“Los evangélicos no hemos enfrentado este caso con imparcialidad”

El presidente de Guatemala, Jimmy Morales, enfrenta una crisis política por un conflicto con el fiscal anticorrupción Iván Velásquez. Muchos evangélicos le apoyan “sin examinar a fondo los problemas que afectan la coyuntura actual”, explica Israel Ortiz.

Daniel Hofkamp

GUATEMALA · 11 DE SEPTIEMBRE DE 2017 · 15:07

Manifestaciones en Guatemala contra el presidente Jimmy Morales. / Euronews,
Manifestaciones en Guatemala contra el presidente Jimmy Morales. / Euronews

Guatemala vuelve a vivir momentos de crisis política, agravados en las últimas dos semanas por el enfrentamiento entre Jimmy Morales y el magistrado anticorrupción Iván Velásquez, a quien quiso echar del país por solicitar permiso para investigar al presidente por presunta financiación ilícita.

Morales ganó las elecciones de 2015 tras una crisis política que se desató por los graves casos de corrupción en el Gobierno. Así Jimmy Morales, quien hasta entonces era conocido actor pero un desconocido en política, consiguió ganar las elecciones.

En estos dos años de Gobierno, Morales ha enfrentado ya algunos momentos críticos relacionados con la corrupción, que han afectado a familiares cercanos y personas de confianza del presidente. Sin embargo, la situación se tensó todavía más al declarar Morales como “persona non grata” y querer echar del país al fiscal anticorrupción Iván Velásquez, el cual cuenta con el respaldo internacional y había solicitado permiso para investigar las cuentas del presidente.

Jimmy Morales se ha definido en muchas ocasiones como cristiano, y es habitual que en sus discursos y mensajes a la nación cite la Biblia. Esto le ha hecho conectar con una gran parte de la población evangélica (un 40%, según algunas estadísticas). Sin embargo “el crecimiento numérico de las iglesias no ha logrado impactar las estructuras sociales, políticas o económicas que rigen la sociedad”, opina Israel Ortiz, teólogo y analista guatemalteco, director del Centro Esdras, un ministerio cristiano de formación y desarrollo bíblico de liderazgo.

 

Pregunta. Vemos que Morales ha procurado expulsar del país a Iván Velásquez. ¿En qué situación política queda Morales, tras ser revocada su petición? 

R. La declaratoria en contra del comisionado Velázquez fue interpretada por varios grupos como un retroceso contra la lucha contra la corrupción y la impunidad. Por el contrario, las acciones del Procurador de los Derechos Humanos y la acción de la Corte de Constitucionalidad, dieron un mensaje a favor de la lucha contra la corrupción, la impunidad, y el fortalecimiento del Estado de Derecho. La declaratoria del presidente también levantó la protesta de representantes de las Naciones Unidas y varios países de la Comunidad Europea, que apoyan la lucha contra la corrupción y la impunidad en el país. Por otro lado, otros grupos tanto del ámbito político como de la población, dieron su apoyo a la decisión del presidente contra el comisionado Velázquez quien afirmó que éste  “se excedió en sus funciones, porque se inmiscuyó en los asuntos internos que competen al Estado de Guatemala”. Aunque el presidente afirma que mantiene su apoyo a entidades como el Ministerio Público y la CICIG en su lucha contra la corrupción, su declaratoria debilita la lucha anticorrupción. Así que la resolución definitiva de la Corte de Constitucionalidad a favor del comisionado, deja mal parado al presidente Jimmy Morales y de paso al Ejecutivo. Aparte de la lucha frontal que libra contra el comisionado, enfrenta un nuevo proceso que deberá enfrentar en el Congreso. 

 

P. Al parecer se está investigando un posible caso de corrupción que podría apuntar al presidente. ¿Está perdiendo Morales el apoyo social que le llevó hace dos años al Gobierno? 

R. Esta semana la Corte Suprema de Justicia dio trámite de antejuicio contra el presidente Jimmy Morales presentado por el Ministerio Publico y la Cicig por una investigación de financiamiento ilícito. Según el MP el antejuicio responde al hecho de que Morales era el secretario general de FCN-Nación en ese momento. Según medios de comunicación esta investigación comenzó por una denuncia que el Tribunal Supremo Electoral presentó el 30 de noviembre del 2016 ante el Ministerio Público contra el Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación). Luego de la decisión de la Corte Suprema de Justicia, quedó formada la Comisión Pesquisidora que determinará quitar o mantener el antejuicio al presidente Jimmy Morales. Esta es la situación legal actual del presidente. Esta nueva situación coloca al presidente Morales en escenario político crítico. ¿Está perdiendo el apoyo social? Aunque no se puede saber con certeza cuál es la postura de la población al respecto, se evidencia en medios de comunicación y redes sociales una opinión dividida. Unos están a su favor y otros en contra. Por un lado, la salida de la ministra de salud y algunos viceministros que renunciaron a sus cargos, muestran su desacuerdo con sus acciones; y por otro, el apoyo que el presidente recibió de alcaldes que forman parte de la ANAM, muestran el respaldo a las acciones de Morales contra el comisionado. Algunos analistas políticos subrayan que la decisión del mandatario Morales contra el comisionado, se suman otras acciones que en el pasado han sido cuestionadas en su gestión de gobierno, las cuales han producido descontento en varios círculos de la población. 

 

Jimmy Morales, en un acto político en 2017. / Fb Jimmy Morales

P. ¿Se percibe una situación de tensión social tras lo sucedido? 

R. El país mantiene cierto grado de tensión social como parte de las contradicciones socioeconómicas existentes. Se agudizan en ciertas coyunturas como la actual, pero esa tensión se hace manifiesto más a nivel de los medios de comunicación y las redes sociales. En menor medida se ha dado entre los distintos grupos que expresan sus protestas tanto unos a favor y otros en contra del gobierno. La tensión social más allá de la polarización ideológica sumerge al país en una situación de ingobernabilidad y el acecho de grupos interesados en llevar agua a su molino. La mayoría de la población permanece de alguna medida lejana a la problemática. La decisión de la Corte Suprema de Justicia que dio trámite al antejuicio contra el presidente Morales, abre un nuevo escenario que no podría caldear la situación luego que el Congreso de la República si decide dar paso al antejuicio para quitar la inmunidad del presiente Morales. Gracias a Dios, las protestas y reclamos por los grupos que respaldan al presidente o por el contrario a Ivan Velázquez, no han provocado confrontación social entre la población.

 

P. Sabemos que el colectivo evangélico es muy amplio en Guatemala. En general, ¿ha habido reacciones por parte de las entidades e iglesias más representativas en torno a este caso? 

R. Se han dado algunos pronunciamientos de parte del presidente de la Alianza Evangélica y algunos líderes evangélicos. En general, estos llaman a orar por los gobernantes, predicar el evangelio para que más personas se conviertan, que más cristianos participen en la política, por tolerancia, el ejercicio de una ciudadanía responsable, y un llamado a mantener la gobernabilidad. Entre los pronunciamientos hechos, no se observan posturas definidas contra el presidente o contra la Cicig. Más bien se observa un silencio dentro del pueblo evangélico; y una falta de definición ante los hechos ocurridos. La mayoría del pueblo evangélico, da un apoyo tácito a favor del presidente por su calidad de creyente evangélico. Incluso, circula en las redes sociales un video que muestra su respaldo al presidente Morales a quien denomina el “ungido” del Señor, el cual no será removido de su mandato. Creo que los evangélicos no hemos enfrentado con la imparcialidad del caso, la problemática, y de manera sesgada han dado su apoyo al presidente sin examinar a fondo los problemas que afectan la coyuntura actual. 

 

P. ¿Cómo consideras que los evangélicos podrían reaccionar, considerando los valores del evangelio, ante una situación así? 

R. Creo que los evangélicos debemos ir más allá del llamado a orar por las autoridades de gobierno, por el cese de los males que azotan el país, o por el advenimiento de un mejor futuro para Guatemala. Por un lado, es fundamental orar como nos lo enseñó Jesús, orar porque su reino venga y sea hecha su voluntad en la tierra como se hace en el cielo. Esto significa que los valores del reino de Dios como la verdad, la justicia, la integridad, la solidaridad, la fraternidad, la paz, el perdón y la reconciliación, sean parte de la vida de la iglesia como comunidades del reino; y que sean fundamentales en su misión de proclamar el reino para estos valores puedan permear la sociedad. Si los guatemaltecos se reconocen así mismos cristianos, sean evangélicos o católicos, son llamados a un cambio radical hacia Dios y hacia el prójimo, en cuanto a su forma de pensar, y en cuanto a su estilo de vida.

Por otro lado, creo que los evangélicos como discípulos de Jesús somos llamados a ejercitar una ciudadanía responsable en el mundo. Entre otras cosas debemos exigir que el presidente como representante del gobierno central se ocupe del bien común de todos los ciudadanos. De acuerdo a la Carta Magna del país, “Es deber del Estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona”. Por razón de los valores del reino, y por razón de la Constitución del país, los evangélicos debemos contribuir con la construcción de la nación. Especialmente, porque la mayoría de evangélicos se ocupa esencialmente de la dimensión espiritual del evangelio, y descuida en buena medida su dimensión social. No debemos olvidar que somos ciudadanos del cielo, pero también somos ciudadanos del suelo. El reconocimiento de esta doble identidad, debería llevarnos a una toma de conciencia y compromiso con la transformación espiritual y social del país. Los evangélicos tenemos una deuda con su transformación integral. El crecimiento numérico de las iglesias no ha logrado impactar las estructuras sociales, políticas o económicas que rigen la sociedad. Seguimos luchando con altos índice de pobreza, violencia, injusticia, corrupción, bajo nivel de desarrollo humano, etc. Nos corresponde entonces por razones de nuestra fe, discernir los serios problemas estructurales que afectan la vida social, económica, política y cultural del país, exigir el respeto un estado de derecho basado en la justicia, y que se exija que todos los ciudadanos se sometan al cumplimiento de las leyes que rigen el país. Ninguna persona se trate de ciudadanos comunes corrientes o funcionaros públicos, es superior a la ley. En estos asuntos claves de la realidad, debemos ocuparnos de manera proactiva.

 

Israel Ortiz, director de Centro Esdras.

Los evangélicos somos llamados a ser mansos como las palomas y astutos como las serpientes. Esto implica ir más allá del estar a favor o en contra del presidente o del comisionado Velázquez. Implica discernir los problemas de fondo, para no ser sorprendidos por los actores implicados en la problemática actual, demanda no ser ingenuos en la interpretación de los hechos, y estar preparados para plantear acciones que estén apegadas a la justicia. Si algo no podemos pasar por alto los cristianos, es que el Dios de la Biblia, es un Dios con carácter justo, que actúa de manera justa, y que demanda a todos actuar según justicia. Se requiere que los evangélicos, el liderazgo y de todos los creyentes, se tornen en masa crítica que no se deja arrastrar por posturas ideológicas, intereses encubiertos sean de políticos o funcionarios del gobierno o entidades internacionales, a fin de asumir una actitud proactiva en el desarrollo de una democracia que sea realmente participativa, que vele por el desarrollo del potencial de vida de todos los ciudadanos, y por el establecimiento de un real estado de derecho. Como evangélico no puedo dejar de afirmar que Guatemala necesita de una intervención especial de Dios, a fin de que el Shalom de Dios llegue, y que sea la justicia la que pavimente nuevos tiempos para el país.

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