“Unos segundos tras la explosión una avalancha de gente corría y gritaba”

Guillem Sampedro, miembro de la iglesia evangélica en Alboraia (Valencia), ha vivido el atentado en el aeropuerto de Bruselas. “Había gente que decía: ‘¡una bomba, una bomba!’, pero no sabíamos nada cierto”, explica a Protestante Digital.

Joel Forster

BRUSELAS · 22 DE MARZO DE 2016 · 11:15

Pasajeros esperan en la zona de parking del aeropuerto a ser evacuados en autobuses. Foto. Guillem Sampedro.,parking, españoles, aeropuerto, bruselas,
Pasajeros esperan en la zona de parking del aeropuerto a ser evacuados en autobuses. Foto. Guillem Sampedro.

Entre los pasajeros que vivieron las dos explosiones en el aeropuerto internacional de Bruselas-Zaventem había dos pasajeros españoles, Guillem Sampedro y Keren Pitarch, miembros de la iglesia evangélica de Alboraia, en Valencia.

Cuando ya habían conseguido salir a la zona exterior del aeropuerto y mientras esperaban obtener una plaza en un autobús, Guillem explicó a Protestante Digital (via mensajes de audio de Whatsapp) la situación que habían vivido en primera persona.

“Estábamos en ese momento Keren y yo pasando la zona de seguridad para entrar en la terminal, que está a unos 150 metros del hall principal, en un extremo. Acabábamos de pasar, y yo estaba mirando el letrero de mi vuelo, para ver la puerta de embarque que nos tocaba”.

 

“UNA AVALANCHA DE GENTE CORRIENDO Y GRITANDO”

En ese momento “se oye un estruendo muy fuerte, tiembla todo, y cae polvo del techo. En seguida, en unos 20 segundos, empieza una avalancha de gente corriendo y gritando”.

“Todos bajábamos por unas escaleras mecánicas, ha sido un caos. La gente estaba muy tensa, muy nerviosa. Todos corriendo”, explica.

“Cuando hemos conseguido bajar a la zona de abajo, de las terminales, todo el mundo en las tiendas estaba muy nervioso. Hemos estado un rato esperando. Había gente que decía: ‘¡una bomba, una bomba!’, pero no sabíamos nada cierto”.

El matrimonio se dirigió junto con otros a la terminal A, “que está en un lateral”, después de que trabajadores del aeropuerto lo aconsejaran así. Es la “zona más lejana, en un pasillo muy largo, fuimos hasta el fondo”.

 

“NO SABÍAS POR QUÉ CORRÍAS”

Ahí se creó “una segunda avalancha, todo el mundo corriendo”. “No sabías por qué corrías, lo hacías porque todo el mundo corría, buscábamos un lugar por el que salir”.

Tienes miedo, porque se habían oído gritos, y decían que habían visto gente con metralletas, aunque nosotros no vimos a nadie con metralletas, solo las avalanchas de gente.”

“A los 20 minutos de la explosión, más o menos, han dicho por megáfonos en inglés, y después en francés, algo así como: ‘a toda la gente del aeropuerto, emergencia, evacuación general’”.

 

EL MOMENTO DE SALIR AL EXTERIOR

Pasado un tiempo, se pidió a los pasajeros “que bajáramos más abajo, a las puertas 20 a 30. Por ahí, en las puertas en las que entras en el avión, empezaron a evacuar ya a toda la gente”.

Saliendo a la zona exterior, pasaron junto a aviones estacionados: “había gente dentro, asomándose a las ventanas, que tampoco debían saber qué estaba pasando”.

Finalmente fueron conducidos “a una zona de parking. Por aquí iban pasando muchas ambulancias”.

 

“ESTÁN LLEGANDO AUTOBUSES PARA LLEVARSE A LA GENTE”

Ya fuera del edificio, Guillem y Keren han pasado más de 2 horas esperando, explican. “A la media hora nos han llevado agua para todos.”

En el momento de explicar su testimonio a Protestante Digital, estaban “llegando autobuses para llevarse a la gente. No nos han dicho nada de a dónde vamos, ni qué pasará. Aquí estamos esperando”. Algunas “familias con niños” fueron los primeros en salir de la zona.

Sampedro pudo explicar su testimonio gracias a los datos de internet que le cedió otro pasajero. Pero hasta el momento, no le había sido posible hacer llamadas. “Estamos un poco desinformados aquí, nos dejamos llevar ahora por lo que nos van diciendo o de los medios de comunicación, no mucho más”.

 

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Internacional - “Unos segundos tras la explosión una avalancha de gente corría y gritaba”