¿Va China a mejor o a peor? Las ONGs cristianas difieren

Las agencias especializadas en el gran país asiático (China Aid por un lado, China Source y Open Doors por otro) ofrecen datos que se contradicen. Un análisis muestra que hay más libertad religiosa... siempre que no se mezcle con el activismo político.

PEKÍN · 27 DE FEBRERO DE 2013 · 23:00

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	Cristianos chinos leyendo la Biblia / AP</p>
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Cristianos chinos leyendo la Biblia / AP

China sigue siendo un país desconocido. El enorme espacio geográfico, las diferentes etnias, el complejo sistema político y la falta de información transparente llevan a que el país siga siendo un enigma en muchos campos. Uno de estos interrogantes sigue siendo la libertad religiosa. Recientes informes de organizaciones cristianas aportan datos significativamente diferentes sobre las iglesias-hogar cristianas que hay en todo el país. Mientras algunas agencias hablan de una reducción sensible de la presión gubernamental, otras hablan de un plan para acabar con estas iglesias no registradas. "CHINA AID" ENCIENDE LAS ALARMAS Los datos alarmantes llegan de la organización “China Aid”, que se dedica a controlar “la persecución de cristianos e iglesias por parte del gobierno chino”. Esta entidad recoge los casos de abusos que se van dando en todo el país asiático. Como puede comprobarse en su página web, publica 2-3 noticias semanales en las que da información sobre detenciones del Gobierno, citando nombres, localizaciones y detalles. En su informe de 2012, que publicó a principios de enero, y escrito desde Texas (EEUU), “China Aid” llega a la conclusión que la situación de los cristianos en China “se deterioró por séptimo año consecutivo”. La organización ha recogido 132 casos que habrían afectado a casi 5.000 personas. El informe habla un aumento de un 125% en el número de cristianos sentenciados y un aumento general de un 42% de la persecución, durante el año 2012. La realidad más preocupante, según esta organización, es el “plan” del gobierno comunista de acabar con las iglesias-hogar. Esta estrategia se habría aplicado durante el año pasado, “usando 4 medidas diferentes: forzar la clausura de iglesias, presionar a las iglesias para que entren a formar parte de la iglesia oficial, detener a líderes de iglesia y enviarlos a campos de trabajo bajo el pretexto de ‘sospecha de organizar y usar una secta para atacar la ley’ y restringir estrictamente la fe cristiana entre los estudiantes”, dice el informe. El foco de la represión estaría sobre las comunidades cristianas de base, aquellas que se auto-organizan y se resisten a entrar en la iglesia cristiana oficial, organizada por el gobierno. Seguna “China Aid”, las autoridades estarían luchando para “erradicar totalmente las iglesias en las casas”. El informe, de 36 páginas, recoge todas las noticias de 2012 e incluye estadísticas. Puede descargarlo, de la propia fuente, aquí (PDF, en inglés). “CHINA SOURCE” CRITICA ESTA VISIÓN PESIMISTA El análisis de “China Aid” ha sido confrontado rápidamente por algunas voces que creen que los datos no reflejan la realidad de los cristianos chinos, en su día a día. Una de las organizaciones que han mostrado su escepticismo es “China Source”, una organización que busca “conectar, colaborar y servir a la comunidad cristiana china”, según su página web, y que se fundó como una colaboración de cuatro agencias misioneras diferentes, la mayoría de EEUU. En un artículo escrito por Brent Fulton, máximo responsable de “China Source”, el autor defiende que “si se examinan las estadísticas más de cerca, están no apoyan la afirmación de “China Aid” según la cual se está dando una campaña nacional gubernamental para acabar con el cristianismo”. “Sin ningún tipo de duda, los cristianos en China se enfrentan a muchos obstáculos mientras viven su fe en un entorno a menudo hostil”, dice Fulton. “Pero los cristianos no son perseguidos simplemente por ser cristianos, ni tampoco hay iglesias-hogar en el punto de mira solamente por ser iglesias-hogar. Si fuera así, uno esperaría que centenares de iglesias-hogar fueran cerradas cada semana. Pekín, que tuvo el mayor número de casos de persecución en 2012, tiene, se cree, más de 3.000 iglesias-hogar, y en cambio el informe de “China Aid” sólo menciona dos casos allí, en todo el año”. Fulton cree que la presión sobre las comunidades más pequeñas debe explicarse incluyendo más factores. “Hay algunos detonantes que llevan a que las autoridades en China tomen acciones contra las actividades cristianas”. Entre estos factores estarían, según Fulton, “la oposición directa al Partido Comunista, entrar en actividad política, defender abiertamente los Derechos Humanos y tener conexiones extranjeras”. Otros factores más recientes son los conflictos urbanísticos que llevan a que algunos “cristianos sean echados de sus iglesias a manos de constructores codiciosos que colaboran con autoridades locales corruptas”. “De los cerca de 5.000 casos denunciados por “China Aid”, en más d 2/3 partes había alguno de los elementos citados presentes”, sigue Fulton. Es decir, los cristianos represaliados habrían sido perseguidos no sólo por su fe, sino también por otros motivos que el régimen considera una amenaza. Esto incluiría “disidentes cristianos, abogados por los derechos humanos, o cristianos que intentan usar el espacio público para sus actividades”. NO MINIMIZAR, PERO DAR DATOS REALISTAS Fulton acaba diciendo que “no se trata de minimizar en ningún modo la seriedad de estos casos”, pero que la represión de cristianos no tiene siempre que ver exclusivamente con su fe, sino con otros factores. En este sentido, otros ciudadanos no cristianos, están sufriendo persecución, también. “Los problemas de fondo aquí son: un régimen autoritario que está obsesionado con mantener su estabilidad a cualquier coste, un sistema legal inmaduro y un sector de la seguridad nacional muy bien dotado que se ha convertido en la Ley para sí mismo”. El artículo concluye recalcando el impacto real que están teniendo los cristianos que desde su fe se arriesgan a tomar acciones para cambiar la sociedad y construir un entorno más libre. "LA MAYORÍA NO ESTÁ PERSEGUIDA", SEGÚN PUERTAS ABIERTAS El análisis negativo de “China Aid” también choca con otra fuente reconocida en cuanto a liberta religiosa, la experimentada organización Puertas Abiertas Internacional. Según su informe de 2013, publicado en enero, China habría mejorado sustancialmente en lo que a la libertad de los cristianos se refiere. Sería el país con una progresión más interesante, pasando del lugar 21 en la Lista de Persecución Mundial en 2011, al 37 en 2012. Esta “brusca caída” de la presión la destacaba también Ted Blake, responsable de la organización en España, que explicaba sus sensaciones en una entrevista a este diario. Jan Vermeer, otro colaborador de Puertas Abiertas, también ha salido a responder a los datos de “China Aid” en la revista Christianity Today. Pone como ejemplo el caso de un pastor de una iglesia urbana, que cuando era niño enterraba las biblias con sus padres cuando había redadas de la policía, pero que ahora explica que la presión del Estado le preocupa menos que la explosión del materialismo entre los jóvenes, que les aleja de plantearse la fe. “Una extensa investigación entre muchas redes de iglesias-hogar nos ha mostrado que la gran mayoría de los cristianos no dicen sentirse perseguidos”, afirma Vermeer. “Es verdad que aún hay docenas de cristianos en prisión, pero esto es una fuerte reducción si se compara con los cientos o incluso miles de cristianos que cumplieron sentencias en los campos de trabajo en el pasado”. "EL GOBIERNO QUIERE CONTROLAR", PERO LA SITUACIÓN MEJORA Es verdad que las limitaciones del gobierno siguen estando allí, explica Vermeer. Por ejemplo, se dan detenciones constantes en iglesias que piden activamente más libertad religiosa. Mientras que algunos líderes cristianos apoyan esta lucha, otros creen que no es sabio, porque el régimen lo interpreta como una provocación. Pero la situación “varía de una región a otra”. Y cita a una fuente en el país que dice: “Conocemos de casos de iglesias grandes a las que las autoridades locales han ofrecido terrenos para construir su edificio de iglesia”. La conclusión de Vermeer acaba siendo muy parecida a la de Fulton. “El Gobierno quiere controlar a la iglesia. Esto no ha cambiado. Pero el método escogido no es el mismo. La persecución severa ha sido intercambiada por la cooperación con cristianos, incluso con las iglesias-hogar. Siempre que se mantengan alejados de la política, se las deja en paz. Se les debería permitir a los cristianos que se organicen y que sean políticamente activos. Sin duda. Pero hay que admitir que la situación en China ha mejorado con los años, aunque informes recientes digan lo contrario”.

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