“Hay historias de milagros que se mezclan con escenas de dolor”

Dos creyentes explican desde Ecuador cómo el país se levanta tras el seísmo que ha causado más de 500 muertos. “Que el Señor nos de la sabiduría para acompañar y traer palabras de esperanza a las personas que han sufrido”.

Joel Forster

MADRID · 19 DE ABRIL DE 2016 · 11:18

Residentes forman filas para recibir agua potable, en Pedernales (Manabí). / AP,
Residentes forman filas para recibir agua potable, en Pedernales (Manabí). / AP

Conforme pasan los días se hace más evidente la destrucción que el terremoto del pasado sábado ha causado en muchas zonas de Ecuador. Las cifras oficiales hablan ya de más de 500 muertos.

Centenares de familias han perdido sus casas aun cuando han conseguido salvarse.

 

“TODO SE ESTABA MOVIENDO”

También desde Ecuador, Ester Hernández nos ha explicado su experiencia. Es española y reside desde 2011 en la localidad costera de La Libertad (Santa Elena).

“En el momento que ocurrió el terremoto mi marido y yo estábamos en el trabajo. Todo se estaba moviendo y junto a los clientes que estaban allí empezamos a salir, era difícil mantenerse de pie. Los coches aparcados se movían de un lado a otro”, explica.

Fue más tarde cuando se dieron cuenta de que el impacto del seísmo había sido aún mayor en otras zonas del país. “Nunca pensamos que la magnitud había sido tan grande. Se empezaron a restablecer las radios y comenzamos a darnos cuenta de que había sido un terremoto de 7,8 con epicentro en Pedernales (ciudad de Manabí). Lanzaron alertas de tsunami y recomendaron evacuar toda la costa (cuatro horas después se descartó esto)… Pero hasta el momento la tierra sigue moviéndose y ha habido más de 300 réplicas”, explica.

 

CÓMO VER A DIOS EN MEDIO DEL SUFRIMIENTO

¿Cómo encajar todo lo que ha pasado desde una perspectiva cristiana? “En estos casos y viviendo en primera plana todo, espiritualmente te planteas muchas cosas”, reconoce Ester. “Pero está claro que dentro de la magnitud de este desastre, Dios se está glorificando. Siguen apareciendo vivos después de casi dos días, y esto nos demuestra que él tiene todo bajo control y que nada pasa sin que lo permita”.

También cree que en medio del dolor, hay una oportunidad para que “cristianos pongan todo al servicio de la comunidad y demostremos nuestro compromiso y amor al prójimo”.

 

Decenas de voluntarios se concentraron en el Centro de Convenciones para clasificar las ayudas, para en lo posterior enviarlas a las zonas afectadas. / El Universo

Es verdad que muchas personas han perdido la vida, “y no hay forma de consolar a las familias, pero podemos hablarles de que Dios da paz, esa que sobrepasa todo entendimiento. Es realmente duro, hay historias de milagros que se mezclan con escenas de dolor”.

 

“AÚN ASIMILANDO LA GRAN DEVASTACIÓN”

Aníbal Nicolalde es pastor evangélico en Ibarra (Imbamburra), en el norte de Ecuador. “La sociedad ecuatoriana se encuentra muy conmocionada y, sin exagerar, podría decir que se encuentra en un estado de shock. Aún no hemos terminado de asimilar la gran devastación que ha provocado el sismo del sábado”.

“Como Iglesia del Pacto tenemos iglesia locales en las ciudades mayormente afectadas, tenemos iglesias en Pedernales, Manta, Montecristi, Guayaquil, varias familias de nuestra iglesia han sufrido la pérdida de sus viviendas total o parcial”, nos explica. En estos momentos, estas iglesias se están organizando “para apoyarse mutuamente”.

Iniciativas del gobierno pero también de los propios ciudadanos han aparecido en muchos lugares. “Se está demostrando un espíritu de unidad nacional y de solidaridad”.

 

IGLESIAS EVANGÉLICAS REACCIONAN

Los evangélicos ecuatorianos también han reaccionado, con “un comité de emergencia, a nivel interdenominacional, donde somos parte con la finalidad de unir esfuerzos y poder atender a través de las diferentes iglesias evangélicas las necesidades tanto de los hermanos y hermanas como también de la sociedad que nos rodea”.Se recoge “ayuda económica, ropa, alimento, implementos de aseo como jabón, gel de baño…”. También se buscan voluntarios, e incluso, “a futuro necesitaremos de equipos médicos, psicólogos y personas especialistas en construcción”, prevé Nicolalde.

Ester Hernández también explica que “las iglesias y todo tipo de instituciones, tanto públicas como privadas, están trabajando juntos. Por cualquier lado, en las calles, se puede ver gente recolectando para donar. La comunidad evangélica ha puesto a disposición toda su infraestructura para poder recolectar todo tipo de víveres, ropa, agua (ya que no hay servicio de agua potable), mantas, toallas, pañales etc”.

 

¿CÓMO ORAR POR EL PAÍS?

“Les pedimos sobre todo oración por las familias que lo han perdido todo, incluso por personas que han perdido a toda su familia, para que Dios les de paz y puedan comenzar de nuevo”, dice Ester. “En medio del caos hay gente perdida que todavía siguen buscando (hablamos de miles), que Dios permita rescatar la mayor cantidad de vivos y que si todavía están atrapados, que él les de fortaleza para poder sobrevivir hasta que los saquen de los escombros. Hago la invitación para que se sumen a las cadenas de oración que estamos realizando, tomen un tiempo para pedir por este país”.

 

“Hay historias de milagros que se mezclan con escenas de dolor”

Aníbal Nicolalde nos hace llegar la petición de Santiago Mero, un cristiano en una zona más afectada y que ha visto “mucho dolor y lágrimas”, explica. “Queremos oración por las personas que aún tienen vida, las que están en recuperación y porque Dios calme esta situación en nuestro país, pero que en medio de todo su nombre sea conocido, y que en un futuro la gente pueda reconciliarse con Dios por medio de nosotros”.

Aníbal añade tres puntos más de oración:

- Que Dios nos de la fuerza  para enfrentar este tiempo de pérdidas y dolor.

- Que el Señor nos de la sabiduría para acompañar y traer palabras de esperanza a las personas que han sufrido esta devastación.

- Que Dios provea los recursos económicos y materiales para ayudar a toda una sociedad que se encuentra sufriendo.

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