La ira islamista cae sobre los cristianos

La represión del miércoles contra los campamentos de partidarios del presidente depuesto Mohamed Mursi ha causado cientos de víctimas mortales. Las cifras oficiales hablan de 525 fallecidos, entre ellos 43 policías, y 3.000 heridos en todo el país. Los Hermanos Musulmanes elevan la cifra de muertos a 4.500. La jornada del miércoles fue una de las más violentas que se recuerda en el país. La violencia empleada por las fuerzas de seguridad hacia los partidarios del derrocado gobierno de los Hermanos Musulmanes desató una ola de ira y venganza por todo el país, que tuvo como uno de los principales focos de ataque a los cristianos. @MULT#DER#61743@Al menos 47 iglesias fueron quemadas en diversas ciudades del país; algunas con un gran valor patrimonial e histórico. Colegios cristianos, monasterios y también entidades como Sociedad Bíblica han sufrido ataques en sus sedes, tal y como han denunciado diversos canales de la iglesia copta y de los que se puede ver diversos vídeos en la red. Según informa El País, en varias localidades del valle del Nilo se han producido quemas de iglesias. En Asiut, en el centro del país, los fieles tuvieron que escapar por una ventana ante la turba que rodeó y apedreó su templo. En las localidades de Minya y Sohag los templos coptos también han ardido. REACCIÓN INTERNACIONAL Aunque el ejército ha decretado el estado de emergencia, parece difícil que puedan contener la enérgica reacción de gran parte de la población, que no admite el golpe de Estado perpetrado a principios de julio contra el Gobierno. Desde diversos países se están haciendo llamados a la calma. Varios países europeos —como Reino Unido, Francia y Alemania han mostrado su consternación por la violencia en Egipto. El dirigente francés, Hollande, ha sido el más contundente al pedir una intervención internacional que evite una guerra civil. Por su parte el Ministerio de Exteriores español recordó en un comunicado la necesidad de que “participen todas las fuerzas políticas y sociales en un diálogo nacional que haga posible el regreso de Egipto a la normalidad institucional”. Mientras, Estados Unidos reiteró el desacuerdo de la Administración con la decisión de reinstaurar el Estado de emergencia y pidió a El Cairo que lo suspenda “cuanto antes”. Uno de los más claros al hablar ha sido el Gobierno de Turquía. Recep Tayyip Erdogan ha pedido a “la comunidad internacional, encabezada por el Consejo de Seguridad de la ONU y por la Liga Árabe” que pase “inmediatamente a la acción para que cesen las matanzas”. El presidente de Turquía, Abdulá Gül, calificó también de “inaceptable” la “intervención armada contra civiles que se manifiestan” en El Cairo.