Evangélicos ucranianos, preocupados por la situación del país

Ucrania vive tiempos agitados, con protestas callejeras que hacía más de ocho años que no sucedían en el país, que vive con tensión las decisiones que llevarán al país a alejarse de la Unión Europea y acercarse a Rusia. La oposición había convocado la votación en protesta contra la decisión del presidente Viktor Yanukovich de abandonar la firma de un acuerdo largamente anticipado de libre comercio con la Unión Europea, así como por las violentas tácticas usadas por la policía para dispersar a manifestantes que criticaban esa decisión. Cerca de un millón manifestantes salieron a las calles de Kiev, durante las protestas contra el presidente Viktor Yanukovich, en la mayor muestra de indignación pública en el país desde la Revolución Naranja del 2004. La Duma aprobó una resolución que ilegaliza las protestas en la plaza para que pudieran decorar para la Navidad. La policía golpeó a los manifestantes que se quedaron. Rusia se opone a un estrechamiento de las relaciones Ucrania-UE, y está presionando para integrar al país a un bloque comercial de varias ex repúblicas soviéticas. TEMOR POR LA INFLUENCIA RUSA Amy Richey, que trabaja con Alcance Global de la Iglesia Evangélica Libre de América en Ucrania, dice que muchos cristianos están preocupados por la cercanía del país con Rusia. “Si Ucrania se vuelve más y más aliado con Rusia, sus leyes serán similares a muchas de las leyes de Rusia también. Tienen algunas reglas muy rígidas cuando se trata de lo que pueden y no pueden hacer religiosamente en su país”, advierte Richey. Mientras tanto, los líderes parlamentarios se han reunido para hablar sobre el futuro del país. Debido a las decisiones de apoyo del presidente se está fracturando. Algunos incluso están sugiriendo que un golpe de estado es posible. Yanukovich se enfrentó a una situación similar en 2004 durante la Revolución Naranja que finalmente lo derrocó del poder. “El presidente Yanukovich programa ir a Moscú y firmar el acuerdo comercial, por lo que será interesante ver cómo sus acciones y sus decisiones determinarán la respuesta de los ucranianos”, comentó. ORACIÓN Y DENUNCIA En última instancia, Richey está pidiendo a la comunidad cristiana que ore por “soluciones pacíficas”, pues asegura que “queremos que el Evangelio se hable abiertamente en Ucrania. No queremos que la gente esté amenazada. No queremos que la salud y la vida de las personas sea amenazada por sus creencias y por tomar una posición con el evangelio”. Más crítico con los políticos se mostró Vasyl Boyechko, presidente del Consejo de Ancianos de los Cristianos Evangélicos en Ucrania. “No hay sabiduría, ni perspicacia, ningún plan que pueda tener éxito contra el Señor”, advirtió. “Los gobernantes - desde el más bajo hasta el más alto – no deben olvidar una verdad eterna: no son ellos los que controlan el pueblo, sino que es el pueblo el que los sostiene sobre sus hombros cargados y sus manos callosas”, dijo Boyechko, que también hizo un llamado a la gente a “no avergonzarse de clamar al Salvador en busca de ayuda”.