Crece la crítica de líderes evangélicos a Trump

El vídeo del 2005 revelado por el Washington Post en el que Donald J. Trump desprecia a las mujeres y hace apología del abuso y la violencia sexual ha supuesto un duro revés para el candidato republicano, al menos en lo que supone el apoyo de figuras influyentes en el ámbito conservador.

A las conocidas renuncias de apoyo de figuras del Partido Republicano –políticas, como John McCain, y mediáticas como Arnold Schwarzenegger- se están sumando además de las críticas generalizadas las “bajas” evangélicas entre algunos líderes y pastores que le habían mostrado su apoyo.

Aunque unos pocos, como Pat Robertson o Jerry Fallwell Jr., justifican todavía el comportamiento de Trump. Robertson dice que simplemente estaba intentando “mostrarse como un macho”. Jerry Fallwell Jr. por su parte culpó a los medios de comunicación de orquestar la publicación del vídeo para hacer daño al candidato republicano.

DURO ARTÍCULO EN CHRISTIANITY TODAY

El hecho de que algunos evangélicos continúen apoyando a Trump, como Pat Robertson o Jerry Fallwell Jr., ha provocado reacciones en los medios de comunicación evangélicos.

Andy Crouch, el director de Christianity Today, expresaba su consternación en un artículo donde lamentaba que los evangélicos “no han mostrado el mismo criterio” en la crítica a Hillary, muy dura, que a Trump, mucho más comprensiva y tolerante con sus faltas.

“Es difícil encontrar alguna persona pública en Estados Unidos hoy que ejemplifique mejor la naturaleza carnal”, denuncia Crouch, preocupado por cómo este apoyo al candidato republicano daña el testimonio cristiano.

“El entusiasmo por un candidato como Trump da a nuestros vecinos amplias razones para dudar de que creemos que Jesús es el Señor. Ven que algunos de nosotros estamos tan interesados en nuestra auto-protección que vamos a aliarnos con alguien que viola todo lo que es sagrado para nosotros, en la esperanza, casi con toda seguridad una esperanza vana (...), de que su gobierno nos va a salvar”, expresa Crouch.

MOORE: “VERGÜENZA” EVANGÉLICA

También el presidente de la comisión de Ética y Libertad Religiosa de la Convención Bautista del Sur, Russell Moore, ha mostrado su malestar por ese apoyo específico que ha ganado Trump entre algunos evangélicos.

“Trump ha expuesto al mundo el conservadurismo religioso que con suficiencia ha llegado a poseer. Un periodista señaló este fin de semana que los únicos apoyos que había recibido Trump tras los escándalos del vídeo con sus comentarios justificando las agresiones sexuales venían de los líderes religiosos conservadores. Esto es un escándalo y una vergüenza, pero no debería ser una sorpresa”, expresa Moore en un artículo publicado en el Washington Post.

Sin embargo, como afirmaba Andy Crouch, este nuevo escándalo no revela “nada esencialmente nuevo” con respecto a Trump.

YANCEY: EL PELIGRO DEL PODER

Hace dos semanas, el conocido escritor Phillip Yancey visitó España y concedió una entrevista a Evangelical Focus, donde expresó su consternación por el apoyo evangélico que estaba recibiendo un hombre “que va en contra de todo” lo que los evangélicos creen.

El vídeo -que saldrá publicado próximamente en Protestante Digital- pronto saltó a las portadas de varios portales digitales en Estados Unidos como el HuffingtonPost o el Washington Times.

Yancey advirtió del peligro que supone que la iglesia vaya de la mano con el Estado, algo que históricamente ha sido perjudicial para el testimonio de esta ante la sociedad.

GRUDEM SE RETRACTA

El reconocido teólogo y profesor bíblico Wayne Grudem ha sido uno de los que se ha querido retractar por apoyar a Trump, “a causa de los vulgares comentarios sobre las agresiones sexuales contra las mujeres”, ha explicado Grudem, “que es moralmente malvado y viola los mandamientos de Dios”, retira su apoyo público al candidato republicano. “Dios quiere que los hombres respeten y honren a las mujeres, y no abusen de ellas como objetos sexuales”, ha comentado.

Grudem sin embargo ha dicho que tampoco votará a Hillary Clinton, a quien considera que “no es mejor opción”.