniendo y distribuyendo provisiones porque hay muchas zonas que todavía no se han alcanzado y no tienen comida, agua ni medicinas”, comenta Gisela Muñoz.

“Es agotador, pero al mismo tiempo me da esperanza ver esta colaboración tan bonita entre tantos sectores de la sociedad”, añade.

El sábado pasado por la mañana, representantes de caridades católicas, de la Iglesia Presbiteriana y un grupo evangélico se reunieron en la ciudad de Aguadilla para orar y enviar más de 60.000 libras de ayuda humanitaria que envió la ONG Remote Area Medical a la costa oeste de la isla.

 

“ORA POR PUERTO RICO”

 

Gisela Muñoz.

Muñoz Rico pide a los cristianos de todo el mundo que oren para “tener sabiduría a la hora de gestionar bien los recursos y obtener ayuda cuando más lo necesiten, que Dios les muestre dónde está la necesidad, porque las personalidades oficiales no son de fiar”.

Necesitan “fuerza para seguir adelante, ya que con el calor y la ansiedad no dormimos bien”, “gracia para confiar en el Señor y descansar en Él, además de visión para una recuperación a largo plazo, una vez haya pasado esta fase de urgencia”.

Muñoz también hace un llamamiento a los cristianos, para que den gracias a Dios por “las cosas bonitas”. “Varias iglesias están trabajando conjuntamente para llevar provisiones a las áreas de necesidad, hemos sentido el afecto de nuestra familia en la fe de todo el mundo, hemos recibido muchas donaciones de hermanos y parientes de los Estados Unidos. Por todo ello damos gracias al Señor”, concluye.

 

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