Celebración anabautista mundial

Más de 7.000 personas asisten al Congreso Mundial Menonita en Harrisburg (Pennsylvania) bajo el lema ‘Caminemos con Dios’.

Carlos Martínez García

HARRISBURG · 23 DE JULIO DE 2015 · 08:26

Congreso Menonita Mundial, estos días en Harrisburg, Pennsylvania, Estados Unidos. / MWC,
Congreso Menonita Mundial, estos días en Harrisburg, Pennsylvania, Estados Unidos. / MWC

La fiesta del anabautismo mundial ha comenzado. Con más de siete mil asistentes inició la Asamblea del Congreso Mundial Menonita en Harrisburg, Pennsylvania. El acto inaugural perfila los distintivos de la magna reunión, tuvo expresiones multiculturales en la música interpretada por un grupo conformado por músicos y cantantes provenientes de distintos países.

La variedad musical acompañó los cantos entonados por los asistentes. La diversidad de idiomas por quienes hicieron uso de la palabra desde la plataforma mostró la creciente realidad expresada por las comunidades de fe esparcidas alrededor del mundo: ya no es el inglés ni el alemán la lengua predominante en la familia anabautista/menonita mundial.

Cada día el énfasis de las reuniones plenarias se centra en alguna región del mundo. Le tocó primero a Latinoamérica y no faltaron los cantos rítmicos y la expresividad propia del Continente contagió a los asistentes de otras tierras que son más moderados en su alabanza musical.

 

Celebración con música el primer día. / MWC

El lema del Congreso es Caminemos con Dios. La primera exposición la tuvo el secretario general del Congreso Mundial Menonita, César García, de Colombia. Celebró la diversidad de la familia anabautista mundial, y su disposición para compartir y servir con sus dones en un mundo con múltiples necesidades.

César comentó que en el Evangelio de Lucas hay varios momentos en que se narra el acto de caminar en distintas circunstancias. Una enseñanza lucana es que caminar tiene relación con el proceso de discipulado. Citó el caso de los dos en el camino hacía Emaús, y cómo tras una larga jornada sin comprender del todo el significado de las experiencias que antes tuvieron en el seguimiento de Jesús, finalmente “se les abrieron los ojos”, su corazón ardió, reconocieron el señorío de Jesús y regresaron de donde habían salido. Retornaron a Jerusalén a proclamar la victoria de Jesús sobre la muerte.

Al iniciar el camino hacia Emaús, menciona Lucas, que los desanimados discípulos estaban tristes (24:17). En contraste, al final de la caminata con Jesús explicándoles sobre lo que él decían las Escrituras (24:27), el resultado es el deseo y la acción de los discípulos por anunciar el mensaje vivificador del Evangelio. No se trata de solamente caminar, sino caminar con Dios y descubrir que es en movimiento cuando nuestros ojos pueden descubrir nuevos horizontes. Hay que ir al encuentro del amanecer.

 

 

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