Lampedusa: ‘Le pondré a mi barca Musse’

No es Moisés, pero se parece. No sólo por el nombre, sino porque Musse fue salvado de las aguas en Lampedusa. A punto de morir, fue rescatado del mar por un cristiano evangélico de la isla.

ITALIA · 06 DE OCTUBRE DE 2013 · 22:00

<p>
	Inmigrantes rescatados en Lampedusa / M&eacute;dicos Sin Fronteras</p>
,

Inmigrantes rescatados en Lampedusa / Médicos Sin Fronteras

Los buzos del Servicio de Guardacostas siguen trabajando para recuperar cadáveres en las costas de la isla de Lampedusa, al sur de Sicilia. El domingo fueron retirados del mar 83 cuerpos, con lo que la cifra de fallecidos en el naufragio ocurrido el pasado jueves ha ascendido a 200. El último inmigrante rescatado con vida, unas cinco horas después del incendio y hundimiento de la embarcación que transportaba a unos 500 inmigrantes, se llama Musse, dijo Roberto Recúpero a Verónica Rossato, enviada especial de Protestante Digital a la isla. Roberto es un cristiano evangélico oriundo de Catania, que reside en Lampedusa desde hace casi una década. Este carabiniere (policía), participó el jueves en las tareas de rescate. Al terminar su turno, pasadas unas horas caminaba cerca de la playa. Aunque ya no se pensaba en que hubiese más sobrevivientes, dice Recúpero, "Vi a una persona flotando cerca de la orilla y me acerqué. Era un hombre que estaba a punto de desfallecer. Llevaba unas cinco horas en el agua", explica. Una vez que el naúfrago estuvo a salvo, comenzó a dar gracias a Dios. "Por algunas palabras intercambiadas en inglés pude saber que este hombre no era musulmán, sino cristiano”. “Al día siguiente fui a visitarlo al centro de acogida y le pedí que escribiera su nombre en un papel: Musse”. Como muchos de los habitantes de la isla, Recúpero tiene su propio bote. “Voy a ponerle Musse a mi embarcación", expresa emocionado. OPORTUNIDAD PARA PREDICAR El centro de acogida de Lampedusa alberga a un millar de inmigrantes, entre ellos los 155 sobrevivientes del naufragio del pasado jueves, provenientes en su mayoría eritreos y somalíes. Estos inmigrantes comen y duermen en el lugar pero el resto del tiempo deambulan por las calles de la pequeña isla. "Desde el punto de vista humanitario no necesitan ayuda porque el gobierno les brinda la atención necesaria", comento Recúpero. "Ellos deambulan por la isla sin nada que hacer. Si hubiera allí evangélicos comprometidos con la situación, tendrían la posibilidad de hablar y trabajar con ellos", opina. La única iglesia evangélica de la isla tuvo en el pasado un ministerio entre los inmigrantes, pero hace un tiempo cambió de pastor y esta labor ya no se está realizando. Ministerios como JUCUM y otros realizan servicios de corto tiempo. Pero no hay nadie que desarrolle un ministerio permanente. NECESIDAD DE MISIONEROS Una situación parecida es la que refiere el pastor Walter Domini, de la provincia de Ragusa. "En Pozzallo tambien hay un centro de acogida y vemos la preciosa oportunidad para predicarles a estas personas que deambulan por las calles, solos o en grupos, con la mirada perdida”. Añade Domini que el ve que son “personas que han expuesto sus vidas y están con el corazón sensible. Como iglesia no podemos asumir esta tarea, necesitamos misioneros que hablen árabe, inglés o francés, que vengan a hablarles y entregarles un Nuevo Testamento antes de que se vayan hacia el norte de Europa, que es su objetivo", expresa. Aunque son personas que están de paso, "se puede realizar un trabajo de siembra", como expresa Domini. “Quienes estén dispuestos a asumir la tarea, tal vez un día se encuentren en el cielo con uno de estos inmigrantes que cruzaron el mar arriesgando su vida, y alcanzaron la costa”.

Publicado en: PROTESTANTE DIGITAL - Internacional - Lampedusa: &lsquo;Le pondr&eacute; a mi barca Musse&rsquo;