Liberan a los asesinos confesos de los misioneros en Turquía

Este 21 de enero tuvo lugar en Malatya la audiencia número 101 relacionada con el juicio de sospecha de asesinato de los responsables del homicidio de Necati Aydin, Ugur Yuksel y Tilmann Geske.

Estos asesinatos ocurrieron el 18 de abril de 2007 en la casa de publicaciones Zirve en Malatya. Después de la audiencia, tres de los acusados fueron liberados definitivamente, lo cual desalentó mucho a los familiares de las víctimas, a los abogados y a la comunidad cristiana de Turquía.

Los cinco arrestados, que fueron detenidos en la escena del crimen, habían sido previamente liberados de prisión en marzo de 2014 y desde entonces se les ha permitido vivir en sus hogares con sus familias. Aunque cuatro de los acusados llevan puestos dispositivos de seguimiento electrónicos (el quinto debe reportarse diariamente desde el teléfono de su casa), se les ha visto caminando libremente en Malatya. Las autoridades son conscientes de la situación, pero hasta el momento no han actuado con respecto a la violación de las condiciones de arresto domiciliario.

Durante el juicio, quedó claro que una organización nacionalista oscura, conocida como Ergenekon, estuvo asociada con el ataque en la casa de publicaciones Zirve. Se alegó que Ergenekon buscaba desestabilizar al gobierno a través de los asesinatos en Malatya y ataques similares en contra de cristianos, incluyendo el asesinato de un destacado periodista armenio llamado Hrant Dink. Como consecuencia, se llevaron a cabo más arrestos de los sospechosos en planear los asesinatos además de los autores materiales.

Uno de los abogados que representa a las familias de las víctimas, Erdal Dogan, explicó que después del 17 de diciembre de 2014, mejoraron las relaciones entre el gobierno y los anteriores miembros de Ergenekon y que la liberación de los tres sospechosos está relacionada probablemente con este hecho.

Los cristianos turcos suman así otra decepción con respecto a la justicia de su país, entendiendo que detrás de estas deliberaciones judiciales hay motivos políticos que entorpecen la resolución definitiva de un caso que se ha prolongado por ocho años.