El Papa reduce al estado laical al rebelde y polémico ex-arzobispo Milingo

Esta medida se une a la excomunión que ya pesaba sobre Milingo desde el 26 de septiembre de 2006, tras haber ordenado obispos, sin el permiso del Pontífice, a cuatro sacerdotes casados. El ex arzobispo anuncio el 2001 su matrimonio con la coreana María Sung e incurrió en una pena canónica. A partir de entonces se puso al frente de una corriente para la abolición del celibato sacerdotal, "a la vez que creaba confusión y escándalo entre los fieles". El 24 de septiembre de 2007 Milingo ordenó en Washington obispos a cuatro sacerdotes católicos sin el permiso del Papa e incurrió en la excomunión ´latae sententiae´ (automática), prevista en el canon 1.382 del Código de Derecho Canónico". Milingo no hizo caso, ordenó más obispos en los últimos meses y acabó con la paciencia del Papa "ante tales graves delitos", precisó hoy el Vaticano. El comunicado emitido por el Vaticano expresa que la decisión fue tomada con "profundo dolor", a la vez que señala que la reducción al estado laical de un obispo "es un hecho excepcional, al que la Santa Sede se ha visto obligada por la gravedad de las consecuencias que se derivan para la unidad eclesial de las ordenaciones episcopales sin mandato pontificio". INTENTO FRUSTRADO Federico Lombardi, portavoz vaticano, ha señalado que desde hace varios años la Iglesia católica "sigue con particular sufrimiento" el comportamiento de Milingo, al que llama ya en la nota "señor Milingo" y que en numerosas ocasiones ha intentado cambiarle tras buscar fórmulas adecuadas para que pudiera ejercer su ministerio, pero sin conseguirlo. El comunicado del Vaticano agrega también que sigue la excomunión para las personas que fueron ordenadas obispos por Milingo y advierte que no se reconocen "ni se pretende reconocer en el futuro tales ordenaciones y las derivadas de ellas". Al ex arzobispo se le ha aplicado el artículo 292 del Código de Derecho Canónico, que contempla la pérdida de los derechos y de los deberes del estado clerical -excepto la obligación del celibato- y la prohibición del ejercicio del ministerio episcopal, salvo para casos de peligro de muerte.