‘El reto es que el turco no sólo tolere al cristiano, sino que lo vea como propio de su identidad’

Carlos Madrigal lleva casi 30 años trabajando como pastor protestante en Estambul, observando avances en las libertades y el crecimiento de la iglesia en un país de amplia mayoría islámica.

PONTEVEDRA · 13 DE MAYO DE 2014 · 22:00

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Carlos Madrigal, pastor protestante en Turquía. / M.GaLa, Ferede

Carlos Madrigal lleva 29 años viviendo en Turquía, donde ejerce como pastor evangélico. Español de origen, ha realizado una importante labor en el fortalecimiento de la comunidad cristiana en un país de mayoría islámica, en el que en los últimos años ha ido cambiando el panorama para las minorías religiosas, aunque aún quede mucho camino por recorrer. Carlos Madrigal y su esposa Rosa están estas semanas recorriendo varias ciudades de España, visitando diversas iglesias evangélicas donde comparten acerca de la situación de los cristianos en Turquía. “Cuando llegamos en el 85 -cuenta a Protestante Digital- los evangélicos eran muy pocos en número. Prácticamente, no existían”. Casi tres décadas después se puede identificar unos 7.000 cristianos evangélicos en el país, con iglesias pujantes y formadas en su mayoría por turcos. En un país que fue “cuna” del cristianismo, la luz del evangelio está brillando nuevamente. TURQUÍA, AÑO 1985 Cuando Carlos Madrigal y su familia llegaron a Turquía, la situación era dificultosa. “El país acababa de salir de un golpe de Estado, y estaba bajo la ley marcial. Los cristianos se sentían marginados y con miedo. Se veían con cierto recelo por la población y los evangélicos no tenían lugares de culto”, recuerda el pastor. Entonces había límites aún para las reuniones en casas. “Si se juntaban muchos, se veía como un encuentro clandestino o ilegal. Y realmente, si no puedes tener tus cultos y solo puedes juntarte en casas, la situación causa desasosiego”, comenta Madrigal. Con tiempo y esfuerzos, sobre todo, diplomáticos, la situación ha ido cambiando. Turquía va progresivamente abriéndose al mundo. “A medida que se van ganando derechos, va aumentando también el respeto a las minorías”, algo que se refleja en aspectos esenciales de la sociedad. Por ejemplo, en el campo de la educación primaria, se ha mejorado la información que los alumnos reciben con respecto al cristianismo. “Hace 30 años las escuelas daban una formación muy tergiversada del cristianismo, siempre negativa hacia los cristianos, presentando la Biblia como un engaño medieval”, comenta Madrigal, que reconoce que muchos de aquellos conceptos siguen presentes en el ideario del turco. Para cambiar esta situación se ha hecho un “buen trabajo” para concienciar a las autoridades, al parlamento de Turquía, de que era necesario “dejar a los cristianos que expliquen ellos lo que es el cristianismo”. Eso ha ayudado a “mitigar toda la información negativa de la fe cristiana”, dice Madrigal. UNA MINORÍA EN EL HOGAR DE PABLO Turquía tiene una gran importancia para la historia cristiana. Fue el lugar de crianza del apóstol Pablo y uno de los territorios donde más se esforzó en la obra misionera la iglesia primigenia. De aquella iglesia, hoy quedan “muy pocos” tras las fuertes persecuciones del siglo XX. “La iglesia ortodoxa griega, que ha estado 20 siglos, tiene sólo 3.000 personas en toda Turquía, a pesar de que la sede honorífica de los ortodoxos es el Patriarcado de Constantinopla. La iglesia armenia, que era muy numerosa, apenas serán unos 50.000 en todo el país. La iglesia siríaca, la primera en traducir la Biblia -la peshita- han estado siempre presentes y ahora también son muy minoritarias. También está la iglesia árabe, la católica, la caldea... Apenas rozarán todos juntos los cien mil”, explica Madrigal. Una presencia “poco significativa” en un país de 72 millones de habitantes, según un censo de 2012. A pesar de las dificultades que esto representa, Madrigal considera que se ha avanzado en libertad religiosa en el país. Pero queda un paso importante: que la población se dé cuenta que el cristianismo forma parte de su historia e identidad. “Se respetan las minorías, pero se sigue hablando de tolerar. Y es una palabra que tiene doble filo: porque significa que se aguanta al que es incómodo”, explica Madrigal. Por eso los cristianos intentan “promover el reconocimiento y la aceptación de que son minorías, pero de sí mismos. Para eso queda mucho”. Para trabajar en esta transformación, la Fundación Iglesia Protestante de Estambul, junto a otras fundaciones y ONGs, han apoyado la aceptación de una ley contra los crímenes de odio, que condena específicamente las acciones realizadas contra minorías. “Se dan pasos en las leyes, nos falta una educación que debe empezar desde la escuela. Hace falta concienciar a ese nivel para una normalización de todos los ciudadanos”, dice Madrigal. Otro vehículo para el cambio es la participación en los medios de comunicación. El pastor es invitado con cierta regularidad a tertulias en televisión y en la Fundación son consultados con regularidad cuando alguna noticia hace referencia a los cristianos. “Turquía tiene una voluntad de libertades, de democracia, de libertad de expresión. En el marco del respeto, todas las confesiones pueden tener su voz. Por la fundación que tenemos, que es una entidad de peso en el país, cuando quieren saber qué creen los cristianos protestantes sobre algo, contactan con nosotros”. MOMENTOS DIFÍCILES En los últimos años, la iglesia protestante ha vivido situaciones concretas que han servido para poner en relieve la necesidad de seguir trabajando en el camino del respeto. En 2007, tres cristianos fueron asesinados en una librería editorial cristiana, en un caso que sigue en proceso judicial siete años después. El pasado año, la policía desbarató el intento de asesinato del pastor de una iglesia en Izmit. “Son indicativos”, explica Madrigal. “Generalmente, ante estos actos, no tanto el intento de asesinato... Pero por ejemplo, algunas veces han intentado quemar el edificio de la iglesia. Y las autoridades dicen 'es un chalado'. Pero ¿por qué no intenta hacer lo mismo con la mezquita? Volvemos a lo mismo. Las autoridades condenan estos actos pero, la opinión en general no se da cuenta de que no sólo se ataca a cristianos, sino a todos los ciudadanos”. “Hay grupos extremistas que intentan asesinar cristianos. Si hubiera una concienciación de que no son un enemigo que viene de fuera, sino que son parte de su tejido cultural o social, seguramente no encontrarían a estos jóvenes dispuestos a estos actos -concluye Madrigal-. No se darían estas situaciones”. Los cristianos, por ello, piden a las autoridades “no sólo que condenen, sino que se esfuercen para fomentar un cambio de mentalidad desde la base”. LAS IGLESIAS CRECEN El crecimiento de las iglesias en Turquía es una realidad. El aumento de cristianos se da principalmente en la población autóctona. “Las iglesias protestantes turcas están formadas principalmente por turcos que de alguna manera han investigado la fe cristiana y han abrazado la misma. Quieren practicar su fe, en su idioma, a su manera, y son iglesias formadas en un 80 o 90 por ciento por turcos que han crecido en una cultura o familias musulmanas, que ahora han optado por el cristianismo”. El trabajo de Carlos Madrigal como pastor conlleva también la formación de los miembros de las iglesias. “Nuestro anhelo es que el modelo que se refleja en el Nuevo Testamento se reproduzca. Que en cada iglesia local, aquellos que van madurando y muestran aptitudes y son reconocidos por el resto de la comunidad, pueden dirigir a sus propios conciudadanos en la fe cristiana. Es un proceso, porque no hay recursos para prepararse en cuanto a teología, formación bíblica, formación de liderazgo, y cada uno intenta suplirlo como puede. Aunque la iglesia turca es muy pequeña, hay algunas iniciativas”, cuenta. La formación de los ministros se realiza así con suma sencillez y mucho esfuerzo personal. Los cristianos que quieren formarse deben “aprovechar el tiempo libre, o los fines de semana. No disponemos de una gran biblioteca en turco”. Una circunstancia que, a pesar de los problemas que acarrea, Madrigal encuentra positiva en un sentido. “La iglesia turca evangélica es una iglesia de primera generación. Han tenido que crecer con la falta de este recurso, que es negativo, aunque tiene sus lados positivos porque así tiene un arraigo mayor al Nuevo Testamento. Cuando se introducen teologías, distintas tendencias, puedes acabar siendo dirigido a una forma de entender la fe. Pero dependiendo de la Palabra de Dios, hay que hacer un camino más largo, pero estás al resguardo de que otros te digan cómo entender las Escrituras”. Por ello Carlos Madrigal es optimista, siendo testigo de que la iglesia “se está multiplicando” y creciendo también en madurez. “Cada vez vemos más turcos como pastores”. APOYO DESDE ESPAÑA Madrigal reconoce que en este trabajo en Turquía, la iglesia evangélica en España tiene una aportación importante. “Se han hecho cosas importantes en España. En 2007, con las matanzas en Malatya, la iglesia se solidarizó muchísimo. Hubo manifestaciones en muchos Ayuntamientos. Lástima que ese día, el Telediario en la Televisión pública en España lo ignorase. No se hizo eco de esta noticia, cuando allí en Turquía recibimos la atención de medios de todo el mundo, pero la prensa española no mostró interés”. Madrigal visita con asiduidad nuestro país y encuentra que aquí queda mucho por avanzar en la normalización de la presencia evangélica. “Hablamos de sociedad plural en España -analiza Madrigal- pero esta brilla por su ausencia”. UN PAÍS A DESCUBRIR Visitar Turquía es hoy en día mucho más sencillo que hace treinta años. Carlos Madrigal considera que los cristianos podrían ayudar a la iglesia turca pensando en esta posibilidad. “Hay muchos aspectos de Turquía por descubrir. Por una parte, la enorme riqueza histórica con respecto a los lugares bíblicos: están las fuentes del Tigris y el Éufrates, Aram de los caldeos, el monte Ararat y sus aledaños, el pueblo natal de Pablo, las siete iglesias de Apocalipsis...”. Pero hay otro aspecto, más desconocido, que es el de la historia y fundamentos de la iglesia. “Aquí se reunieron los primeros Concilios (Nicea, Éfeso, Calcedonia, Constantinopla) que definieron las bases de nuestros credos y nuestra fe. Los primeros padres de la iglesia, los primeros mártires eran hijos de estas tierras. En Turquía estuvo el primer monasterio que dedicó 24 horas al día a la oración, algo que se inició en el siglo III en Constantinopla. También el primer hospital cristiano...” enumera Madrigal, considerando que estas son “lecciones que podemos aplicar hoy: la iglesia entonces supo ver las necesidades que no estaban cubiertas y preocuparse, dar cobijo a quien no lo tenía. Con nuestras iglesias, podemos ayudar a la sociedad desde nuestros valores cristianos y nuestra fe”. Por todo ello, anima a los cristianos evangélicos a visitar el país. “Turquía es el país con más yacimientos bíblicos de todo el mundo, después de Israel. Si se fomenta un interés por los lugares religiosos, para la propia Turquía es un beneficio, y esto ayuda a los cristianos a enfatizar su arraigo histórico, conservar los lugares emblemáticos, y así fomentar que la iglesia tenga el lugar que le corresponde en la sociedad”. Madrigal reconoce además el valor espiritual y ministerial que tiene el “conocer la iglesia evangélica en otros lugares”. “Quiero animar a la iglesia española a que sea más 'trotamundos'. Conocer la iglesia evangélica en otros lugares siempre enriquece. Viajar a cualquier país y ver los aspectos que nos pueden ayudar a desarrollar nuestra fe y nuestra praxis”, concluye Madrigal, portavoz de una Turquía rica en historia que no quiere desprenderse de esa esencia de más de 20 siglos.

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